LA INTERCESION DE LOS MIEMBROS
Muchos hemos tenido la experiencia de que cuando estamos secos y no vemos cómo seguir adelante, necesitamos que otros hermanos y hermanas intercedan por nosotros para que podamos proseguir. En una ocasión estuve enfermo durante ciento setenta y seis días. Yo oraba por mi salud todos los días, pero nada sucedía. Cuando me cansé de orar, le pedí a un hermano del cual no tenía muy alto concepto, que orara por mí. Para mí sorpresa, recibí ayuda con su intercesión, y me recuperé en poco tiempo. El hermano Holz es muy conocido por su vida de oración. Cuando él era misionero en China, con frecuencia le pedía a un hermano joven que orara con él. Aún si el joven no tenía nada que decir, le era de mucha ayuda cuando el joven se sentaba con él en el cuarto. Hermanos y hermanas, recuerden que ésta es la provisión del Cuerpo. La suministración del Cuerpo de Cristo es una realidad. Usted nunca podrá progresar en muchas cosas, no importa cuánto se esfuerce. Pero una vez que traiga el asunto al Cuerpo, el problema quedará resuelto. En esto consiste el suministro del Cuerpo de Cristo.
En los años posteriores a 1930, muchos experimentaron el derramamiento del Espíritu Santo en diferentes lugares de China, en especial en la provincia de Shantung. Para entonces yo ya llevaba diez años de haber sido salvo. Deseaba experimentar el derramamiento, pero no lo conseguía. Más tarde, fui a Chefoo y les pedí a los hermanos y hermanas que oraran por mí. No pasó mucho tiempo cuando recibí el derramamiento. Había un hermano en Inglaterra que tenía el conocimiento de la victoria en Cristo, pero no había podido vencer cierto pecado. Algunos hermanos y yo oramos por él, y logró vencer. Podría mencionar docenas de ejemplos que muestran el resultado de la intercesión del Cuerpo. La oración del Cuerpo proporciona el suministro de vida a los miembros que tienen necesidad. Dios imparte Su suministro de vida a Sus miembros por medio de muchos otros miembros. Si el dedo necesita el suministro de la sangre, tiene que recibirlo por medio del hombro y del brazo. De igual manera, como miembros del Cuerpo, recibimos nuestro suministro por medio de los demás miembros. Por tanto, es absurdo tratar de separarnos de los demás miembros.
VIVIMOS EN EL CUERPO DE CRISTO
¿Qué son los ojos, los oídos, las manos y los pies? Son Cristo mismo. La Cabeza es Cristo, y el Cuerpo también es Cristo. Cada miembro es parte de la vida de Cristo. Cada vez que rechazo la ayuda de otros miembros, rechazo la ayuda de Cristo. Si no reconozco que necesito a los demás miembros, niego por ende que necesito a Cristo. Así como no puedo ser independiente de la Cabeza, tampoco puedo serlo del Cuerpo. El individualismo es abominable a los ojos de Dios. Lo que yo no sepa, otro miembro del Cuerpo lo sabrá; lo que no vea, otro miembro lo verá; lo que no pueda hacer, otro miembro podrá hacerlo. Por lo tanto, debo permitir que los demás miembros suplan mis necesidades. Debemos beneficiarnos constantemente de la comunión del Cuerpo, pues es nuestra misma vida.
En el Antiguo Testamento estar fuera de la comunión era el castigo más severo que podía sobrevenir a los hijos de Israel. “Será cortado de entre su pueblo”, era la sentencia. Esto es algo muy serio. Si Dios tuviese la intención de que viviéramos como individuos, podríamos perfectamente progresar estando separados el uno del otro. Pero El nos puso como miembros de Su Cuerpo, y por lo tanto, es imposible que crezcamos estando separados el uno del otro.
Todos necesitamos ver la realidad del suministro que hay en el Cuerpo de Cristo y también tenemos que aprender a vivir en el Cuerpo y a recibir la suministración del Cuerpo. En el Antiguo Testamento, el candelero estaba situado en el santuario. Para que un hombre pudiera ver la luz, debía entrar en el santuario. En el Nuevo Testamento el santuario es la iglesia. Si un hombre quiere ver la luz, debe venir a la iglesia. En las reuniones de la iglesia y entre los hermanos y hermanas, la luz de Dios es mucho más intensa que en los individuos. Hoy en día el santuario de Dios es la iglesia; Dios mismo mora en la iglesia. Por consiguiente, Su luz está en la iglesia. Un hombre puede recibir luz sólo si viene a la iglesia. Todo lo que Cristo tiene está en Su Cuerpo. Sólo un hombre necio podría decir que puede ser un cristiano solitario. Tarde o temprano, todos los cristianos individuales se secarán. Mientras vivamos en el Cuerpo, recibiremos su suministro, no importa cuál sea nuestra condición. Todos los miembros deben aprender a valorar la suministración del Cuerpo y a estimar a cada miembro. Todos necesitamos aprender a vivir en el Cuerpo, bajo el suministro del Cuerpo.
Ningún verdadero siervo del Señor debe permitir que sus pensamientos y emociones actúen independientemente. Cuando su hombre interior requiera liberación, el hombre exterior deberá proporcionarle un canal por el cual el espíritu pueda salir y llegar a otros. Si no hemos aprendido esta lección, nuestra efectividad en la obra del Señor será muy limitada.
“Señor, por el bien de la iglesia, por el avance del evangelio, para que Tu tengas libertad de actuar y para que yo mismo pueda avanzar espiritualmente, me entrego a Ti total e incondicionalmente. Señor, con gusto y humildemente me pongo en Tus manos. Estoy dispuesto a que te expreses libremente por medio de mí”.
Watchman Nee
“Señor, doblega a la iglesia para que salves al mundo” Evan Roberts
¡Jesús es el Señor! - Jesus is Lord - Jesus ist der Herr - Yeshua adonai - Gesù è il Signore - Jésus est Seigneur - Ιησους ειναι ο Λορδος - Иисус – Господь - يسوع هو الرب - 耶稣是主 - 主イエスは - Jesus é o Senhor - Jesus är Herre
Literatura disponible en:
Living Stream Ministry
corpocri@yahoo.com
laiglesiaenarmenia@yahoo.com