MENTE RENOVADA
Si los creyentes aprendieran a distinguir la renovación del corazón de la renovación de la cabeza no cometerían la equivocación de creer en el hombre. ¡Los cristianos deberían comprender que, incluso cuando uno mantiene la relación mas intima con Dios, es posible que, sin darse cuenta. haya aceptado las sugerencias de Satanás en su mente. lo cual es causa de errores en su conducta, palabras y puntos de vista!
Aparte de la simple enseñanza de la Biblia, no hay palabras de los hombres que sean enteramente dignas de confianza. No hemos de vivir por las palabras del hombre simplemente porque admiramos o respetamos a este hombre. Sus expresiones y su conducta pueden ser muy santas, pero su pensamiento puede no ser espiritual. Por tanto, lo que observamos no es su hablar o su comportamiento, sino su mente.
Si creemos que lo que dice aquel hombre es la verdad de Dios, por su conducta en la vida, haríamos de las palabras y la conducta de un hombre nuestro estándar de la verdad en vez de buscarlo en la Biblia.
¡La historia está llena de casos de creyentes santificados que propagaban herejías! La explicación simple de ello es que sus corazones eran renovados, pero sus mentes permanecían viejas. Reconocemos. indudablemente, que la vida es más importante que el conocimiento. Realmente, la primera es un millar de veces de más consecuencia que el último. No obstante, después de algún crecimiento en la vida, es esencial buscar el conocimiento que procede de una mente renovada. Deberíamos ver lo urgente que es que tanto el corazón como la mente sean los dos renovados. Si la mente de un cristiano no es renovada, su vida se verá obligada a ser unilateral y estrecha. El obrar pasa a ser casi imposible para él. La enseñanza popular hoy en día pone énfasis en que ha de haber amor, paciencia, humildad y otras cosas así en la vida cristiana. Estos rasgos del corazón son altamente significativos, puesto que no hay nada que pueda reemplazarlos. Sin embargo, ¿podemos considerar que éstos cubren todas nuestras necesidades?
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Aguas refrescantes 26 de abril
Teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada… dediquémonos a nuestro ministerio. 1 Romanos 12:6ss.
El llamado de Dios es un llamado definido. Su objetivo es siempre preciso, nunca vago o ambiguo. Por esto quiero señalar que cuando Dios nos encomienda un ministerio, lo hace no meramente para ocupamos en su servicio, sino siempre para lograr por medio de cada uno de nosotros algo definido en la concreción de una meta. Es bien cierto que existe una comisión general para su Iglesia y consiste en hacer "discípulos a todas las naciones", pero para cada uno de nosotros, de manera individual, el encargo de Dios representa y siempre representará, una misión personal.
De lo dicho se desprende que dado que Dios no llama a todos sus siervos a hacer tareas idénticas, tampoco emplea los mismos medios para su capacitación. Como el Dios que realiza diversas operaciones (1 Co.12:6), El se reserva el derecho de emplear medios particulares para la disciplina o el entrenamiento, y a menudo también agrega la prueba del sufrimiento para lograr su fin. Dios sabe perfectamente lo que está haciendo contigo.
I Resumen de los versos 6-8.
Watchman Nee
Jesús es el Señor!