Alimento diario (Semana 21)

Alimento diario (Semana 21)
LLAMANDO A LOS VENCEDORES
Semana 21 --- El fuego de prueba (1 P 4:12-13).
Lunes -- Lectura Bíblica -- (Mt 16:24-25; Jn 3:16; 5:24; 10:28-29; 1 Co 3:12-15; 1 P 1:6-9; 4:12-13).
Leer con oración: “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? (Mt 16:26). Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” (2 Co 5:10).
MADURAR PARA REINAR CON CRISTO
Dios tiene una comisión importante para el hombre gobernar el mundo venidero (He 2:5). Para ello, después de creer en el nombre del Señor Jesús y nacer de nuevo, aún necesitamos permitir que la vida divina crezca en nosotros, y eso sucede en la medida que nos neguemos a nosotros mismos (Jn 1:12; 3:3-5; 12:24-26; Cfr. Mt 16:24-26). Sin el aumento de la vida de Dios, no seremos aprobados en el tribunal de Cristo.
Todos los que creemos en Cristo y fuimos regenerados compareceremos ante Su tribunal, para que cada uno reciba según lo que haya echo mientras estaba en el cuerpo sea bueno o sea malo, es decir que cada uno recibirá conforme a su crecimiento en vida y a la obra que haya echo (2 Co 5:10; Mt 25:1-30). No obstante, en caso de que seamos reprobados en aquel dia, no seremos lanzados al lago de fuego, pues el tribunal de Cristo no será para juzgar si alguien tiene la vida eterna o perecerá eternamente, sino para evaluar si los hijo de Dios obtendrán el galardón o si necesitaran ser disciplinados (1 Co 3:12-15).
La salvación de nuestro espíritu es eterno, segura y eficaz (Jn 3:16; 5:24; 10:28-29), desde que creímos en el Señor Jesús he invocamos Su nombre de corazón (Ro 10:13). La obtuvimos por la gracia y no por nuestras obras (Ef 2:. Pero para reinar con Cristo durante los mil años (Ap 20:6), nuestra alma también necesita ser salva. Para que esto suceda necesitamos cooperar pues mientras más nos neguemos a nosotros mismos en esta era, más creceremos y maduraremos en la vida divina y esta madurez nos calificara para gobernar en el mundo venidero.
Si no hemos madurado lo suficiente cuando el Señor venga, entonces todavía tendremos la oportunidad de pasar por el calor del fuego, que nos obligara a madurar durante el milenio. Sólo después de pasar por esta disciplina estaremos aptos para formar parte de la nueva Jerusalén por toda la eternidad futura. Esta “madurez forzada” es semejante a la que se usan para las frutas que están “verdes”, las cuales se dejan en un lugar sofocante y relativamente cálido durante un determinado período de tiempo.
Pero si deseamos ser aprobado ser aquel dia, nuestra alma necesita pasar hoy por la prueba de fuego, por el sufrimiento necesario para que haya purificación y salvación (1 P 1:6-9). Por tanto, es importante que entendamos que el fuego de prueba que titula el mensaje de esta semana se refiere al sufrimiento necesario en esta era para poder purificar nuestra alma, para salvarla, teniendo como fin nuestra madurez, para reinar con Cristo en la era venidera (4:12-13).
Frente a esto, necesitamos examinar nuestra condición espiritual para ver si todavía estamos “verdes” o su ya maduramos lo suficiente. Si somos sinceros y tenemos un corazón vuelto al Señor, percibiremos que necesitamos negarnos a nosotros mismos y ceder más despacio a la vida de Dios. Sin embargo, es incomparablemente mejor pasar por la prueba de fuego hoy y escoger negar la vida del alma desde ya, que ser sorprendidos con la disciplina del Señor durante su tribunal y tener que pasar por el fuego durante el fuego milenario.
Punto clave: Negar la vida del alma para ser aprobado en el tribunal de Cristo
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Por qué es necesario pasar hoy por la prueba de fuego?

LLAMANDO A LOS VENCEDORES
Semana 21 --- El fuego de prueba (1 P 4:12-13).
Martes -- Lectura Bíblica -- (Mt 17:1-8; Lc 22:50-51).
Leer con oración: “Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd. Y alzando ellos los ojos, a nadie vieron sino a Jesús solo”. (Mt 17.5, .
APRENDER DEL APOSTOL PEDRO
En el pasado, pensábamos que Dios utilizaba el sufrimiento físico como la estrategia principal para llevarnos a negar la vida del alma. Por ejemplo cuando nos afectaba un accidento o una enfermedad, entendíamos que Dios nos estaba llevando a negar a nosotros mismos en aquella situación. Cuando el problema se solucionaba pensábamos que aviamos negado la vida del alma lo necesario. Con el tiempo, nos dimos cuenta de que esta no es la manera más eficaz para recibir el trabajar de Dios en nuestro corazón. Lamentablemente, incluso después de haber pasado por situaciones difíciles y hasta dramáticas, mucho continúan siendo orgullosos inflexibles y fuertes en su opinión personal.
La manera que Dios utilizo para madurar a pedro fue probarlo con el fuego de prueba del Espíritu. En Mateo 16, Pedro obtuvo la revelación de Dios padre de que Cristo es el hijo de Dios viviente; inmediatamente después de eso, el Señor Jesús le revelo la iglesia como el ambiente en donde nos negamos a nosotros mismos para seguirle (Mt 16:17-18).
Aunque ya había recibido la revelación de Cristo y de la iglesia, Pedro aun estaba lleno de sí mismo y de sus propias opiniones. Por esta razón, el Señor le reveló que para seguirlo, Pedro aún necesitaba negarse a sí mismo, es decir, necesitaba negar su ego.
En Mateo 17 vemos a Dios tratando con la vida del alma de Pedro. Cuando el Señor Jesús fue transfigurado, Pedro, Jacobo y Juan presenciaron que Elías y Moisés hablaban con Él. En esa ocasión, Pedro le dijo a Jesús: “Señor bueno es que para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elias” (v. 4). Al instante, él fue interrumpido por una nube de luz que los cubrió y una voz que decía: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd” (v. 5). Esto muestra que debemos negar nuestras preferencias y oír unicamente al Señor.
Ademas en Mateo 17 ocurrió otra situación en la que Pedro manifestó su opinión sin antes oír al Señor. Cuando los cobradores del impuesto para el templo le preguntaron: si Jesús pagaba el tributo, él respondió que sí. Pero cuando entró en la casa, el Señor Jesús le dijo: “¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quienes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraños? Pedro e respondió: De los extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos” (vs. 25-26). Por ser el Hijo de Dios, el Señor Jesús estaba exento de impuestos. Aun así, como Pedro se adelanto a decir que Él pagaría, dando lugar a su propia opinión, el Señor Jesús le dijo que fuera al mar y echara el anzuelo. El primer pez que sacara traería en la boca un estatero para pagar como impuesto por el señor y por Pedro.
El Señor hizo esto para que Pedro aprendiera a lección de no abrir la boca precipitadamente, sin depender de Él. Creemos que mientras esperaba para sacar el pez, Pedro tuvo tiempo para arrepentirse y percibir cuan perjudicial era su vida del alma. Mientras esperaba y se arrepentía, él debe haber experimentado un fuego de prueba que quemaba sus impurezas.
El aprendizaje de Pedro fue gradual, pues en otras ocasiones su vida del alma volvió a manifestarse, como cuando en el huerto de Getsemani uso una espada y le cortó la oreja al soldado que estaba a punto de apresar al Señor Jesús. Nuevamente, las características naturales de Pedro se manifestaron y el Señor le enseñó una lección más, al sanar la oreja del soldado y al mostrarle que no necesitaba de su ayuda personal (Lc 22:50-51).
Alabado sea el Señor, porque en todas las situaciones tenemos la oportunidad de negar la vida del alma y, tal como Pedro, aprender a oír al Hijo de Dios
Punto clave: Tiempo para el arrepentimiento.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Qué situaciones revelan que el aprendizaje del apóstol Pedro fue gradual?

LLAMANDO A LOS VENCEDORES
Semana 21 --- El fuego de prueba (1 P 4:12-13).
Miércoles -- Lectura Bíblica -- (Gn 4:3-5; Mt 16:21-23).
Leer con oración: “¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía” (Job 42:3).
LO QUE ESTA DETRÁS DEL LADO BUENO DE LA VIDA DEL ALMA
La vida del alma de Pedro se manifestaba principalmente cuando intentaba hacer el bien. En Mateo 16:21-23, vemos que Pedro comenzó a reconvenir al Señor, cuando Él le dijo que le era necesario ir a Jerusalén, sufrir, morir y resucitar al tercer dia. Pedro le dijo al señor que tuviera compasión de Sí mismo, que eso de ninguna manera le aconteciera. En el lugar de Jesús, nosotros probablemente aprobariamos la actitud de Pedro. Esta es una visión superficial de la situación. Muchas veces expresamos nuestra opinión según el lado bueno de nuestra vida del alma y no conforme a la voluntad de Dios.
Pero el señor era fiel a la voluntad del Padre por sobre todo y reconoció que Satanás estaba utilizando la emoción de Pedro para impedirle realizarla. ¿Quien habría imaginado que las palabras amorosas de Pedro eran un obstáculo para la voluntad de Dios? Si el Señor le hubiera dado oídos y no hubiera sido crucificado y muerto, no tendríamos la redención ni tampoco la iglesia habría sido engendrada. Así, el propósito de Dios de salvar al hombre y prepararlo para reinar seria perjudicado. Este era el intento de Satanás y fue por eso que el Señor le dijo a Pedro:“¡Quitate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en la de los hombres” (v. 23).
Lo mismo que sucedió con Pedro puede suceder con nosotros, porque el alma tiene dos lados: el bueno y el malo. La parte mala de la vida del alma fácilmente la percibimos y rechazamos, porque ella nos lleva directamente al pecado. La parte buena no se nota con facilidad, pues se relaciona incluso con nuestro servicio a Dios. Por ejemplo cuando Caín presentó una ofrenda al Señor, lo hizo según el esfuerzo proveniente del alma. Al ser rechazado, se entristeció. Cuando Dios lo aconsejó sobre lo que debía hacer, Caín no se arrepintió. Al contrario, aquello que parecía tan bueno en su alma, se volvió malo, a tal punto que asesinó a su hermano, Abel (Gn 4:3-5).
Puesto que la vida de la iglesia consiste seguir al Señor, debemos negar no solo la parte mala de la vida del alma, sino también la parte buena, pues ambas tienen el mismo origen: Satanás. En el registro de la experiencia de Pedro, el Señor reprendió a Satanás, porque el origen de aquella buena actitud era satánico. De hecho, todo lo que es producido por al vida del alma, sea bueno o sea malo, tiene origen en Satanás. Por eso es muy importante que neguemos el ego, tanto en aquello que se inclina hacia el pecado, como en aquello que produce cosas buenas, pero que impiden que la voluntad de Dios se cumpla. Debemos practicar esto, no sólo en las reuniones de la iglesia o cuando estamos involucrados en el servicio a Dios, sino en todo momento, principalmente en la vida familiar y social.
Punto clave: Ser fiel a la voluntad de Dios
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Por qué debemos rechazar no sólo la parte mala, sino también la parte buena de la vida del alma?

LLAMANDO A LOS VENCEDORES
Semana 21 --- El fuego de prueba (1 P 4:12-13).
Jueves -- Lectura Bíblica -- (Mt 3:11; 25:23; Jn 21:3; He 2:7; 1 P 1:6-7).
Leer con oración: “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría” (1 P 4:12-13).
EL FUEGO PURIFICADOR
Después de la muerte y la resurrección del Señor, Pedro volvió a pescar y llevó a los otros discípulos consigo, pero durante toda la noche no pescaron nada (Jn 21:3). Al amanecer, Jesús estaba en la playa y les dijo que echaran la red a la derecha de la barca y los discípulos lo hicieron, con lo cual sacaron una gran cantidad de peces.
Al descender a tierra, los discípulos vieron que Jesús ya les había preparado pescado y pan. En aquella ocasión, el Señor los alimentó y le preguntó a Pedro, tres veces seguidas, si lo amaba. Pedro se entristeció con eso, por pensar que el Señor dudaba de su amor. El señor le quiso mostrar que de ahí en adelante, el ya no actuaría más según su propia voluntad, sino bajo la orientación del Espíritu. Puesto que tenía la vida divina, la voluntad de Pedro sería restringida, de modo que, en su madurez, se sometería totalmente a la voluntad de Dios.
Pedro practicó esta palabra, experimentando el bautismo del Espíritu Santo y fuego (Mt 3:11). Él puso en practica la palabra predicada por Juan el Bautista, cuando fue purificado por el fuego del Espíritu. Como hemos visto, aplicar el fuego del Espíritu es la manera más eficaz de rechazar la vida del alma. Esto es semejante al proceso de quemar para eliminar los espinos y las malezas del suelo, a fin de prepararlo para la plantación. Los espinos arrancados pueden volver a crecer, pero si el fuego los quema, son totalmente eliminados. Nuestra vida del alma es así. Aunque nos esforcemos, no logramos ser limpiados completamente.
En reiteradas ocasiones, la vida del alma de Pedro se manifestó, pero él percibió que la solución definitiva era someterse a la prueba de fuego del Espíritu. Este fuego quema interiormente y no sólo exteriormente. Para experimentar este quemar interior, debemos vivir y andar en el espíritu constantemente. De esta manera, la vida del alma será eliminada con más eficacia.
El resultado es descrito en Primera de Pedro 4:12-13. “Amados no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría”.
En Hebreos 2:7 vemos que Dios hizo al hijo del hombre un poco menor que los ángeles. Aunque todavía no tenemos el suficiente crecimiento de la vida divina, si perseveramos en seguir al Señor, un día seremos coronados de gloria y de honra. El resultado de ser purificados con el fuego del Espíritu es recibir alabanza, gloria y honra cuando Jesucristo sea manifestado (1 P 1:6-7). La alabanza indica la aprobación del Señor en el tribunal de Cristo (Mt 25:23). Recibir gloria significa expresar la naturaleza de Dios en plenitud, y recibir honra es alcanzar una posición en el reino para gobernar con Cristo.
Punto clave: El Espíritu quema interiormente.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Cuál es la manera más eficiente de tratar con la vida del alma?

LLAMANDO A LOS VENCEDORES
Semana 21 --- El fuego de prueba (1 P 4:12-13).
Viernes -- Lectura Bíblica -- (Mt 3:8; 13:38; 1 Co 8:1b; 2 Co 11:13-14; Fil 3: 2; 1 Ti 4:6; 2 Ti 2:24; 1 P 5:5).
Leer con oración: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros (Fil 2:3-4).
CRECER Y PRODUCIR FRUTOS CON HUMILDAD
Pensar que tener el conocimiento de muchas verdades bíblicas significa ser mejor que los demás cristianos proviene del orgullo y revela una característica evidente de quien vive según la vida del alma. Una actitud arrogante e inadecuada ciertamente será rechazada por los otros cristianos.
Esta actitud orgullosa, soberbia, es semejante al crecimiento de la cizaña mencionada en la parábola de Mateo 13. Cuando la cizaña crece, se eleva más que el trigo, quitándole la luz del sol, y sus raíces se entrelazan con las del trigo, para robarle los nutrientes del suelo. Según la explicación del Señor, es necesario dejarlos crecer juntos, para que en la época de la siega se haga fácil diferenciar el uno del otro. La cizaña no se encorva cuando crece, sino que permanece “empinada”. Por su parte, la espiga de trigo se dobla después de crecer, madurar y producir espigas. Esto muestra que mientras más pasa el tiempo, más “orgullosa” se mantiene la cizaña, mientras que el trigo, por fructificar se vuelve más “humilde”
Al hablar sobre la cizaña, el Señor se refirió a los hijos del malo, aquellos que viven y son gobernados por la naturaleza maligna (v. 38). No obstante, si un hijo de Dios vive por la vida del alma, éste también será influenciado por la naturaleza maligna y puede ser usado por el enemigo para estorbar a los hijos del reino a crecer en paz (Fil 3:2; 2 Co 11:13-14).
El orgullo es una de las manifestaciones de la vida del alma. Cuando nos enorgullecemos, pensando de nosotros mismos más de lo que conviene, le damos espacio al obrar del enemigo de Dios. Incluso con relación al conocimiento bíblico, si no practicamos lo que aprendemos cuando leemos u oímos la palabra de Dios, aquello que sabemos se puede convertir en un simple cumulo de informaciones que produce soberbia (1 Co 8:1b). Asimismo discutir los puntos doctrinales no nos ayuda a crecer en la fe ni coopera con la comunión saludable entre los hijos de Dios (1 Ti 1:4; 2 Ti 2:24). Por eso, no seamos como la cizaña, sino como el trigo. Aunque tengamos algún conocimiento bíblico, debemos humillarnos y jamás exaltarnos sobre los otros (Fil 2:3-5).
Nuestro contacto con la Palabra debe tener como finalidad ser alimentados y alimentar a otros (1 Ti 4:6). Cuando tomamos la palabra de Dios como alimento, en oración, rumiándola y meditando en ella, obtenemos luz en cuanto a nuestra situación y somos sustentados por la vida divina para cumplir, en la práctica, la voluntad de Dios revelada a nosotros.
Por la misericordia del Señor, hemos sido iluminados sobre nuestra práctica en el pasado de tener un local de reuniones y esperar que las personas que contactábamos vinieran a nuestras reuniones. Por muy buenas que ellas fueran, no se logró el resultado deseado, pues logramos alcanzar sólo a un grupo muy pequeño de personas. Esto sucede porque para algunas existe el problema de la distancia, del traslado físico para otros, por causa de la actitud arrogante que teníamos en el pasado con relación a los demás cristianos, surgió una gran barrera. Pero, el Señor nos mostró que necesitábamos arrepentirnos e ir adonde ellos en todos los barrios y lugares, a fin de anunciarles el evangelio del reino y tener comunión en la vida divina (Mt 24:14). Para ello, Él nos dio dos herramientas: el colportaje y el Bookafé.
El Bookafé es un ambiente agradable que tiene como fin recibir a todas las personas. Independientemente de la clase social o convicción religiosa, nuestra responsabilidad en los Bookafés no es intentar convencer a nadie, sino orar por las personas y llevarlas a la Fe, presentándoles los libros espirituales, los cuales las ayudarán a conocer el plan eterno de Dios para el hombre. Asimismo, ellas además pueden disfrutar de un cafecito, mientras son asistidas espiritualmente.
Punto clave: Madurez y humildad.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Cómo podemos diferenciar el trigo de la cizaña?


LLAMANDO A LOS VENCEDORES
Semana 21 --- El fuego de prueba (1 P 4:12-13).
Sábado -- Lectura Bíblica -- (Hch 4:33-37; 2 Co 9:7; Fil 1:5; 4:15-16; 1 P 4:12).
Leer con oración: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan (Mt 6:19-20).
OFRENDAR Y DAR FRUTO
El fuego ardiente del Espíritu sirve para eliminar las impurezas de nuestro corazón (1 P 4:12). En Mateo 13, nuestro corazón es representado por un tipo de suelo en el cual crecen espinos y ahogan la palabra plantada en nosotros. Con respecto a este suelo, el Señor explica: “El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa” (v. 22). El corazón que se encuentra sobrecargado con las preocupaciones mundanas y las riquezas materiales surge como resultado de vivir bajo el control de la vida del alma. En esta situación, la palabra de Dios es“ahogada”, impidiéndonos producir fruto.
El engaño de las riquezas se refiere a las oportunidades que el mundo nos ofrece para invertir nuestro dinero. Mientras muchos anhelan lucrarse económicamente en el mundo de hoy, el Señor nos muestra que debemos hacer tesoros en el cielo (6:19-20). No necesitamos preocuparnos de ninguna cosa, porque Él tiene cuidado de nosotros (1 P 5:7). Al ser así, tenemos la libertad de ofrendar nuestros bienes en favor de la voluntad del Señor.
En el libro de Hechos encontramos el registro de varios cristianos que, al convertirse, vendieron sus bienes y pusieron el valor a los pies de los apóstoles (4:33-37). Nosotros, al igual que ellos, hoy debemos tener un corazón que no se apega a las riquezas, sino que desea ofrendar con alegría. Nuestra ofrenda debe ser según lo que hayamos propuesto en nuestro corazón y no sólo para las necesidades internas de la iglesia; ella también debe cooperar para divulgar la Palabra y para la propagación del evangelio del reino, haciendo posible que la Fe alcance a muchas personas (2 Co 9:7; Fil 1:5; 4:15-16). Sin esas ofrendas, muchos hermanos no serían alcanzados por la Palabra que promueve la Fe y el crecimiento espiritual.
Además cuando ofrendamos, permitimos que el fuego del Espíritu sea aplicado a nuestro corazón para que elimine todos los “espinos” que ahogan nuestro servicio a Dios, y así, finalmente, nos haga una buena tierra fructífera para Dios. Gracias al Señor, tenemos la oportunidad de ofrendar, lo que nos lleva a negar la vida del alma y a cooperar con el Señor en la propagación del evangelio en toda la tierra, preparándonos para reinar en el mundo venidero.
Punto clave: Hacer tesoros en el cielo
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Cuál es el resultado obtenido cuando ofrendamos nuestros bienes al Señor?


LLAMANDO A LOS VENCEDORES
Semana 21 --- El fuego de prueba (1 P 4:12-13).
Domingo -- Lectura Bíblica -- (Ex 28:30; Mt 24:14; Ef 1:3-14).
Leer con oración: “Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno” (Mt 13:23).
SALIR A SEMBRAR LA PALABRA DE DIOS
La propagación del evangelio del reino sigue el principio de la parábola del sembrador. Mateo 13 dice que el sembrador salió a sembrar. De igual manera la obra de la propagación del evangelio exige que salgamos, de modo que no podemos permanecer parados en nuestros locales de reuniones, esperando a que lleguen las personas. Necesitamos ir a donde están las personas y hacer posible que ellas se acerquen a la Palabra sin ninguna dificultad. El colportaje y los Bookafés han servido para promover la Fe y han sido usados por Dios para aumentar nuestra comunión con todos los cristianos.
La Fe que promovemos es la misma a la que Pablo se refiere en Primera de Timoteo 1:4, cuando menciona:“edificación de Dios que es por Fe”, la cual le fue revelada por Dios y registrada en Efesios 1. Se trata de la economía neo-testamentaria de Dios, según la cual el Dios Triuno (el Padre, el Hijo y el Espíritu) desea dispensarse hacia dentro del hombre como vida (Ef 1:13-14). Dios desea trabajar Su Persona y Su vida hacia dentro de nosotros. Por eso, Él nos escogió antes de la fundación del mundo y, en tiempo determinado, nos llamó, para que un día recibamos la primogenitura, la filiación plena, a fin de que gobernemos el mundo venidero (He 2:5). Este es el propósito de Dios al crearnos, redimirnos y regenerarnos.
Para alcanzar la plena filiación, Él nos colocó en la iglesia, que no es un lugar físico, ni una organización con reglas a seguir, sino un vivir en donde la vida divina puede crecer en nosotros. En este vivir, no sólo crecemos en vida, sino que también desempeñamos la obra del ministerio, propagando el evangelio del reino. Con esta finalidad, el Señor desea que cada uno de nosotros tenga la función de un sumo sacerdote. Así como el sumo sacerdote llevaba el nombre de las doce tribus de Israel sobre los hombros y el pectoral, vamos a llevar también nosotros el nombre de todos los hijos de Dios a Su presencia. De la misma manera que el sumo sacerdote llevaba el Urim y el Tumim en el efod, nosotros debemos presentar la revelación de la palabra de Dios a las personas por medio de los libros (Ex 28:30).
Vamos a salir a sembrar la palabra de Dios, pues nuestra meta es hacer que la Fe y el evangelio del reino sean accesibles a todas las personas, para testimonio a todas las naciones. Entonces vendrá el fin (Mt 24:14).
Punto clave: Promover la Fe en todo lugar.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Cuál es el principio de la propagación del evangelio del reino que nos muestra Mateo 13?
Lectura de apoyo:
Mi meta gobernar con Cristo –caps. 1-2 – Dong Yu Lan
El enfoque de Dios: el reino –caps. 1-3, 6 – Dong Yu Lan
Dong Yu Lan