hgo1939 Moderador
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| Tema: EL REINO ES JUSTICIA, PAZ Y GOZO Mar Oct 23, 2012 11:22 pm | |
| EL REINO ES JUSTICIA, PAZ Y GOZO En Romanos 14:17, el apóstol Pablo dice que el reino de Dios es “justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”. La justicia se aplica a las relaciones humanas que tenemos con otros. Debemos ser justos con nosotros mismos, tener paz para con los demás y estar llenos de gozo ante Dios. Si usted no está gozoso delante de Dios y con Dios, eso significa que está mal con Dios. Nuestra vida diaria debe corresponder a Romanos 14:17. En nuestro salón de reuniones en Taiwan, solíamos tener bancas y no sillas individuales. Cuando no esperábamos que muchas personas llegaran a la reunión, anunciábamos que cada banca debía servir para cuatro personas; pero cuando esperábamos que más personas llegaran a la reunión, anunciábamos que cada banca debía servir para cinco personas. Algunos de los hermanos y hermanas, sin embargo, no compartían justa y equitativamente su espacio con los demás. Si usted es un cristiano que está sujeto al gobierno celestial y que participa de la realidad del reino de los cielos, ciertamente no ocuparía el espacio que corresponde a otra persona. Inclusive, sacrificaría una pequeña porción de su propio lugar para el beneficio de otros. Si fallamos en este asunto, significa que somos avaros. No piense que todos los cristianos son personas maravillosas; muchos de ellos son egoístas y no se someten al gobierno de los cielos. Como no son justos consigo mismos, no tienen paz para con otros ni tampoco están llenos de gozo ante Dios ni con Dios. Si usted está mal con Dios, no será feliz. Pero si se somete al gobierno de los cielos, será recto consigo mismo, tendrá paz para con los demás y disfrutará de gozo ante Dios. Este es el gobierno celestial. Esto es lo que significa estar en la realidad del reino de los cielos. Usted puede ser un miembro regenerado de la iglesia y aun así no someterse al gobierno de los cielos. O sea, aunque esté en la iglesia, no se halla en la realidad del reino de los cielos. Si usted es un cristiano derrotado que no vive en la realidad del reino de los cielos, ¿dónde estará cuando el Señor Jesús regrese? En el pasado algunos han enseñado que cuando el Señor regrese, aunque uno viva derrotado, será tratado igual que un cristiano victorioso y que, por lo tanto, participará de la manifestación del reino de los cielos, y reinará juntamente con el Señor. Este concepto no es lógico. EL REINO COMO HERENCIA Consideremos el caso presentado en el capítulo cinco de 1 Corintios. Un hermano que formaba parte de la iglesia en Corinto, cometió un pecado que aun los incrédulos condenarían. Leamos 1 Corintios 5:1 y 5: “De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se da entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre ... el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor”. Cuando el Señor Jesús regrese, ¿perecerá eternamente aquel pecador? ¡No! El versículo 5 dice: “a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor”. Cuando el Señor Jesús regrese, ciertamente el apóstol Pablo participará en la manifestación del reino de los cielos y reinará juntamente con el Señor Jesús, porque él ya vivía en la realidad del reino de los cielos. Pero, ¿qué acerca del hermano pecaminoso de Corinto? ¿Piensa usted que él participaba en la realidad del reino de los cielos? El estaba en la iglesia en Corinto, pero no se hallaba en la realidad del reino de los cielos. Ese creyente pecaminoso y derrotado, que vivía en fornicación, ciertamente no participará en la manifestación del reino de los cielos, ni reinará con el Señor. Leamos, además, 1 Corintios 6:6-7: “En cambio, el hermano va a juicio contra el hermano, y esto ante los incrédulos. Así que, por cierto ya es un fracaso para vosotros que tengáis litigios entre vosotros. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?” La actitud del Señor ante el hermano que se hallaba en fornicación y ante aquellos que se defraudaban mutuamente, se encuentra en los versículos 9 y 10: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os desviéis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los que viven de rapiña, heredarán el reino de Dios”. El capítulo cinco muestra que un fornicario todavía es salvo, pero el capítulo seis muestra que semejante persona no puede heredar el reino de Dios. La Palabra no dice que no entrará en el reino de Dios, sino que no heredará el reino de Dios. Existe una gran diferencia entre ingresar al reino de Dios y heredar el reino de Dios. Para entrar en el reino de Dios, simplemente necesitamos nacer de nuevo (Jn. 3:3, 5); sin embargo, para heredar el reino de Dios, necesitamos vivir en la realidad del reino de los cielos ahora. ¿Cuándo heredarán los vencedores el reino de Dios? Ciertamente esto ocurrirá cuando el Señor Jesús regrese. El reino hoy no es un disfrute, sino un ejercicio. Actualmente no lo disfrutamos ni lo heredamos, sino que nos ejercitamos a fin de permanecer en la realidad del reino de los cielos. Pero cuando el Señor Jesús regrese, disfrutaremos del reino. En aquel tiempo, gozaremos del reino y seremos correyes que rigen juntamente con el Señor Jesús. El reino será nuestra herencia. Ser regenerados y entrar en el reino no es lo mismo que heredar el reino de Dios. Continua… W. Lee ¡Jesus es el Señor!
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