JESUCRISTO ES DIOS
Jn 4:24; Ro 9:5; Col 2:9. Fil 2:5-11. Algo que es trascendental para que entendamos que somos el cuerpo de Cristo, es estar seguros que Jesucristo es el mismo Dios, y él es uno con Dios, dice la Biblia en Juan 10:30 Jesús hablando “Yo y el Padre uno somos” Así también leemos en Gálatas 1:1 lo siguiente: “Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucito de los muertos)
Notemos que allí dice Jesucristo y aparte Dios, aparentemente en este pasaje hay dos personas, pero no es así, si no se entiende se puede pensar que son dos personas diferentes, sucede como el caso de Felipe en Juan 14:7-11 que afirma: “Si me conociereis, también a mi Padre conoceríais y le habéis visto. Felipe le dijo: muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿Cómo, pues, dices tú Muéstranos el Padre? ¿No crees que Yo Soy en el Padre, y el Padre en Mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en Mí, el hace las obras. Creedme que Yo Soy en el Padre, y el Padre en Mí, de otra manera, creedme por las mismas obras”
Aquí Felipe, no conoció que Jesucristo, el que anduvo con ellos, era el mismo Dios, tampoco supo que era Dios con un cuerpo semejante al cuerpo de un ser humano. Es imperativo que entendamos que Jesucristo es Dios. En Gálatas 1:1 El apóstol Pablo habla de dos manifestaciones así:
LO QUE NO ES EL CUERPO DE CRISTO
1. Jesucristo es el cuerpo que Dios se puso, al que se le llamo Jesús de Nazaret.
2. Dios el Padre, o sea el Espíritu, Jn 4:24 que habitaba en ese cuerpo.
De la misma manera, usted y yo tenemos que entender que somos un espíritu en Cristo, que habita en un cuerpo, al igual que Dios en el cuerpo de Jesús. Pero es necesario entender que nuestro espíritu, y nuestro cuerpo actualmente son propiedad de Dios, 1 Corintios 6:20 lo establece: “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”
Es imprescindible establecer que el cuerpo de Cristo somos nosotros, 1 Corintios 10:16-17 establece: “la copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? Siendo uno solo el pan (Cristo) nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan”
2 Corintios 3:17-18 que dice: “Porque el Señor es el Espíritu; y donde está en Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”
Tocante al espíritu, que interesante es que la Biblia claramente enfoca que Dios es el mismo Espíritu Santo, que está dentro de nosotros que está unido a nuestro espíritu, como consecuencia de esto es que estamos libres, pero es necesario comprender ¿Que es el Espíritu?
De acuerdo con lo que está escrito en la Biblia, Dios dijo: “derramare mi espíritu sobre toda carne” Hechos 2:17 afirma: “Y en los postreros días, dice Dios, Derramare de mi Espíritu sobre toda carne. Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Vuestros ancianos soñarán sueños”
Leemos en 1 Corintios 2:16: Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo” Como ejemplo, vemos que cuando Jesucristo resucito con un cuerpo celestial, traía el mismo espíritu, pero en un cuerpo glorificado, por esa causa fue que sus discípulos, cuando se les presentó no le conocieron, es decir no conocieron a Jesús con el cuerpo resucitado. Asimismo leemos en 1 Corintios 2:12 “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido” y donde nosotros conocemos lo que Dios nos ha dado es en la mente.
¡Jesus es el Señor!