LA CRUCIFIXION
DE LOS PECADORES CON CRISTO
La meta más elevada que Dios tiene al salvar al hombre es dispensar Su vida en él. Este es el máximo deseo de Dios. Nuestro modo de vivir será divino sólo si participamos de la vida divina. En la vida humana es imposible tener una vida piadosa. La manifestación de nuestra vida es exclusivamente el pecado. En este respecto Dios trató con nuestros pecados e iniquidades en una forma que mantendría Su justicia. Hemos visto que el Hijo de Dios fue juzgado con este propósito. Aquellos que están en El han sido perdonados de sus pecados.
EL ORIGEN DEL PECADO
La salvación de Dios, sin embargo, no se detuvo con el perdón de los pecados; continuó más a fondo y trató con el origen del pecado. Hemos dicho que los pecados del hombre no son causados por el ambiente. Más bien, se originan en la persona. El modo de vivir es simplemente una consecuencia natural de la clase de vida que se posee. Ya que la vida del hombre es corrupta, su comportamiento exterior tiene que ser malo.
Por ejemplo, cuando golpeo la tribuna delante de mí con mis nudillos, se produce cierto sonido. Inmediatamente se puede decir que ese es un sonido producido por la madera. Si golpeo en un pedazo de metal, dará una clase de sonido diferente, y fácilmente se puede oír la diferencia entre los dos. La diferencia en la constitución causa el contraste en el sonido. No importa cuanto cambie la manera en que golpeo, no puedo hacer que un pedazo de madera suene metálico. Tampoco puedo hacerlo viceversa.
Lo mismo es cierto con respecto al comportamiento del hombre. Nuestro ambiente no puede causar algo que no existe dentro de nosotros. Una persona lenta es lenta bajo cualquier clase de circunstancia. Pero una disposición rápida se detecta enseguida bajo la tensión más ligera en el ambiente. Toda conducta exterior es un resultado directo de nuestra vida interior. Por lo tanto, las tentaciones en el ambiente son simplemente una fuerza que apresura la exposición de nuestra substancia interior. Estas nunca pueden producir nada que no haya existido en el hombre antes.
NUESTRO AMBIENTE EXPONE NUESTRA VIDA
Una vez un amigo me dijo que la vida humana es programada por su ambiente. Un buen ambiente producirá personalidades finas, y un ambiente insalubre es la causa de todos los vicios. Todo lo que uno necesita hacer es controlar el ambiente, y las personalidades apropiadas saldrán automáticamente.
Yo dije: “Según lo que usted ha propuesto, significaría que los peces de agua salada han llegado a ser lo que son porque viven en el mar, y que los peces de agua dulce son el producto directo del agua del río. Seguramente esto no es cierto. El ambiente nunca puede gobernar lo que no está en nosotros. ¡El ambiente sólo expone lo que yace adormecido dentro de nosotros!”.
¿En qué consiste la vida humana? Consiste de toda clase de maldad y corrupción. Dénle un golpe suave, y todo será expuesto. Muchos moralistas dicen que todo lo que necesitamos hacer es suprimirnos. Muchos lo han probado. Se han retenido fuertemente por las riendas, temiendo que su naturaleza mala salga cuando se le suelte un poquito. Esta clase de persona es muy desdichada. Diariamente reprimen sus deseos. Pero sabemos que no tendrán éxito por mucho tiempo.
W. Nee