EN EL NOMBRE DEL SEÑOR JESUS:
EL COMPROMISO DE DIOS
Lectura bíblica: Fil. 2:9-11; Ef. 1:21; Jn. 14:13-14; 15:16; 16:23-24, 26a; Mr. 16:17; Lc. 10:17-19; 24:47; Hch. 3:6; 4:7, 10, 12; 10:43; 16:18; 19:5; 1 Co. 6:11
Uno de los asuntos que debemos entender con claridad delante de Dios es el nombre del Señor Jesús. Nadie en la tierra puede ser salvo sin el nombre del Señor Jesús, y nadie puede ser útil en las manos de Dios sin conocer el nombre del Señor Jesús. Tenemos que conocer lo que significa el nombre del Señor Jesús. Es una lástima que el nombre del Señor Jesús haya llegado a ser tan común en las conversaciones del hombre. En muchas ocasiones la expresión en el nombre del Señor Jesús carece de significado. Se oye y se lee con frecuencia, hasta el punto de desvirtuarse lo que significa estar en el nombre de Jesucristo. Necesitamos pedirle a Dios que nos dé un entendimiento renovado de lo que significa el nombre tan conocido del Señor Jesús.
El nombre del Señor Jesús es un nombre especial. El no poseía esto mientras estaba en la tierra. Mateo 1 dice que cuando el Señor Jesús estuvo en la tierra, Su nombre era Jesús. Pero Filipenses 2 dice que El fue obediente hasta la muerte y muerte de cruz, y que por eso Dios le exaltó hasta lo sumo y le dio un nombre que está por encima de todo nombre. ¿Cuál es ese nombre? Filipenses 2:10-11 dice: “Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”. El nombre es “el nombre de Jesús”. El no recibió este nombre mientras estuvo en la tierra, sino después de ascender al cielo. Cuando estuvo en la tierra se llamaba Jesús. Por obedecer hasta Su muerte en la cruz, Dios le exaltó. En esta exaltación, se le dio un nombre que es sobre todo nombre. Dicho nombre es “el nombre de Jesús”.
Pablo no fue el único que recibió la revelación del cambio que experimentó el nombre del Señor; también el propio Señor Jesús habló en el Evangelio de Juan de un gran cambio que experimentaría Su nombre. El dijo: “Hasta ahora nada habéis pedido en Mi nombre; pedid, y recibiréis... En aquel día pediréis en Mi nombre” (Jn. 16:24,26). “En aquel día” pediremos en Su nombre. Cuando el Señor dijo esto, todavía no había recibido el nombre que es sobre todo nombre. Sólo “en aquel día” recibiría el nombre que es sobre todo nombre. Sólo a partir de entonces podríamos pedir al Padre en Su nombre.
Abra el Señor nuestros ojos para que veamos el gran cambio que experimentó el nombre del Señor después de Su ascensión. No podemos comprender este cambio con nuestra mente. Este nombre es el nombre que Dios le dio, y es un nombre que está sobre todo nombre.
¿Qué representa este nombre? Representa autoridad y poder. ¿Por qué denota este nombre autoridad y poder? Filipenses 2:10-11 dice: “Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”. Esto es autoridad. Toda rodilla debe doblarse ante el nombre de Jesús, y todos tienen que llamar a Jesús Señor. Así que, el nombre de Jesús indica que Dios le dio la potestad y el poder que lo trascienden todo.
En Lucas 10:17 los discípulos dijeron al Señor: “Señor, aun los demonios se nos sujetan en Tu nombre”. Para los discípulos era una gran cosa poder echar fuera demonios en el nombre del Señor. Los demonios tal vez no teman a muchos nombres que hay en la tierra, pero cuando los discípulos actuaron en el nombre del Señor Jesús, los demonios se les sujetaron. Más tarde el Señor explicó por qué Su nombre hacía que los demonios se les sujetaran. Les dijo: “He aquí os doy potestad de hollar... sobre todo poder del enemigo” (v.19). Por lo tanto, el nombre equivale a autoridad. Donde está el nombre, ahí está la autoridad.
También los gobernantes judíos sabían esto. Después de que Pedro sanó a un cojo, al día siguiente los gobernantes llamaron a los apóstoles para que comparecieran ante ellos y les preguntaron: “¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho vosotros esto?” (Hch. 4:7). En otras palabras, ¿qué autoridad tenían como base para decirle al cojo que se levantara y anduviera? Ellos sabían que la autoridad yace en el nombre. Así que, el nombre de Jesús tiene toda la autoridad que Dios le ha confiado a El. No queremos decir que el nombre en sí sea la autoridad, sino que el efecto del nombre es autoridad.
En el Nuevo Testamento no sólo vemos el nombre de Jesús, sino también una expresión muy particular: “en el nombre de Jesús”. Hermanos y hermanas, ¿podemos ver esto? No se trata solamente del nombre de Jesucristo sino de estar en el nombre de Jesucristo. Si leemos cuidadosamente la Palabra de Dios y procuramos andar por la senda espiritual, es posible que frecuentemente digamos que actuamos en el nombre del Señor Jesús o en el nombre de Jesucristo, sin saber en realidad lo que significa estar en este nombre. Si no sabemos cómo conducirnos en el nombre del Señor Jesús, no podemos ni siquiera ser cristianos. Por consiguiente, necesitamos entender el significado de estar en el nombre del Señor Jesús.
La primera vez que el Señor Jesús habló de estar en Su nombre fue en Juan 14—16. Después de lavarles los pies a los discípulos, El les habló. El Señor habló claramente en estos tres capítulos de lo que podemos hacer cuando estamos en Su nombre. El dijo: “Todo lo que pidáis en Mi nombre, lo haré... Si algo pedís en Mi nombre, Yo lo haré” (14:13-14). Desde el capitulo catorce hasta el dieciséis, El dijo repetidas veces a Sus discípulos que pidieran en Su nombre. Esto no sólo muestra que un día El recibiría un nombre que es sobre todo nombre, sino también que los discípulos podrían hacer uso de este nombre. Este nombre es el nombre que Dios le dio a Su Hijo Jesús, el cual, a su vez, se nos ha dado. Ahora se encuentra en mis manos y las de usted. Ahora usted y yo y todos los demás podemos usar este nombre. Por eso la Biblia no habla solamente de que el Señor Jesús recibió un nombre que es sobre todo nombre, sino también de la experiencia de estar en el nombre de Jesucristo. No sólo existe Su nombre sino también el hecho de estar en Su nombre. El nombre de Jesucristo es el nombre que El recibió de Dios, y estar en el nombre de Jesucristo equivale a participar de ese nombre, lo cual corresponde a los hijos de Dios. Por tanto, estar en el nombre del Señor Jesús es participar de Su nombre. Esto significa que podemos usar este nombre. Hermanos y hermanas, tenemos que darnos cuenta de que esto es lo más grande que se nos ha encomendado de parte de Dios y del Señor Jesús.
¿Por qué decimos que Dios nos ha encomendado el nombre de Jesús? ¿Qué significa encomendado? Dios nos comisiona a predicar el evangelio, a hacer cierta obra e ir a cierto lugar y hablar por El. Todas estas cosas son lo que Dios nos ha comisionado. Pero el significado de estar en el nombre del Señor Jesús no se refiere a esta clase de comisión. Estar en el nombre del Señor Jesús significa que Dios nos ha encomendado Su Hijo. Dios no nos manda cierta obra, sino que nos da a Su Hijo. Dios no nos encomienda que vayamos, sino que llevemos con nosotros a Su Hijo. Esto es lo que significa estar en el nombre del Señor Jesús.
Estar en el nombre del Señor Jesús significa que Dios nos encomienda Su Hijo. Supongamos que usted tiene una suma de dinero en el banco. Cuando usted quiere retirar el dinero, tiene que usar su sello. Si le pide a un amigo que retire el dinero por usted, tiene que darle una autorización. Será muy fácil retirar el dinero puesto que trae consigo la autorización. Cuando él va al banco, escribe un cheque por diez dólares y sella el cheque, recibirá diez dólares. Estar en el nombre del Señor es como si el Señor nos diera Su sello de autorización. Hermanos y hermanas, nosotros tenemos una cantidad limitada en depósito, y sólo podemos retirar cierta cantidad de fondos. Pero tener el sello del Señor Jesús es algo asombroso. Si yo tengo una gran cantidad de dinero en el banco y le encomiendo a alguien la chequera y la autorización, tengo que confiar en él plenamente. Si no confío en él, me preguntaré si usará o no mi sello de autorización para retirar dinero. ¿Cómo sé que no escribirá cheques con mi sello? ¿Cómo sé que no firmará contratos con mi sello? Si no confío en una persona, no puedo encomendarle mi sello. Si le doy mi sello, esto significa que respaldo todo lo que esa persona haga. Esto es lo que significa estar en el nombre del Señor; significa que el Señor se atreve a encomendar Su nombre en nuestras manos, y nos permite usarlo. El Señor confía en nosotros hasta el punto de atreverse a encomendarnos Su nombre y permitirnos usarlo. Esto es lo que significa estar en el nombre del Señor Jesús. Estar en el nombre del Señor significa que el Señor Jesús se nos da a nosotros y que está dispuesto a reconocer todo lo que hagamos en Su nombre. El está dispuesto a asumir las consecuencias de lo que nosotros hagamos en Su nombre.
A veces le decimos a una persona: “Ve y dile a cierto hermano lo que debe hacer. Si te pregunta quién lo dice: dile que yo”. Esto es estar en el nombre de alguien. Estar en el nombre de alguien es hacer uso de ese nombre. Si usted le confía su nombre a alguien, y él lo usa, usted tiene que responsabilizarse del uso que esta persona haga de su nombre. Esto es lo que significa estar en el nombre.
Tomado de: El ministerio de oracion de la iglesia
Aguas refrescantes 29 de agosto
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará. Salmo 55:22.
¿Has observado alguna vez a obreros de la construcción trabajando en un edificio a distintos niveles de andamios, pasando los ladrillos del nivel inferior al andamio de arriba y de allí al siguiente? El trabajo avanza mientras cada ladrillo al llegar a un nivel es descargado y luego pasado al nivel siguiente. ¿Qué ocurriría si uno de los obreros del nivel intermedio no entregara sus ladrillos y al mismo tiempo le fuera alcanzada otra fila? ¿Qué si el hombre del nivel superior se negara a recibir su carga de ladrillos? El pobre hombre del nivel medio sería aplastado por la carga de ladrillos.
Eso es precisamente lo que nos ocurre en la esfera invisible. Cuando el primer problema nos alcanza fraca¬samos en no mandado "hacia arriba", y pronto nos sen¬timos presionados y oprimidos. Luego viene un segundo problema y un tercer problema y paulatinamente nos debilitamos hasta que finalmente quedamos aplastados bajo la carga. El remedio es tan sencillo. Tan pronto como una ansiedad nos amenace debemos pasarla de inmediato "hacia arriba".
Watchman Nee
Jesús es el Señor! - Jesus is Lord - Jesus ist der Herr - Yeshua adonai - Gesù è il Signore - Jésus est Seigneur - Ιησους ειναι ο Λορδος - Иисус – Господь - يسوع هو الرب - 耶稣是主 - 主イエスは - Jesus é o Senhor - Jesus är lorden
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