hgo1939 Moderador
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| Tema: El Adversario Mar Sep 04, 2012 12:06 am | |
| El Adversario Así como la viuda tiene su adversario, también nosotros los cristianos tenemos el nuestro. Y nuestro adversario es Satanás. Hasta el significado de la palabra "Satanás" es "adversario", que quiere decir enemigo: "vuestro adversario el diablo" (1 Pedro 5: . Por lo tanto, debemos reconocer claramente quién es nuestro enemigo. Entonces sabremos cómo hemos de acercarnos a nuestro juez, que es nuestro Dios, y acusar a nuestro enemigo. Si queremos examinar la razón primaria de la enemistad existente entre nosotros y el diablo, hallaremos que detrás de ella hay una larga historia. Para decirlo resumidamente, esta enemistad comenzó en el huerto del Edén. Después de la caída del hombre, Dios dijo: "Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar" (Génesis 3:15). Cierto que el diablo nos hiere a nosotros los humanos, pero es que Dios ha puesto enemistad en nuestros corazones tanto como en el corazón de Satanás. Sabemos que la simiente de la mujer mencionada en el Génesis se refiere al Señor Jesucristo: El y el diablo están eternamente en enemistad. Y esto es algo establecido por el mismo Dios. Todo el que cree en el Señor Jesús se coloca al lado del Señor; lógicamente tenemos que dar por sentado que el enemigo del Señor será nuestro enemigo. Del mismo modo, Satanás el enemigo de nuestro Señor, se fijará en nosotros y se nos opondrá. El considera que el Señor Jesús es su enemigo y por lo tanto también tiene a los discípulos del Señor como enemigos. Pero los que no han creído en el Señor Jesús son hijos del diablo (véase Juan 8:44), y naturalmente el diablo ama a los suyos. Pero como nosotros hemos creído y estamos unidos al Señor Jesús, incurrimos en el odio de Satanás como consecuencia del odio que éste tiene a nuestro Señor. Esta enemistad se hace más profunda de día en día. Como el enemigo es tan fuerte, y nosotros tan pobres y desamparados como la viuda, él usa todos sus poderes para oprimirnos, causándonos grandes pérdidas. Hemos sufrido tanto en sus manos, que no podemos expresar con fuerza suficiente cómo el diablo hace daño hoy a los creyentes. Y si estos perjuicios no son vengados, sufriremos un daño eterno. Qué lástima que muchos hijos de Dios todavía no se den cuenta de la opresión de Satanás. Satanás y los santos Del mismo modo que el adversario trató injustamente a la viuda, así de mal nos trata hoy el diablo a los creyentes. ¿Quién sabe lo mucho que hemos sufrido en sus manos? Por supuesto que cuando el diablo nos persigue, nunca se manifiesta ni actúa directamente. El hace todo su trabajo por medio de personas o de cosas. El no quiere aparecer abiertamente. Al contrario, él instiga a la gente del mundo para que obre por él, mientras que él mismo lo dirige todo en secreto. Así como en su primera intervención se disfrazó con la forma de una serpiente, pues igualmente, cada vez que hoy actúa, lo hace encubierto. Por razón de sus engaños, los hijos de Dios se equivocan muchas veces y no reconocen al enemigo real. W. Nee | |
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