AGUAS REFRESCANTES 10 de NOVIEMBRE
Levántate, vete a Sarepta… he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente. 1 Reyes 17:9.
Dada nuestra inclinación a mirar a 1os baldes de agua y olvidar la fuente donde se llenan, Dios con frecuencia cambia los medios de provisión para mantener fija nuestra mirada en El. Es así como descubrimos que los cielos que antes nos enviaban lluvias se tornan en bronce; los arroyos que nos refrescaban se secan, y los cuervos que nos traían nuestro alimento diario ya no nos visitan. Entonces Dios nos sorprende supliendo nuestras necesi¬dades por medio de una pobre viuda y así experimentamos los maravillosos recursos divinos.
Nosotros somos los representantes de Dios en este mundo y estamos aquí para demostrar su fidelidad. Nuestra actitud, nuestras palabras y nuestras acciones deben declarar al unísono que El sólo es nuestra fuente de provisión. De lo contrario, la gloria. que es suya le será quitada. El que ve en secreto tomara nota de nues¬tras necesidades, y las suministrará no con medida escasa, sino "conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús".
W. Nee
Jesús es el Señor
La iglesia en Armenia