El Señor de nuestra ADORACIÓN
Más vosotros sois linaje escogido,
real sacerdocio, nación santa,
pueblo adquirido por Dios,
para que anunciéis las virtudes de
aquel que os llamó de las tinieblas
a Su Luz admirable.
1 Pedro 2:9
¿Qué propósito tiene la iglesia local? ¿Por qué es necesaria?
Según la Biblia, la iglesia local existe para hacer de manera conjunta lo que todo cristiano debe hacer individualmente durante toda la semana; es decir, adorar a Dios y manifestar las excelencias de Aquel que nos ha llamado de las tinieblas a su luz admirable; reflejar la gloria de Aquel que brilló sobre nosotros, de Dios, de Cristo y del Espíritu Santo. Todo lo que Cristo ha hecho por nosotros en el pasado, y todo lo que hace ahora, conduce al mismo fin. Hoy día no se enseña mucho que es Dios quien nos salva. Creemos que somos salvos por diversas razones.
Si usted preguntase al cristiano medio por qué fue salvado, podría responderle refiriéndose a la paz mental o a la capacidad de haber dejado el tabaco. Si fuera un hombre de negocios, podría decir que buscó al Señor Jesús como ayudador, porque su empresa iba mal y quería que Jesús fuera su socio. Tenemos muchas otras razones, y no quiero ser demasiado duro con estas personas. En el Nuevo Testamento, cada uno se acercó al Señor por muchos motivos diferentes. Un hombre vino porque su hijo estaba enfermo. Una mujer vino porque la enferma era su hija. Otra mujer acudió porque durante los últimos doce años había padecido una enfermedad crónica. Un político trepó a un árbol y miró a Jesús porque le dolía el corazón; y Nicodemo acudió al Señor de noche porque su religión no le servía de nada y porque tenía el corazón vacío. Y el Señor los recibió a todos, como recibe a todo aquel que se acerca a Él con fe hoy, aunque sus motivos no sean los más elevados.
La cuestión es: ¿Por qué debemos quedarnos siempre donde empezamos? ¿Por qué la Iglesia debe ser una escuela espiritual formada por alumnos de primer grado que nunca cambian de curso? Nadie quiere seguir adelante, y no me importa decir que empieza a cansarme esta situación. Me parece un concepto espantoso y confuso del cristianismo.
El Señor Jesucristo murió en la cruz para convertir a su pueblo en adoradores de Dios. Para eso nacimos, para poder manifestar las excelencias de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. “Adóralo, porque Él es tu señor”. Veremos ese propósito cumplido —la adoración—, cuando todo haya concluido, cuando haya tenido lugar la consumación de los tiempos. Los seres vivientes, los ancianos y las criaturas debajo del mar, sobre la tierra, bajo ella y en los cielos, claman a una voz: “¡Santo, santo, santo, el Señor Dios. todopoderoso, que era, y es y será!”. El propósito de Dios es redimirnos, incluirnos en el coro celestial para que cantemos sus alabanzas y manifestemos sus excelencias mientras pasan los siglos. Este es el propósito de Dios en la redención.
Él ha hecho por nosotros, y sigue haciendo, lo que siempre ha hecho; todo conduce a un solo fin, y todo lo que hagamos debería acercarnos a este. Debemos armonizar nuestras ideas con el Señor de la Iglesia. Esto quiere decir que usted debe armonizar todos sus pensamientos, toda su filosofía del cristianismo, todo su concepto de lo que es la Iglesia, con el Señor de la Iglesia y sus enseñanzas.
Continua en… “El gran designio de la Iglesia”
Amados, somos hechos a imagen y semejanza de Dios Gen. 1:26,
para adorar a Dios, en Espíritu y en verdad” Jn. 4:23-24
¡Jesús es el Señor!