LA DIFERENCIA ENTRE SER UN MIEMBRO Y SER UN CRISTIANO
El Nuevo Testamento nos muestra que existe una diferencia entre ser un miembro y ser un cristiano. Ser cristiano denota una persona individual, mientras que ser un miembro hace referencia a una entidad corporativa. Uno es cristiano para sí mismo, pero uno es miembro para el beneficio del Cuerpo. En la Biblia hay muchas expresiones que tienen significados opuestos, tales como la pureza y la inmundicia, lo santo y lo común, la victoria y la derrota, el Espíritu y la carne, Cristo y Satanás, el reino y el mundo, y la gloria y la vergüenza. Todos estos son términos opuestos. De igual forma, el Cuerpo está en contraposición con el individuo. Así como el Padre es contrario al mundo, el Espíritu a la carne, y el Señor al diablo, de la misma forma el Cuerpo es lo opuesto al individualismo. Una vez que uno ve el Cuerpo de Cristo, es librado del individualismo y ya no vive para sí, sino para el Cuerpo. Al ser librados del individualismo, espontáneamente estamos en el Cuerpo.
El Cuerpo de Cristo no es una doctrina sino un ámbito. No es una enseñanza, sino una vida. Muchos cristianos procuran enseñar la verdad acerca del Cuerpo, pero pocos conocen la vida del Cuerpo. El Cuerpo de Cristo es una experiencia que se tiene en una esfera totalmente diferente. Es posible que alguien conozca todo el libro de Romanos y aun así no ser justificado. De manera semejante, un hombre puede conocer con mucho detalle todo el libro de Efesios, sin haber visto el Cuerpo de Cristo. No necesitamos conocimiento, sino revelación, para comprender la realidad del Cuerpo de Cristo y para entrar en la esfera del Cuerpo. Solamente una revelación de parte de Dios nos puede introducir en la esfera del Cuerpo, y sólo entonces, el Cuerpo de Cristo llegará a ser nuestra experiencia.
En Hechos 2 parece como si Pedro estuviese predicando el evangelio solo, y que tres mil personas hubieran sido salvas por intermedio de él. Pero debemos recordar que los otros once apóstoles estaban de pie junto con él. El Cuerpo de Cristo estaba predicando el evangelio; ésta no era la predicación de un solo individuo. Si tenemos la visión del Cuerpo, veremos que el individualismo no nos conducirá a ningún lado.
Si nos damos cuenta de que como cristianos no somos más que miembros, dejaremos de ser orgullosos. Todo depende de nuestra visión. Los que logran ver que son miembros, ciertamente tienen muy en alto el Cuerpo y honran a los demás miembros. No se limitarán a ver sus propias virtudes, sino que estarán dispuestos a estimar a los demás como mejores que ellos mismos.
Cada miembro tiene una función, y todas las funciones benefician al Cuerpo. La función de un miembro es la función de todo el Cuerpo. Cuando un miembro hace algo, todo el cuerpo lo hace. Cuando la boca habla, todo el cuerpo está hablando. Cuando las manos trabajan, todo el cuerpo está trabajando. Cuando las piernas caminan, todo el cuerpo está caminando. No podemos separar a los miembros del cuerpo. Por lo tanto, las actividades de los miembros del Cuerpo deben redundar en el bien del Cuerpo. Todo lo que los miembros hagan debe beneficiar al Cuerpo. Efesios 4 dice que el Cuerpo está creciendo hasta la estatura de un hombre plenamente maduro. No dice que los individuos crecen hasta llegar a ser hombres plenamente maduros. En el capítulo tres la capacidad de conocer el amor de Cristo y de comprender la anchura, la longitud, la altura y la profundidad de El, se obtiene con todos los santos. Nadie puede conocer ni comprender solo. Un individuo no tiene el tiempo ni la capacidad de experimentar el amor de Cristo de esta manera.
En 1 Corintios 12:14 al 36 habla de dos conceptos erróneos que pueden tener los miembros: (1) “Porque no soy ... no soy del cuerpo” (v. 15). Esto es menospreciarse a sí mismo y codiciar la función de otros. (2) “No te necesito” (v. 21). Esto es ser orgulloso y pensar que uno puede incluirlo todo, menospreciando así a los demás. Ambos conceptos son nocivos para el Cuerpo. No debemos tratar de imitar a otros miembros ni codiciar su función. Si evitamos esto, no nos desanimaremos ni nos daremos por vencidos al ver que no podemos ser como ellos. Al mismo tiempo, no debemos menospreciar a otros miembros creyéndonos mejores y más útiles.
Ningún verdadero siervo del Señor debe permitir que sus pensamientos y emociones actúen independientemente. Cuando su hombre interior requiera liberación, el hombre exterior deberá proporcionarle un canal por el cual el espíritu pueda salir y llegar a otros. Si no hemos aprendido esta lección, nuestra efectividad en la obra del Señor será muy limitada.
“Señor, por el bien de la iglesia, por el avance del evangelio, para que Tu tengas libertad de actuar y para que yo mismo pueda avanzar espiritualmente, me entrego a Ti total e incondicionalmente. Señor, con gusto y humildemente me pongo en Tus manos. Estoy dispuesto a que te expreses libremente por medio de mí”.
Watchman Nee
“Señor, doblega a la iglesia para que salves al mundo” Evan Roberts
¡Jesús es el Señor! - Jesus is Lord - Jesus ist der Herr - Yeshua adonai - Gesù è il Signore - Jésus est Seigneur - Ιησους ειναι ο Λορδος - Иисус – Господь - يسوع هو الرب - 耶稣是主 - 主イエスは - Jesus é o Senhor - Jesus är Herre
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