AGUAS REFRESCANTES 19 de NOVIEMBRE
Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor. 1 Corintios 2:2.
La primera de estas dos declaraciones se aplica al men¬saje de Pablo, mientras que la segunda habla de su persona. Dios requiere que los que proclaman la cruz hayan sufrido la cruz, hayan llegado a saber que, tal como lo dice Pablo, están crucificados junto con Cristo. Con frecuencia pensamos que cuando una persona como Pablo se levan¬taba para predicar, lo hacía con confianza en la fuerza de sus propios recursos. Sin embargo, el tema de Pablo era Jesucristo “crucificado en debilidad” (2 Co.13:4), y por lo tanto era necesario que él lo comunicara cons¬ciente de su propia debilidad.
Debemos permitir que Dios anule nuestra autosuficiencia¬. Cuando confesamos delante de El que nada podemos hacer en nuestras propias fuerzas, entonces Cristo podrá manifestar su poder sobre nosotros. Lo que ha pasado por la muerte de la cruz y vuelve a surgir en vida, es de Dios, y en consecuencia significará algo poderoso para El.
W. Nee
¡Jesús es el Señor!
La iglesia en Armenia