AGUAS REFRESCANTES 27 de OCTUBRE
Yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico. Ap. 3: 18
Si deseamos seguir en el camino de Filadelfia y no caer en la condición de Laodicea, entonces debemos aprender a ser humildes delante de Dios. He oído decir: “La bendición del Señor está en nuestro medio". Reconozco verdad de esto, pero debemos proceder con mucha cautela cuando lo decimos. Si algún día nos sentimos animados a decir que somos ricos, que tenemos riquezas y no necesitamos de nada, estaremos muy cerca de la condición de Laodicea.
Recordemos que todo lo que poseemos lo hemos recibido de Dios. Aquel que está delante del Señor está consciente de su propia riqueza, sino sólo del Señor El que ha estado en la presencia del Señor sale enriquecido y sin embargo no estará consciente de sus riquezas.
El resplandor del rostro de Moisés se desvaneció y fue bueno para él que así sucediera. De lo contrario, al llegar a saberlo, él probablemente hubiera caído en la tibieza.