La resurrección es el recibo de la justificación
Romanos 4:25 “El cual fue entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificación. 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”;
¿Por qué el Señor Jesús fue entregado? Por causa de nuestras transgresiones. Si no tuviéramos transgresiones, el Señor no habría tenido que ser entregado. Fue por causa de las transgresiones que el Señor fue entregado al hombre. De la misma manera, Él resucitó para nuestra justificación. En griego las dos cláusulas tienen la misma estructura. Jesús fue entregado por nuestras transgresiones y fue resucitado para nuestra justificación. Para dejarlo más claro, el Señor fue resucitado porque ya fuimos justificados.
Primero está el asunto de nuestras transgresiones. Luego está la muerte del Señor. De la misma manera, primero está nuestra justificación, luego está Su resurrección. Él fue entregado por nuestras transgresiones y fue resucitado (debido a nuestra justificación) para nuestra justificación. Esto significa que la resurrección del Señor Jesús es la prueba de nuestra justificación. Por haber sido justificados, Dios levantó al Señor Jesús. Ya que el Señor ha satisfecho el requisito justo de Dios, Él lo resucitó.
La resurrección comprueba que Él está satisfecho con la cruz. En la resurrección, Dios dice que ha aprobado la cruz y que ésta ha pasado la prueba. Ahora Dios presenta la resurrección como una evidencia. Somos justificados. Por lo tanto, el Señor Jesús resucitó.
**************************
Aguas refrescantes 24 de Enero
“Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios”. Mateo 22:29.
Cuando Herodes preguntó a los sacerdotes y escribas dónde debía nacer el Cristo, d« inmediato recitaron de memoria las palabras del profeta: "En Belén de Judea".
¡Qué bien conocían las Escrituras! Podían dar una res¬puesta inmediata.
¿Estaba equivocada su respuesta? ¡De ninguna manera! Lo que más sorprende, sin embargo, es que después de res¬ponder la pregunta ninguno de los ancianos o escribas salieron para Belén. Lo que sabían era muy preciso; sin embargo, sólo lo emplearon para orientar a los magos y luego se volvieron a sus libros. Funcionaron como un policía que dirige a las personas a donde quieren ir, pero él queda siempre en su puesto.
Esto no está bien. No es suficiente conocer la Biblia. También debemos conocer el poder de Dios. Comprender lo que dicen las Escrituras no es suficiente si esto no nos conduce a conocer mejor al mismo Señor. Necesitamos tener experiencias personales con El actuando con fe basa¬da en sus palabraa. El sendero hacia el conocimiento de Dios sólo se transita por medio de estas acciones. No existe otro camino.
W. Nee
Jesús es el Señor!
laiglesiaenarmenia@yahoo.com,