Corremos la carrera para recibir la recompensa
Hebreos 12:1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos enreda, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante,
1 Corintios 9:24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos corren, pero uno solo recibe el premio? Corred así, para ganar.
Cuando fuimos salvos, fuimos relacionados con Cristo. Esta relación nos permite obtener la dádiva que nosotros absolutamente no merecemos recibir. Asimismo, después de haber sido salvos, tenemos una relación con el Espíritu Santo. Esta relación nos permite obtener la recompensa que de otra manera jamás obtendríamos por nosotros mismos. Si alguien cree en el Señor Jesús como Salvador, aceptándolo como vida, éste es salvo delante de Dios. Después de que él es salvo, Dios inmediatamente lo pone en un camino, para que corra en la carrera y obtenga la recompensa puesta delante de él. Un cristiano es salvo debido a la obra redentora del Señor Jesús. Después de ser salvo, tiene que manifestar por el Espíritu Santo la victoria de Cristo día tras día. Si uno hace esto, al final de la carrera obtendrá la gloria celestial y la recompensa celestial de parte de Dios.
Sólo los salvos únicamente están calificados para ganar el premio. Dios nos ha dado dos cosas en vez de una. 1. Dios pone la dádiva delante de la gente mundana y 2. Pone la recompensa delante de los cristianos. Cuando uno cree en Cristo, recibe la dádiva. Cuando uno sigue a Cristo, recibe la recompensa. La dádiva se obtiene por fe, y es para la gente del mundo. La recompensa se obtiene por ser fiel al Señor y negar nuestro yo y es para los cristianos.
W. Nee
Jesus es el Señor!
La iglesia en Armenia