Debemos soportar la humillación por el bien del evangelio
2 Timoteo 1:12: ...pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy persuadido de que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. Is. 53:1-12 (Favor de leer esta porción antes de seguir leyendo, gracias)
~~~~~ Palabras del ministerio ~~~~~
Algunas personas son tímidas y se avergüenzan de ser cristianas. Esta vergüenza puede presentarse cuando se encuentran con incrédulos. Si usted dice que está involucrado en alguna investigación técnica, le felicitarán por tener un futuro tan maravilloso, y si dice que está estudiando filosofía, dirán que usted es una persona muy inteligente. A usted no le avergüenza hablar de estas cosas. Sin embargo si dice que es cristiano, piensan que usted es una persona muy simple, sin ningún intelecto, y no lo tendrán en mucha estima. Hablar sobre otros temas no le da vergüenza, pero sí hablar de su fe cristiana. El mundo se siente avergonzado de un cristiano que declara su fe; por tanto, debemos vencer este sentimiento.
¿Cómo podemos vencer esta sensación de vergüenza? Podemos hacerlo desde dos ángulos distintos: Por un lado, debemos darnos cuenta de que cuando el Señor Jesús fue crucificado, Él llevó nuestros pecados y también nuestra vergüenza. Cuando el Señor llevó nuestros pecados, sufrió una gran humillación. A los ojos de Dios, nosotros también sufrimos esa humillación ante los hombres, pero jamás se puede comparar con la que nuestro Señor sufrió por nosotros en la cruz. Por lo tanto, no nos debe sorprender si somos humillados; debemos entender que pertenecemos al Señor.
W. Nee
¡Jesús es el señor!
La iglesia en Armenia