La disciplina de Dios tiene una meta definida
Hebreos 12:11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que por ella han sido ejercitados.
Hay una gran diferencia entre el castigo y la disciplina. La disciplina que Dios ejerce sobre Sus hijos no es castigo. Aun cuando Dios los corrige, esa corrección no es castigo, sino disciplina. La disciplina tiene una meta definida, la cual es que nosotros podamos participar de la santidad de Dios para no vivir insensatamente día tras día. Después de que un cristiano crea en el Señor Jesús, aunque nunca perderá su salvación, es posible que reciba una disciplina severa de parte de Dios. Nunca debemos decir que un cristiano puede hacer lo que quiera después de ser salvo. La Biblia nos dice claramente que después que un cristiano es salvo, aunque sea derrotado y caiga, no perecerá eternamente ni perderá la vida eterna. Sin embargo, recibirá la corrección de Dios en la tierra hoy.
No debemos cometer el error de pensar que porque somos salvos eternamente, podemos vivir negligentemente en esta tierra. Si un cristiano desenfrena su concupiscencia, comete pecado, cae en deshonra, y no tiene la santidad de Dios, Dios extenderá Su mano y lo disciplinará usando el medio ambiente del creyente, su familia, su salud personal, y sus planes futuros. Es posible que se enfrente con problemas familiares o sufra muchas enfermedades y desgracias en su medio ambiente. El propósito de Dios al permitir que estas cosas le sucedan no es de castigarlo; no le han acontecido para crearle un mal rato, sino para hacer que participe de Su santidad y llegue a ser digno de la gracia de Su llamamiento.
W. Nee
Jesús es el Señor!
La iglesia en Armenia