AGUAS REFRESCANTES 18 de NOVIEMBRE
Los hijos están exentos. Sin embargo, para no ofenderles. . . dáselo por mí y por ti. Mateo 17:26,27.
Dios jamás había establecido que su Hijo pagara el impuesto del templo; y como Hijo de Dios no había nece¬sidad alguna para ello. En realidad, parecería impropio que lo hiciera pues así se estaría colocando en la posición de "extraño" (v.25). ¿Por qué lo hizo, entonces? "Para no ofenderles."
¿Se te ha ocurrido que el mismo Hijo de Dios pro¬nunció estas palabras? Por supuesto que jamás se cruzaría por nuestra mente que El intentara evadir un impuesto, pero esto no es el caso aquí. Era más bien cuestión de renunciar a un privilegio. Así es el camino de la cruz, y el principio involucrado es significativo y penetrante. La cruz de Cristo nos presenta con esta expresión de la voluntad de Dios, a saber, que igual que el Señor Jesús, nosotros somos llamados a renunciar a lo qué disfru¬tamos a fin de que otros no se ofendan.
W. Nee
Jesús es el Señor!
La iglesia en Armenia