Un principio para reunirse: edificar a otros
1 Corintios 14:26 ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene enseñanza, tiene revelación, tiene lengua, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.
Efesios 4:29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación...
En 1 Corintios 14 Pablo nos dice que el principio básico sobre el cual nos reunimos es la edificación de los demás, no de nosotros mismos. Cuando nos reunimos es muy importante pensar en los demás. Podemos hablar mucho sin edificar a nadie. Si pensamos que lo que diremos beneficiará a otros, debemos hablar, pero si sólo nos beneficiará a nosotros, debemos callar. Siempre que nos congreguemos, tengamos como principio cuidar de los demás.
Ya sea que hablemos o nos quedemos callados, si no nos preocupamos por los demás, la reunión sufre. Tanto hablar como guardar silencio deben traer beneficio a la reunión. Siempre recordemos que todo lo que hagamos en la reunión debe edificar. Todos debemos asistir a las reuniones con la meta de beneficiar a otros, no a nosotros mismos. Jamás debemos hacer tropezar a los hermanos, ni con nuestras palabras ni con nuestro silencio. Debemos aprender a hablar con el propósito de edificar al Cuerpo. Lo que hagamos tiene que edificar a otros. Si hacemos esto, al final nosotros mismos seremos edificados.
"Palabras del ministerio" proviene de “Mensajes para creyentes nuevos”, escrito por Watchman Nee, #10, págs. 6-7. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.
Aguas refrescantes 5 de Marzo
Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda. Génesis 4:4. '
Caín era agricultor y, cultivaba la tierra. Eso era preci¬samente lo que ocupaba a su padre en el Edén. Cuando Adán trabajaba la tierra allí, podemos suponer que tomaba del fruto de la tierra y lo ofrendaba a Dios. Ahora Caín, estaba fuera del Edén por causa del pecado. Sin embargo, continuaba trabajando la tierra como antes, obtenía frutos como antes, y también ofrendaba a Dios como antes. Dios no sólo rehusó aceptar la ofrenda de Caín, sino que, además, lo rechazó a él.
Lo que el hombre hacía antes de caer en el pecado era aceptable a Dios. Sin embargo, cuando el hombre quebranta las normas establecidas por Dios y actúa como si nada hubiera ocurrido provoca su condenación. Así procedía Caín. Seguía ofreciendo frutos a Dios como si nada hubiera ocurrido. Pecar es malo en sí, pero no tomar conciencia del pecado cometido es mucho más grave. Abel, sin embargo, fue aceptado porque admitió que se había producido un cambio. Su sacrificio reco¬nocía que él había pecado y que el derramamiento de sangre era necesario para satisfacer a Dios.
W. Nee
Jesús es el Señor! - Jesus is Lord - Jesus ist der Herr - Yeshua adonai - Gesù è il Signore - Jésus est Seigneur - Ιησους ειναι ο Λορδος - Иисус – Господь - يسوع هو الرب - 耶稣是主 - 主イエスは - Jesus é o Senhor - Jesus är lorden
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