Regocijarse antes de ver la victoria
2 Crónicas 20:22 Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir para matarlos y destruirlos; y cuando hubieron acabado con los del monte de Seir, cada cual ayudó a la destrucción de su compañero. (27) Y toda Judá y los de Jerusalén, y Josafat a la cabeza de ellos, volvieron para regresar a Jerusalén gozosos, porque Jehová les había dado gozo librándolos de sus enemigos.
El gran error que cometemos hoy es que no alabamos antes de la victoria; nos reservamos esta alabanza y esperamos para ver qué sucede.
Muchos hermanos y hermanas han reconocido que no pueden vencer [cuando viene cierta tentación] y han dicho que tampoco tratarán de hacerlo; han creído en los hechos cumplidos de Dios y en que Cristo es su victoria. Pero no se atreven a decir: "Aleluya, he vencido". Un hermano dijo que tenía que esperar para ver si traería resultados. Otra hermana dijo que tenía que esperar para ver si esto produciría el resultado esperado. Con esto ellos daban a entender que alabarían a Dios al día siguiente, sólo si veían algún resultado. Pero Josafat ofreció dos alabanzas. Todo vencedor debe ofrecer dos alabanzas: la alabanza anterior a ver algún resultado, y la alabanza que se eleva después de que se ha visto el resultado. Este es el tono de la victoria. Cuando detenemos nuestra alabanza, somos derrotados y perdemos la victoria.
Todo vencedor tiene un tono de continuo regocijo y alabanza.... Cuando venga la tentación, la señal de la victoria es poder decir: "¡Aleluya, gloria al Señor!" Una persona que se fija en sí misma no puede alabar al Señor. Solamente los que tienen su mirada fija en el Señor pueden alabarlo. Si nos miramos a nosotros mismos, nos daremos cuenta de que somos incapaces y no podremos decir: "¡Aleluya, gloria al Señor!" Cuando contemplemos al Señor, podremos decir: "¡Aleluya, gloria al Señor!"
"Palabras del ministerio" proviene de La vida que vence, escrito por Watchman Nee, pág. 166. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, Ca.
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Aguas refrescantes 22 de Febrero
Dad, y se os dará; medida buena, apretada, reme¬cida y rebozando darán en vuestro regazo. Lucas 6:38.
Dios está .dispuesto a suplir nuestras necesidades de una manera superabundante, si se lo permitimos. No pensemos ni por un instante que El es pobre. Todo lo que hay en el mundo le pertenece a El. El puede suplir ciertamente lo que necesitamos. Sin embargo, hay algo que nosotros debemos hacer, una condición que debemos cumplir antes. Lo que El requiere es que nosotros mismos demos. Si nosotros damos, entonces se cumplirá su promesa, y recibiremos.
Los cristianos debiéramos tener un método especial para administrar nuestras finanzas. El mundo calcula sus ingresos, pero nosotros debemos medir nuestra renta en función de los egresos. Una entrada magra es con frecuencia la resultante de dar en forma inadecuada. El ofrendar adecuadamente nos garantiza una provisión suficiente de Dios. Si tú no das, el Señor no está obligado a darte a ti. Muchos tienen fe para pedirle dinero al Señor, pero no tienen fe para darlo. Cuando Dios da, siempre lo hace generosamente. No sólo da medida buena, sino también apretada, remecida y rebosante.
W. Nee
Jesús es el Señor! - Jesus is Lord - Jesus ist der Herr - Yeshua adonai - Gesù è il Signore - Jésus est Seigneur - Ιησους ειναι ο Λορδος - Иисус – Господь - يسوع هو الرب - 耶稣是主 - 主イエスは - Jesus é o Senhor - Jesus är lorden
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