LOS MIEMBROS ESTAN SUJETOS A LA AUTORIDAD DE LA CABEZA
El poder por el cual sobrevivimos proviene de Cristo. Es por eso que no podemos hacer nada independientemente. El Señor es nuestra única Cabeza, y solamente El tiene la autoridad de dirigir los movimientos de los miembros de Su Cuerpo. En esta edad en la que hay carencia de ley, cualquier sugerencia con respecto a la necesidad de autoridad es rechazada; pero a fin de poder entender la vida del Cuerpo y entrar en ella, debemos conocer la autoridad de la Cabeza. Mi mano no puede hacer nada sin la dirección de mi cabeza. La cabeza debe dar órdenes para que los miembros se muevan. Cristo es la vida del Cuerpo y también es la autoridad del mismo. Todos los movimientos de los miembros de Su Cuerpo deben estar bajo Su dirección. Puesto que Cristo es la Cabeza, El tiene la autoridad del Cuerpo. Nosotros no somos la Cabeza, ni tampoco tenemos la autoridad. Lo único que debemos hacer es someternos a la autoridad del Señor. Si procuramos conocer la vida del Cuerpo, surge la pregunta: ¿Nos postramos ante la autoridad absoluta del Señor? Desde el mismo comienzo seremos confrontados con la autoridad de Cristo como cabeza. No podemos decir: “Pero...” ni: “Me parece que...” Lo único que podemos hacer es humillarnos ante Su soberanía. Debemos darnos cuenta de que si deseamos ser miembros del Cuerpo no podemos ser la Cabeza. No podemos dar órdenes ni escoger ni aun desear. La Biblia dice que nosotros debemos seguir al Señor.
¿Qué significa seguir al Señor? Seguir significa ir en pos. El Señor es quien decide nuestro camino. Nosotros no tenemos derecho alguno para hacer nuestra propia elección. El único deber del Cuerpo para con la Cabeza es obedecer y someterse sin objeciones ni ideas propias ni sugerencias. En el Cuerpo de Cristo no cuenta ninguna idea ni ninguna propuesta que provenga de los individuos; debemos desecharlas todas y someternos únicamente a la autoridad de la Cabeza. Todos debemos simplemente escuchar Sus órdenes y hacer lo que El ordena.
Aceptar a Cristo como cabeza incluye repudiar todas las demás cabezas. Cristo solo es la Cabeza del Cuerpo; nadie más puede serlo. Ni usted, ni nadie, puede ser la Cabeza en la iglesia, porque sólo puede haber una Cabeza en el Cuerpo; no puede haber dos cabezas. Sólo Cristo es la Cabeza. Por consiguiente, todos tenemos que obedecer a Cristo. Hoy vemos que en la iglesia abundan muchos métodos y preceptos humanos. ¡Cuán errado es esto! Los planes y las decisiones humanas son contrarios a la autoridad de Cristo como Cabeza. Pero si Cristo es la Cabeza, entonces no me atreveré a agradarme a mí mismo ni a los demás; debo procurar agradarle solamente a El. “Dios le ha hecho Señor y Cristo” (Hch. 2:36). Observe que Dios no le ha hecho Salvador sino Señor. Pablo primero vio a Cristo como su Señor y luego como su Salvador. Cuando fue detenido en el camino a Damasco, su primera pregunta fue: “¿Quién eres, Señor?” (9:5). Cristo es la única Cabeza de la iglesia; no hay ninguna otra cabeza. Si verdaderamente deseamos vivir en el Cuerpo de Cristo, tenemos que aprender a someternos a la autoridad del Señor Jesús. Todos los que no pueden someterse, y que están siempre expresando sus opiniones y sus sugerencias, insistiendo en ser ellos la cabeza, no han visto el Cuerpo. Una vez que uno se dé cuenta de que simplemente es un miembro del Cuerpo, tendrá sin duda dentro de sí el deseo de ser sumiso, ya que la sumisión es una ley natural del Cuerpo.
Ningún verdadero siervo del Señor debe permitir que sus pensamientos y emociones actúen independientemente. Cuando su hombre interior requiera liberación, el hombre exterior deberá proporcionarle un canal por el cual el espíritu pueda salir y llegar a otros. Si no hemos aprendido esta lección, nuestra efectividad en la obra del Señor será muy limitada.
“Señor, por el bien de la iglesia, por el avance del evangelio, para que Tu tengas libertad de actuar y para que yo mismo pueda avanzar espiritualmente, me entrego a Ti total e incondicionalmente. Señor, con gusto y humildemente me pongo en Tus manos. Estoy dispuesto a que te expreses libremente por medio de mí”.
Watchman Nee
“Señor, doblega a la iglesia para que salves al mundo” Evan Roberts
¡Jesús es el Señor! - Jesus is Lord - Jesus ist der Herr - Yeshua adonai - Gesù è il Signore - Jésus est Seigneur - Ιησους ειναι ο Λορδος - Иисус – Господь - يسوع هو الرب - 耶稣是主 - 主イエスは - Jesus é o Senhor - Jesus är Herre
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