Ya no más atados a nuestros pecados
1 Corintios 6:17 Pero el que se une al Señor, es un solo espíritu con Él.
Romanos 8:4 Para que el justo requisito de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al espíritu.
El Señor ya nos salvó y ya es nuestra vida vencedora. Podemos decir: “Señor, te alabo porque la victoria de Cristo ha venido a ser mi victoria. Te doy gracias porque la santidad de Cristo ha llegado a ser mi santidad”. Esta es Cristo, quien vive en nuestro lugar. Si un hermano estaba atado por su impaciencia, ésta debe desaparecer. Un hermano pudo haber estado lleno de dudas, y éstas pudieron haberle causado muchas molestias. Pudo haber sido una persona muy locuaz, y puede haberse sentido desesperado por esto. Una persona puede haber estado atada a cualquiera de las ocho clases de pecados que mencionamos al principio, y haber sido muy mortificada por ello. Ahora, ella puede esperar que Dios erradique todos estos pecados. Una vez que una persona ha vencido, debe decirle a Dios: “Señor, vengo a Ti para que pongas todos estos pecados bajo mis pies”.
Es necesario eliminar muchos otros problemas relacionados con el pecado. Por ejemplo, usted puede haber ofendido a otras personas. Ahora usted debe pedirles perdón. Antes, no contaba con la fuerza para pedirles perdón, pero ahora la tiene. Antes, pudo haber estado atado a algo, pero ahora Cristo vive en usted, y usted es libre. En consecuencia, inmediatamente después de que un hermano o hermana empieza a experimentar la victoria, él o ella debe pedirle al Señor que lo libre de su pecado específico, es decir, aquel pecado que lo ha estado asediando y enredando constantemente.
"Palabras del ministerio" proviene de La vida que vence, escrito por Watchman Nee, pág. 146. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.
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Aguas refrescantes 19 de Marzo
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo. Efesios 4:26
Por supuesto que airarse y pecar está siempre mal, ¡pero muchos de nosotros pensamos que la única manera de no pecar es por no enojarse! No sabemos có¬mo airamos y, sin embargo, no pecar. Cuando Jesús limpió el templo la Escritura dice: "El celo de tu casa me consumió". El estaba movido por la indignación.
Muy pocos creyentes conocen esa conmoción interior controlada por el Espíritu que el Señor experimentó, y en consecuencia, por experimentan la autoridad es¬piritual que la acompañó.
Hay muchas cosas en el mundo que deben ser reprendi¬das, pero, ¿cuántos hay que saben administrar esa reprimenda? Hemos perdido el poder. Darle una palmada en la espalda a uno que ha procedido mal; cerrar los ojos a una mala acción sólo para mantener la amistad, son formas baratas de escapar a la realidad. Reprender pacientemente y con amor es algo muy costoso.
W. Nee
Jesús es el Señor! - Jesus is Lord - Jesus ist der Herr - Yeshua adonai - Gesù è il Signore - Jésus est Seigneur - Ιησους ειναι ο Λορδος - Иисус – Господь - يسوع هو الرب - 耶稣是主 - 主イエスは - Jesus é o Senhor - Jesus är lorden
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