hgo1939 Moderador
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| Tema: ¿QUÉ ES LA IGLESIA?, Continuación (h) Jue Sep 08, 2011 10:36 pm | |
| ¿QUÉ ES LA IGLESIA?, Continuación (h) ¿TAL COMO ERA AL PRINCIPIO? Y, ¿CUÁL ES SU ESTADO ACTUAL? Hay todavía más para demostrar, continuamente desde el principio al fin, la responsabilidad, leamos en Judas, "se han entrado disimuladamente ciertos hombres impíos (hombres que desde antiguo fueron señalados para esta condenación)" (Judas 4 - Versión Moderna). Ellos ya se habían infiltrado al interior. "Y también de éstos profetizó Enoc, el séptimo contando desde Adam, diciendo: ¡He aquí que viene el Señor, con las huestes innumerables de sus santos ángeles, para ejecutar juicio sobre todos." (Judas 14,15 - Versión Moderna). De esta forma, los que en el tiempo de Judas ya habían entrado disimuladamente, atraerían los juicios sobre los profesantes profanos de la Cristiandad. En esta epístola tenemos las tres clases de iniquidad y su progreso. En Caín está la iniquidad puramente humana; en Balaam, la iniquidad eclesiástica; y la rebelión en Coré, y entonces ellos perecen. Mientras los hombres dormían, el enemigo sembró cizaña en el campo dónde el Señor había sembrado la buena semilla. Es una gran verdad que la buena semilla se recoge en el granero, pero la negligencia de los siervos le ha dejado al enemigo la oportunidad de estropear el trabajo del Amo. ¿Amados del Señor, seremos nosotros indiferentes al estado de la Iglesia, indiferentes a las divisiones que el Señor ha prohibido? No;* humillémonos a nosotros mismos, amados hermanos, reconozcamos nuestra falta y acabemos con esto. Caminemos fielmente, cada uno como le corresponde, y esforcémonos en encontrar una vez más la unidad de la Iglesia y el testimonio de Dios. Limpiémonos de todo mal y de toda iniquidad. Si es posible para nosotros reunirnos en el nombre del Señor, es una gran bendición; pero es esencial que esto se haga en la unidad de la Iglesia de Dios y en la verdadera libertad del Espíritu. {* En 1a. Timoteo tenemos el orden de la Iglesia, la casa de Dios; en 2a. Timoteo tenemos la regla a seguir cuando la Iglesia está en desorden. Porque nuestro Dios ha provisto para todas las dificultades. Que nosotros seamos fieles y que nos separemos de toda iniquidad.} Si la casa de Dios está todavía en la tierra y el Espíritu Santo mora en ella, ¿no está Él afligido por el estado de la Iglesia? Y si Él mora en nosotros, ¿no deberían estar afligidos y humillados nuestros corazones por la deshonra hecha a Cristo y la destrucción del testimonio para el que el Espíritu Santo bajó del cielo para llevar en la unidad de la Iglesia de Dios? Él, quien confrontará el estado de la Iglesia como nos es descrita en el Nuevo Testamento con su estado presente, sentirá su corazón profundamente entristecido al ver la gloria de la Iglesia arrastrada en el polvo y al enemigo triunfando en la confusión del pueblo de Dios. Finalmente, Cristo ha confiado Su gloria en la tierra a la Iglesia. Era la depositaria de esa gloria. Allí el mundo debería haberla visto manifestada por el poder del Espíritu Santo, un testimonio a la victoria de Cristo sobre Satanás, sobre la muerte, y sobre todos los enemigos que Él ha llevado cautivos, triunfando sobre ellos en la cruz. ¿Ha preservado la Iglesia este depósito y ha mantenido la gloria de Cristo en la tierra? Si esto no ha sido hecho, dime, Cristiano, ¿es la Iglesia la responsable de esto? ¿Era responsable o no por el estado de la casa de su Amo, el siervo a quien el Señor encomendó el cuidado de Su casa (Mateo 24)? Se podrá decir, quizás, que el siervo malo es la iglesia exterior, que está corrompida y la cual realmente no es la Iglesia: en cuanto a mí, yo no soy en absoluto un miembro de ella. Pero respondo que en la parábola, el siervo está solo; y la pregunta es referente a si este siervo que está solo, ¿es fiel o infiel? Puede ser verdad que usted está separado de la iniquidad que llena la casa de Dios, y usted ha hecho bien; ¿pero acaso su corazón no se doblega debido al estado de esa casa? El Señor vertió lágrimas de pesar sobre Jerusalén; ¿y nosotros no verteremos ninguna sobre de lo que es aún más estimado a Su corazón? Aquí la gloria del Señor ha sido hollada bajo los pies: ¿diremos que no somos responsables por esto? Su siervo solitario es encontrado responsable. Aunque individualmente, guiado por la palabra, yo puedo estar separado de toda la iniquidad que corrompe la casa de Dios, no obstante, como siervo de Cristo, yo debo identificarme con la gloria de Cristo, y con sus manifestaciones al mundo. En esto consiste que la fe sea mostrada: no meramente creyendo que Dios y Cristo poseen la gloria, sino identificando esta gloria con Su pueblo (Éxodo 32:11,12; Números 14:13-19; 2a. Corintios 1:20). Primero, Dios confía Su gloria al hombre, quién es responsable de mantenerse en su posición, y de ser fiel en ella, sin dejar su primer estado; luego Dios establecerá Su propia gloria según Sus consejos. Pero, antes que nada, el hombre es responsable donde Dios lo ha puesto. Nosotros hemos sido puestos en la Iglesia de Dios, en Su casa, en la habitación de Su gloria en la tierra: ¿dónde está ella? J.N.DARBY (1800-1882)
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