UN TESORO EN VASOS DE BARRO (parte 1 de 3)
“Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de vivir. De hecho tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos” (2 Co. 1:8-9).
“Así que, teniendo esta intención, ¿procedí acaso con inconstancia? ¿O lo que pienso hacer, lo pienso según la carne, para que haya en mí sí, sí y no, no?” (v. 17).
“Porque si yo os contristo...” (2:2a).
“Y esto mismo os escribí...” (v. 3a).
“Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas, no para que fueseis contristados, sino para que conocieseis el amor desbordante que os tengo” (v. 4).
“¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros, o de parte vuestra?” (3:1).
“No que seamos competentes por nosotros mismos para considerar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios” (v. 5).
“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros. Estamos oprimidos en todo aspecto, mas no ahogados; en apuros, mas no sin salida; perseguidos, mas no abandonados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos” (4:7-10).
“Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos abrumados; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida” (5:4).
“De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne” (v. 16a).
“A través de gloria y de deshonra, de mala fama y de buena fama; como engañadores, pero veraces; como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos; como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo” (6:8-10).
“Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestra carne, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores” (7:5).
“Mas yo Pablo ... estando presente soy tan poca cosa entre vosotros, mas ausente soy osado para con vosotros” (10:1).
“Porque aunque me gloríe en cierto modo más abundantemente de nuestra autoridad, la cual el Señor nos dio para edificaros y no para derribaros, no me avergonzaré” (v.
.
“Porque, dicen, las cartas son duras y fuertes; mas la presencia corporal débil, y la palabra menospreciable” (v. 10).
“Pero pienso que en nada he sido inferior a aquellos superapóstoles. Pues aunque sea inexperto en el hablar, no lo soy en el conocimiento; en todo y por todo os lo hemos manifestado” (11:5-6).
“Y para que la excelente grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás, para que me abofetee, a fin de que no me enaltezca sobremanera: respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor que este aguijón me sea quitado. Y me ha dicho: Bástate Mi gracia; porque Mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo extienda tabernáculo sobre mí ... Porque cuando soy débil, entonces soy poderoso” (12:7-9, 10b).
“Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas ante Dios para derribar fortalezas” (10:4).
Pablo en 2 Corintios
Al leer 2 Corintios detenidamente en la presencia de Dios, parece que vemos dos personas, a Pablo en sí mismo y a Pablo en Cristo. Todo lo que Pablo habla desde el capítulo uno hasta el trece concuerda con este principio. Si resumimos el mensaje que Pablo comunica en este libro, podemos enunciarlo con las palabras que él usó en el capítulo cuatro: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro”. En el capítulo uno vemos que este tesoro es puesto en vasos de barro. Desde 3:1 hasta el final del libro, vemos el vaso de barro, por un lado, y el tesoro por otro. Después de leer estas palabras, veremos espontáneamente en la luz de Dios, que el vaso de barro no impide que el tesoro resplandezca. El vaso de barro no oculta el poder del tesoro.
Vemos en el libro a una persona. Como ya se ha dicho, 2 Corintios es el libro del Nuevo Testamento que tiene un carácter más personal. Muchas epístolas están llenas de doctrina, verdad, y revelación. Muchas van desde el punto de vista de Dios hasta nuestro punto de vista. Pero 2 Corintios es el único libro del Nuevo Testamento que nos muestra la clase de persona que Dios usó para transmitir Su revelación. Si no tuviéramos el libro de 2 Corintios, nunca habríamos conocido a Pablo mismo. Sabríamos lo que llevó a cabo, pero nunca nos habríamos enterado de este ministerio. En 2 Corintios se muestra su ministerio, y por éste conocemos al hombre. Vemos que él era un vaso de barro.
El cristiano ideal
Cuando llegué a ser cristiano, tenía mi propio concepto acerca de lo que es un cristiano ideal, y procuré cuanto pude ser esa clase de cristiano. Pensaba que si tan sólo pudiera alcanzar el ideal que había concebido, alcanzaría la perfección. Quería ser perfecto, pero tenía mi propia idea de lo que es ser un cristiano perfecto. Pensaba que si yo alcanzaba esta norma, sería perfecto. Me imaginaba que un cristiano perfecto debía sonreír desde la mañana hasta la noche. Si lloraba, me parecía que no era victorioso y que estaba derrotado. Hasta pensaba que estaba mal. Creía que un cristiano debía ser osado, temerario y valiente al enfrentar toda clase de situaciones. Si un cristiano tenía temor, yo decía que le faltaba fe. Yo afirmaba que tal cristiano no era perfecto porque no confiaba en el Señor. También pensaba que un cristiano perfecto nunca estaba triste. Si veía a una persona triste, dudaba que fuera perfecta. Podría mencionar muchos otros conceptos, pero no es necesario. Creo que muchos de los hermanos y hermanas jóvenes tienen ideas de lo que es un cristiano. No estoy criticando a nadie por ello, ya que yo mismo pensaba así.
Pablo era un hombre
Un día leí el pasaje de 2 Corintios donde dice que Pablo estaba triste. Me pregunté: “¿Estaba Pablo triste?” Luego leí que derramó muchas lágrimas. Y dije para mí: “¿Lloró Pablo?” Leí que Pablo sufría y estaba triste. Y dije: “¿Sufrió Pablo y estuvo triste?” Vi que estuvo tan abrumado que hasta perdió la esperanza de vivir. Pregunté: “¿Estuvo Pablo desesperado? Al seguir leyendo, vi que hay muchas cosas que nunca había pensado. Nunca se me había ocurrido que una persona como Pablo podría tener esos problemas. Empecé a notar que los cristianos no son otra categoría de ángeles. Dios no puso un linaje de ángeles sobre la tierra y los llamó cristianos. También empecé a ver que Pablo era igual a nosotros; no estaba en una categoría superior a nosotros. Pablo era una persona de las que conozco; no era una persona rara. Pude darme cuenta de que él era un hombre.
Aguas refrescantes 19 de junio
¿A quien tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Salmo 73 :25.
No podemos resaltar suficientemente la importancia de amar al Señor con todo nuestro corazón. Dios no acepta menos que esto. No está dispuesto a compartir nuestro corazón con otra persona u otra cosa. Aun cuando El reciba la porción más grande de nuestro afecto, no estará satisfecho. El pide que le amemos totalmente.
Dios no tolera la competencia. Nuestro todo debe estar sobre el altar. Este es el camino del cristiano para lograr el poder espiritual. Una vez que el sacrificio sea colocado sobre el altar, o mejor dicho, una vez que el último sacrificio se coloque allí, el fuego descenderá del cielo. Sin altar no habrá fuego celestial. Ni nuestra comprensión mental de la cruz de Cristo ni nuestros interminables discursos acerca de la cruz nos darán el poder del Espíritu. Esto sólo se logrará por medio de nuestra rendición total sobre el altar.
Watchman Nee
Jesús es el Señor! - Jesus is Lord - Jesus ist der Herr - Yeshua adonai - Gesù è il Signore - Jésus est Seigneur - Ιησους ειναι ο Λορδος - Иисус – Господь - يسوع هو الرب - 耶稣是主 - 主イエスは - Jesus é o Senhor - Jesus är lorden
Literatura disponible en:
corpocri@yahoo.com
laiglesiaenarmenia@yahoo.com