hgo1939 Moderador
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| Tema: La victoria es un don, no una recompensa Miér Ene 27, 2010 5:58 pm | |
| La victoria es un don, no una recompensa 1 Corintios 15:56 “El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. (57) Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo”. Por favor, recuerden que la victoria es un don; no es una recompensa. ¿Qué es un don? Un don es un regalo; es algo ofrecido gratuitamente. Lo que recibimos como fruto de nuestro trabajo es un pago, pero lo que recibimos gratuitamente sin realizar ninguna labor es un don. Recibimos la victoria sin costo alguno de nuestra parte; no necesitamos ganarla por nuestro esfuerzo propio.... Quizás usted esté buscando la manera de vencer la tentación. Tal vez esté buscando alguna forma de vencer su mal genio, su orgullo o su envidia. Es posible que haya pasado mucho tiempo tratando de lograr lo que desea, pero en cada ocasión es defraudado. Tengo una buena noticia para ustedes hoy: Dios nos ha regalado la santidad del Señor Jesús, nos ha regalado Su paciencia, Su perfección, Su amor y Su fidelidad. Dios da todas estas cosas gratuitamente a los que las desean. Dios le da a uno la íntima comunión que Cristo disfruta con Dios. Él concede la vida santa que Cristo vivió, y también otorga la perfección de Cristo. Todo lo del Señor es suyo y no le cuesta nada. Cuando usted recibe al Señor, todo lo que es de Él viene a ser suyo...Esta es la salvación que Dios ha preparado. Él desea dar estas virtudes gratuitamente. ************************** Aguas refrescantes 28 de Enero “Vosotros también, como piedras viv.as, sed edifi¬cados como casa espiritual”. 1 Pedro 2:5. El templo de Salomón se construyó con piedras labradas y biseladas, colocadas cada una en su lugar, pero eran piedras inertes, sin vida. Hoy la casa de Dios se edificada con piedras no muertas, sino vivas. Pedro, que escribió estas palabras, era una piedra viva, una unidad, antes de ser edificado con otros. Muchos permanecen así, espar¬cidos, independientes e inútiles. Si una casa ha de ser edificada, las piedras deben unirse y una piedra debe ser apoyada sobre otra piedra y todas deben quedar encadenadas. ¡Gracias a Dios nosotros somos así! Hemos confiado en el Señor Jesús y ahora somos piedras vivas de Dios. No nos escondamos, pues, disimulados entre los yuyos, para luego ser piedra de tropiezo a otros. Permitamos que nos lleven hasta el lugar de la construcción. Permi¬tamos que se nos coloque lado a lado con otras piedras vivientes, que seamos modelados y ubicados en nuestro lugar. El proceso puede ser algo incómodo, pero el resultado será que Dios tendrá una morada. W. Nee Jesus es el Señor! laiglesiaenarmenia@yahoo.com | |
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