EL PUNTO DE DIFERENCIA
EN LAS OPERACIONES DE DIOS Y EN LAS DE SATANÁS
¿Cómo nos debemos guardar contra el engaño? Necesitamos discernir entre lo que es la operación de Dios y lo que es la operación del enemigo; cuál es la obra hecha por el Espíritu Santo y cuál es la obra realizada por los espíritus malignos. Todas las obras del Espíritu Santo son realizadas a través del Espíritu del hombre, pero las obras del enemigo son hechas a través del alma del hombre. El Espíritu Santo mueve al espíritu humano, en cambio el enemigo mueve el alma del hombre. Este es el punto básico de la diferencia entre las operaciones de Dios y las del enemigo. La obra de Dios es iniciada por el Espíritu Santo, pero la obra del enemigo comienza en el alma del hombre.
Por causa de la caída nuestro espíritu humano está muerto y no puede, por eso, comunicarse con Dios. Cuando creemos en el Señor Jesús, nacemos de nuevo. ¿Cuál es el significado de ser salvo o nacido de nuevo? Esta no es sólo una cuestión de terminología; una transformación orgánica real ocurre en nosotros. Cuando confiamos en el Señor Jesús, Dios pone Su vida dentro de nuestro espíritu y lo vivifica. Como este espíritu del hombre es la parte principal, este nuevo espíritu que Dios pone en nosotros, es la parte principal.
Juan 3:6 nos dice lo que es el nuevo nacimiento: “Lo que es nacido del Espíritu, espíritu es”. Ezequiel también nos informa: “Pondré espíritu nuevo dentro de vosotros” (36:26). Por eso, en la regeneración recibimos un nuevo espíritu. En cierta ocasión el Señor Jesús dijo: “Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida” (Juan 6:63). Nuestra vida y obra deben, por lo tanto, estar dentro de la esfera de la acción del espíritu. Cuando Dios nos usa, Él siempre obra en el espíritu y a través de él. “Sed llenos del Espíritu” (Efesios 5:18) indica que este nuevo espíritu debe ser lleno del Espíritu Santo. En otras palabras, Dios llena nuestro espíritu con Su Espíritu Santo.
El Espíritu Santo obra en nuestro espíritu, pero el espíritu maligno obra en nuestra alma. Él no tiene cómo iniciar su obra en el espíritu del hombre; su obra se restringe al alma. Lo que él ha hecho en los últimos cinco o seis mil años, lo está haciendo actualmente y continuará haciéndolo en el futuro. ¿Por qué él desea ser omnipotente, omnipresente y omnisciente como Dios? Por ninguna otra razón sino por lo que él pueda realizar con el poder del alma del hombre. Podemos decir que mientras que el Espíritu Santo es el poder de Dios, el alma del hombre parece ser el poder de Satanás.
Qué tristeza que tantas personas ignoren el hecho de que muchas prácticas ascéticas, respiraciones y meditaciones abstractas del budismo y taoísmo, el hipnotismo de Europa occidental, y los innumerables prodigios vistos en las investigaciones psíquicas, son sólo las manifestaciones del poder latente del alma del hombre. Ellos no saben cuán tremendo es el poder del alma.
Hermanos y hermanas, no consideremos eso como un problema pequeño, ni lo rechacemos considerándolo apenas como investigación para los eruditos. En realidad eso tiene efectos profundos sobre nosotros.
LOS DOS LADOS DEL PODER DEL ALMA
Según la Biblia, el poder latente del alma parece incluir dos tipos. Eso se compara con la clasificación mirada desde el punto de vista psicológico. Confesamos no poder dividir nítidamente estos dos tipos; todo lo que podemos decir es que parece que existen dos tipos diferentes en el poder latente del alma: uno parece ser el tipo común, y el otro es el tipo milagroso. Uno parece ser natural y el otro sobrenatural; uno parece ser humanamente comprensible, el otro parece estar más allá de la comprensión humana.
El término “mente” en psicología es más amplio en su significado del que es usado en la Biblia. Lo que los psicólogos dan a entender por “mente” o “corazón” incluye dos partes: consciente y subcons¬ciente. El lado subconsciente es lo que llamamos parte milagrosa del poder del alma. Aunque los psicólogos hagan distinción entre consciente y subconsciente, difícilmente pueden separarlos. Ellos sólo clasifican las manifestaciones psíquicas más comunes como corres¬pondientes al primer tipo (del consciente), y las manifestaciones extraordinarias o milagrosas las agrupan bajo la segunda categoría (del subconsciente). Nosotros generalmente incluimos sólo aquellas manifestaciones comunes dentro de la esfera del alma, no sabiendo que las manifestaciones extraordinarias y milagrosas son también del alma, aunque manifestaciones de ese tipo corresponden más a la esfera del subconsciente. Debido a los varios grupos de poder latente en las almas individuales, algunos hombres manifiestan los fenómenos más dentro del primer tipo, mientras que otros, más dentro del segundo tipo.
Todos los que sirven al Señor deben prestar atención especial a este punto, de lo contrario serán llevados por los poderes milagrosos mientras estén ayudando a las personas. Déjeme enfatizar entre alma y espíritu: el alma caída de Adán pertenece a la vieja creación, pero el espíritu regenerado pertenece a la nueva creación. Dios obra con el espíritu del hombre, pues esta es su vida regenerada, su nueva creación. Satanás, por otro lado, edifica con el alma del hombre, esto es, el alma caída en Adán. Él sólo puede usar la vieja creación, porque la vida regenerada en la nueva creación, no peca. 1Juan 3:6.
“El poder latente del alma”
Watchman Nee
¡Jesús es el Señor! - Jesus is Lord - Jesus ist der Herr - Yeshua adonai - Gesù è il Signore - Jésus est Seigneur - Ιησους ειναι ο Λορδος - Иисус – Господь - يسوع هو الرب - 耶稣是主 - 主イエスは - Jesus é o Senhor - Jesus är lorden – Jesus är Herre
Literatura disponible en:
corpocri@yahoo.com
laiglesiaenarmenia@yahoo.com