EL MINISTERIO DEL APOSTOL JUAN EN SU MADUREZ (semana 19)

EL MINISTERIO DEL APOSTOL JUAN EN SU MADUREZ (semana 19)
Lunes
Lectura bíblica:
Ef 3:3-4; Col l:25; 2 Ti 4:7-8
Leer con oración:
"Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos" (Gá 1:1).
DIOS PRESERVÓ EL MINISTERIO EPISTOLAR DE PABLO
En cada era el Señor levanta un ministerio, comisionando ministros ungidos con el Espíritu Santo. Por amor a Su nombre, el Señor llamó a Pablo y le concedió el ministerio de la predicación del evangelio y la edificación de las iglesias.
Como vimos, Pablo tuvo un buen resultado en sus primeros viajes, pero fracasó en el último, cuando fue a Jerusalén. Allí, sufrió la influencia de los judaizantes y de Jacobo al acatar la recomendación de ellos para hacer un voto de consagración conforme a lo que señalaba el Antiguo Testamento, dejando de lado todo el proceso de su ministerio neo testamentario (Hch 21:20-26). Si no hubiera sido por la misericordia de Dios de haber dado un fin a la situación, éste habría sido el final de su ministerio (v. 27).
Mientras viajaba predicando el evangelio y estableciendo iglesias, Pablo ya había escrito seis epístolas: Gálatas, Primera y Segunda Tesalonicenses, Primera y Segunda Corintios y Romanos. En ellas narró algunas visiones que Dios le dio durante el tiempo que estuvo en Arabia. En esta semana abordaremos, resumidamente, el contenido de tales epístolas.
No hay ningún cristiano hoy que no haya recibido algún tipo de ayuda de los escritos de Pablo. Aunque el apóstol también haya tenido fracasos o fallas que nos sirven como ejemplos para no caer en los mismos errores, debemos enfocamos en sus experiencias victoriosas y en sus epístolas, para obtener vida de ellas, a fin de servir mejor al Señor.
Alabamos al Señor, porque en Su arreglo divino preservó el ministerio epistolar de Pablo, el ministerio de escribir epístolas a las iglesias y a los hermanos. Él recibió tal comisión de parte de Dios para cumplirla fielmente, escribiendo no sólo las que mencionamos anteriormente, sino también ocho epístolas más, después de su encarcelamiento (Ef 3:3-4; Col 1:25). Al final de su ministerio, él pudo escribir con osadía: "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida" (2 Ti 4: 7 -.
Punto clave: Ser fiel a la comisión recibida. Su punto clave:
Pregunta: ¿Ya recibió el llamamiento de Dios para cooperar con Él en la edificación de la iglesia?
 
Martes
Lectura bíblica:
Hch 14:20-21; Gá 2:20; 3:1-3, 4:19; 5:2-12
Leer con oración:
"Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre" (Gá 1:15-16).
LA EPÍSTOLA A LOS GÁLATAS:
UN BOSQUEJO GENERAL DE LA ECONOMÍA NEOTESTAMENTARIA
La epístola a los Gálatas fue la primera que Pablo escribió. Galacia estaba ubicada en Asia Menor y era una provincia del antiguo imperio romano, donde habían sido establecidas algunas iglesias, como Derbe, Listra e Iconio (Hch 14:20-21).
En esta epístola vemos un bosquejo general de la economía neo testamentaria de Dios. Él revela que debemos vivir a Cristo (Gá 2:20), pues Él es el centro del evangelio que predicamos, y que Cristo necesita ser formado en nosotros (4:19).
Lamentablemente fue introducido otro evangelio en las iglesias de Galacia por medio de los judaizantes, el cual no tenía a Cristo como el centro, sino la ley (1:6); no enfatizaba seguir al Espíritu, sino observar la ley a través del esfuerzo de la carne (3:1-3) anulaba la justificación por la gracia, y forzaba a los gentiles que habían creído a circuncidarse (5:2-4). Este evangelio desligaba a los creyentes gentiles de Cristo, anulaba la gracia, impedía que continuaran obedeciendo la verdad del evangelio y los incitaba a la rebelión (vs. 4,7, 11-12).
Las mismas personas que introducían ese otro evangelio decían que Pablo no era apóstol. Posiblemente, ellos decían eso por el hecho de que Pablo no había sido enviado de Jerusalén (1: 17). Por tanto, desde el primer capítulo de su epístola a los gálatas, Pablo escribió que su llamamiento como apóstol no procedía "de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos" (1:1).
Antes de encontrarse con el Señor en el camino a Damasco, Pablo perseguía a la iglesia de Dios y la asolaba; además, él era extremadamente celoso de las tradiciones de sus padres. Sin embargo, el Señor, que lo había escogido, lo llamó y lo envió a predicar entre los gentiles (vs.15-17).
El Señor tenía una incumbencia, una comisión para Pablo; quería encargarle un ministerio, enviarlo como apóstol a los gentiles. Así como lo hizo con Pablo, el Señor desea ardientemente que respondamos a Su llamado para predicar Su evangelio.
Punto clave: Vivir a Cristo, seguir al Espíritu y predicar el evangelio.
Su punto clave:
Pregunta: ¿Qué enfatizaba el evangelio predicado por Pablo y el otro evangelio predicado por los judaizantes?
 
Miercoles
Lectura bíblica:
Hch 16:6-10; 17:6-7; 1 TI 1:2-8
Leer con oración:
"Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes" (1 Ts 2:13 ) .
LAS EPÍSTOLAS A LOS TESALONICENSES (1):
UN MODELO PARA TODOS LOS CREYENTES
En Troas Pablo tuvo una visión en la cual un varón macedonio le rogaba que fuera para ayudarlos. Apenas tuvo la visión, él y sus compañeros partieron inmediatamente a aquel destino, sabiendo que Dios los había llamado para anunciar el evangelio (Hch 16:6-10). Por seguir al Espíritu en ese viaje, ellos tuvieron varias experiencias gloriosas.
Después que Pablo, en compañía de Silas, pasó por Anfípolis y Apolonia, llegó a Tesalónica, donde había una sinagoga de judíos. Pablo, como era su costumbre, fue a buscarlos y durante tres sábados los venció con relación a las Escrituras, exponiendo y demostrando que era necesario que Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos, el cual, decía él, es Jesús, a quien anunciaba.
Pablo se quedó poco tiempo en Tesalónica, pero su paso por allí produjo un excelente resultado. Los hermanos de aquella ciudad recibieron la palabra de Pablo en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo (1 Ts 1:6). Asimismo, ellos recibieron la palabra que habían oído de Pablo no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios (2:13). El resultado es que ellos se convirtieron en un ejemplo para todos los creyentes en Macedonia y Acaya, y por todas partes se divulgó la fe que tuvieron para con Dios (1:7-.
En la Primera epístola a los Tesalonicenses, Pablo nos mostró su gratitud al Señor por el avance de ellos en la fe: "Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones, acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo (.. .) pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre" (vs. 2-5a).
Así como el Señor usó a Pablo para llevar el evangelio a los tesalonicenses, también hoy, Él tiene siervos fieles que nos traen palabras llenas del Espíritu y de vida, para que crezcamos y seamos edificados. Que seamos despertados para oír tales palabras y ponerlas en práctica como hicieron los tesalonicenses. De esa manera, obtendremos la salvación completa (5:23).
Punto clave: Oír la palabra de Dios y practicarla.
Su punto clave:
Pregunta: ¿Cómo ha recibido la palabra que le es hablada por los siervos de Dios?
 
Jueves
Lectura bíblica:
1 Ti 1:3; 3:1-3; 4:14-17; 5:8, 23; 1 Co 15:20-23
Leer con oración:
"Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros, para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos" (1 Ts 3:12-13).
LAS EPÍSTOLAS A LOS TESALONICENSES (2):
FE, AMOR Y ESPERANZA
La experiencia que Pablo tuvo al predicar el evangelio en Tesalónica fue muy gloriosa; sin embargo, eso ocasionó una gran persecución contra los tesalonicenses, y algunos fueron muertos por causa de ella. La iglesia en Tesalónica era una iglesia nueva y los hermanos se quedaron muy tristes.
Entonces, Pablo les escribió dos epístolas alentándolos: "Por 10 cual, no pudiendo soportado más, acordamos quedarnos solos en Atenas, y enviamos a Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe, a fin de que nadie se inquiete por estas tribulaciones" (1 Ts 3:1-3).
Alabamos al Señor, porque hoy también hemos experimentado ese cuidado amoroso del Señor, por medio de nuestros amados hermanos, que nos consuelan y exhortan en el Señor a "crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos" (vs. 12-13).
Pablo también les dijo que esos hermanos que habían muerto, que habían sido martirizados, en realidad no habían muerto, sino dormido. Cuando el Señor vuelva, ellos serán despertados del sueño. Pablo no deseaba que los tesalonicenses ignoraran eso y se entristecieran como los demás, que no tienen esperanza (4:14-15).
Cuando el Señor regrese, los santos que ya durmieron en el Señor resucitarán primero: "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor" (vs. 16-17).
Las epístolas escritas a los tesalonicenses son maravillosas: ellas nos dicen que hoy, en la vida de la iglesia, tenemos la fe, el amor y la esperanza (1 Ts 1:3; 5:8; 2 Ts 2:16). Éstas también nos hablan al respecto de la salvación completa de nuestro ser tripartito (1 Ts 5:23). Cuando creímos en el Señor Jesús, nuestro espíritu fue salvo. En cuanto a nuestra alma, está siendo transformada por la vida de Dios al experimentar diariamente Su amor. Además tenemos una esperanza: nuestro cuerpo será transfigurado cuando el Señor vuelva.
Punto clave: Fe, Amor y esperanza
Su punto clave:
¿Cuál es la relación de la fe, el amor y la esperanza cn la salvación completa del hombre? 
Viernes
Lectura bíblica:
Hch 18:1-11; 1 Co 1:2; 12:1-6,27; 14:24,31
Leer con oración:
“ la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro" (1 Co 1:2).
LAS EPÍSTOLAS A LOS CORINTIOS (1):
INVOCAR EL NOMBRE DEL SEÑOR PRODUCE NORMALIDAD
Después de haber pasado por Atenas, donde su espíritu se inquietaba por causa de la idolatría predominante en la ciudad, Pablo se fue a Corinto. Allí se encontró con Aquila y Priscila y, puesto que los dos tenían el mismo oficio que él, de hacer tiendas, comenzó a vivir y a trabajar con ellos. Todos los sábados Pablo discutía en la sinagoga, persuadiendo tanto a judíos como a griegos. Él se entregó por entero a la predicación de la palabra, testificando que Jesús era el Cristo (Hch 18:1-5).
Pablo permaneció un año y seis meses en Corinto, enseñando entre ellos la palabra de Dios, llevando a los hermanos al espíritu (vs. 6-11).
Al escribirles su primera epístola, el apóstol Pablo les recordó que en una situación normal, la vida de la iglesia está compuesta por aquellos que invocan el nombre del Señor Jesús (1 Co 1:2). Seguramente, mientras estaba en Corinto, Pablo los llevó a invocar el nombre del Señor; sin embargo, más tarde, la iglesia en Corinto fue dañada, esto puede ser visto en el transcurso de sus epístolas dirigidas a ellos.
Lo que Pablo menciona en sus epístolas a los corintios tiene mucho que ver con nuestro vivir hoy. Él quería advertirles de que antes adoraban a los ídolos mudos, y que por eso eran mudos, pero, después que creyeron en Aquel que es la Palabra, ellos podían abrir la boca para invocar y también para profetizar, es decir, hablar por el Señor (12:1-3; 14:24,31).
Pablo también menciona los dones que son concedidos por el Espíritu: "Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo" (1 Co 12:4-6).
i Qué preciosas palabras! Cuando recién nos convertimos recibimos los dones del Espíritu; así que, mientras más ejercitamos nuestros dones, más gracia, es decir, más de Cristo recibimos, hasta que esos dones se conviertan en ministerios. Ellos, por su parte, sirven para las operaciones en la iglesia, las realizaciones. Aquí vemos un avance: dones, ministerios y operaciones teniendo como meta un fin provechoso, que es la edificación de la iglesia.
Inmediatamente después, Pablo habla de que la iglesia es el Cuerpo de Cristo y todos nosotros somos miembros de este cuerpo (v. 27). Así como ocurre con nuestro cuerpo físico, como miembros del Cuerpo de Cristo cada uno de nosotros tiene una función, y todos los miembros juntos, funcionando coordinadamente, constituyen el Cuerpo. iAleluya!
Punto clave: Dones, ministerios y operaciones.
Su punto clave:
Pregunta: ¿Ha ejercitado el don que recibió para la edificación del Cuerpo de Cristo?
 

Sabado
Lectura bíblica:
2 Co 2: 10, 12-13; 7:5-8; 11:2,4-5, 12-13; 12:2-9
Leer con oración:
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios" (2 Co 1:3-4).
LAS EPÍSTOLAS A LOS CORINTIOS (2):
EL ARREPENTIMIENTO Y LAS REVELACIONES DEL APÓSTOL
Después que Pablo envió su Primera epístola a los Corintios, se quedó muy preocupado, pues, junto con las palabras de vida que habían en ella, él también escribió palabras duras para corregir los errores de los hermanos en Corinto. Después que mandó la epístola, Pablo, en comunión con el Señor, vio que había sido muy duro y por eso, necesitaba arrepentirse y perdonar al hermano que había disciplinado de manera muy rigurosa (2 Co 2:10; 7:.
Él debió haber pensado: "No analicé detenidamente la situación y ya juzgué y condené a aquel hermano, entregándolo a Satanás. Ni el Señor Jesús juzgaba a las personas. ¿Qué es lo que he hecho? He exagerado, me excedí. ¿Qué hago ahora? Ya envié la primera epístola a los corintios por medio de Tito ¿Cómo puedo revertir esta situación?" (cfr. 1 Co 5:5; Jn 8:15; 2 Co 7:6).
Tito fue a Troas, atravesó el mar, fue a Macedonia, Filipos, Acaya y llegó a Corinto. Pablo debió haber pensado que volvería en veinte días y se quedó esperando. Pero, después de veinte días, él ya no soportaba más, porque Tito no había vuelto. Preocupado por saber cuál había sido la reacción de los corintios de su primera epístola, Pablo fue de ciudad en ciudad buscando a Tito, hasta que se encontró con él Macedonia (2:12-13; 7:5).
En este encuentro, Pablo fue consolado por el Dios que consuela a los humildes (7:6). Entonces, con el consuelo que había recibido, él quería consolar a los corintios (1:3-5). Por eso, en los primeros once capítulos de la Segunda epístola a los Corintios, Pablo relata cuánto había sufrido por la iglesia.
Tal experiencia de Pablo nos sirve como una gran ayuda. Él se arrepintió tal vez más que el pecador y los líderes de la iglesia en Corinto. Un arrepentimiento así, genuino, transforma a una persona. Pablo, en su segunda epístola, demostró ser una persona muy llena de amor. Nosotros, que estamos al frente de las iglesias, que servimos a los hermanos, no debemos ser obstinados y tercos; si hacemos algo equivocado, no vamos a permanecer en el error. Que podamos ser iluminados y nos arrepintamos inmediatamente.
Al principio del capítulo 12, Pablo nos narró humildemente la experiencia que tuvo en Arabia, cuando oyó palabras inefables del Dios Triuno, que le revelaron la economía neo testamentaria de Dios (vs. 2-4). Es posible que nunca haya tenido la intención de revelada. Sin embargo, creemos que fue forzado a escribirla por causa del celo que sentía por los corintios, a quienes había engendrado por medio del evangelio (1 Co 4:15; 2 Co 11:2). Entre ellos se habían introducido falsos apóstoles y se predicó un evangelio diferente del que los corintios habían recibido de Pablo (vs. 4-5, 12-13), aparte de negar también su apostolado. Al relatar su experiencia é1 1e estaba diciéndo1e a sus difamadores que las grandes revelaciones que recibió cuando fue arrebatado al tercer cielo.
Entonces, Pablo añadió: "Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a 10 cual tres veces he rogado al Señor, que 10 quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad" (2 Co 12:7-9a). Todas las veces que intentaba exaltarse, el aguijón le hacía recordar que debía gozarse en sus debilidades, en las afrentas, en las necesidades, en las persecuciones, y en las angustias por amor a Cristo, a fin de sentirse fuerte cuando era débil (v. 10).
Pablo no siguió al Señor Jesús durante los tres años y medio como los doce apóstoles, pero recibió tales revelaciones directamente del Dios Triuno. Por medio de esas revelaciones vemos la importancia del ministerio del Espíritu. Como él mismo dijo: "la letra mata, mas el espíritu vivifica" (2 Co 3:6). ¡Alabado sea el Señor! Pues fue con la grandeza de esas revelaciones que Pablo desarrolló su ministerio.
Punto clave: Dios consuela a los humildes.
Su punto clave:
Pregunta: ¿Usted ha tenido alguna experiencia de arrepentimiento que haya cambiado su vida?
 
Domingo
Lectura bíblica:
Ro 1:1-4; 3:23-24; 5:6-12
Leer con oración:
"Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida" (Ro 5:10).
LA EPÍSTOLA A LOS ROMANOS: EL EVANGELIO COMPLETO
La epístola a los Romanos también fue escrita basada en las visiones que Pablo tuvo en Arabia. Él empieza mostrando que fue "apartado para el evangelio de Dios" (1:1). Este evangelio, citado por Pablo en Romanos, es diferente al concepto que tenemos de los cuatro evangelios escritos por Mateo, Marcos, Lucas y Juan, que nos presentan cuatro biografías, vistas de ángulos diferentes, que describen la excelencia del vivir del Señor Jesús en la tierra, mientras que la epístola a los Romanos, presenta el evangelio completo, las buenas nuevas de Dios con respecto a Su Hijo. El evangelio es el Hijo de Dios mismo, Jesucristo, en Sus dos aspectos: el Señor Jesús primeramente como descendiente de David, es decir, como Hijo del Hombre; y después como Hijo de Dios, según el Espíritu de santidad (vs. 3-4).
El evangelio que es predicado normalmente habla del primer aspecto, Jesucristo como Hijo del Hombre, para solucionar el problema de los pecados. A ese aspecto 10 llamamos el evangelio de la gracia, pues no hicimos nada para solucionar nuestro problema, que no fuera tan sólo creer, y por gracia fuimos salvos.
El evangelio de la gracia nos muestra que, por haber comido del árbol de la ciencia del bien y del mal, la naturaleza pecaminosa de Satanás fue inyectada en la naturaleza humana, y por causa de eso, todos los hombres pecaron (3:23; 5:12). También nos muestra que pecamos, pero el Señor Jesús fue a la cruz por nosotros. Él sufrió el castigo que nos trae la paz (5:6-9; Is 53:5). Como pecadores no teníamos la oportunidad de ser justificados, pero Dios envió a Su Hijo para cumplir Sus justas exigencias y así, morir en nuestro lugar, cumpliendo la redención en favor nuestro. Fuimos justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús (Ro 3:24). ¡Qué sublime gracia!
Sin embargo, la gran mayoría de cristianos se siente satisfecho al recibir el evangelio de la gracia, pero Pablo, en su ministerio epistolar, nos dice que el evangelio de la gracia es sólo la etapa inicial, que nos permitió nacer de nuevo y obtener así, la vida de Dios mediante la muerte del Hijo de Dios para nuestra reconciliación con Él (5:10a; Jn 3:3-5).
Sin embargo, después de eso, aún hay mucho más, pues, una vez reconciliados con Dios, Él quiere salvamos por medio de Su vida (Ro 5:l0b). Ahora que recibimos la vida de Dios, Su objetivo es que la vida divina crezca en nosotros a fin de que reinemos con Él en la era venidera. Para que Su vida crezca en nosotros, necesitamos negamos a nosotros mismos. Por esa razón, después de ser salvos, el Señor nos puso en la iglesia. La vida de la iglesia es la esfera adecuada para que crezcamos en vida, pues cuando nos volvemos al Espíritu, tenemos vida y paz, y en consecuencia, andamos en novedad de vida.
En la vida de la iglesia hemos aprendido a invocar el nombre del Señor, a leer y orar Su Palabra y a ser iluminados por ella; a arrepentimos de los pecados que cometemos, de nuestro ser natural y de nuestro ego. Por medio de esta práctica continua, nos despojamos de nosotros mismos y somos suministrados con más Espíritu y vida. Este suministro de vida es lo que tenemos en el segundo aspecto del evangelio: el Señor Jesús como el Hijo de Dios. Este es el evangelio de la vida que también podemos llamar, el evangelio del reino de los cielos.
Necesitamos propagar el evangelio de la gracia a aquellos que todavía no son salvos, y el evangelio del reino a los que ya son hijos de Dios, pero que están sin el suministro de vida y por ello se han detenido en su vida espiritual, a fin de que crezcan en vida y lleguen a ser hijos maduros para reinar con Cristo. No importa su situación; aprenda a poner la mente en el espíritu (8:4-6), invocando el nombre del Señor (10:12-13), así su mente será renovada y su ser será transformado (12:1). De esa manera, usted podrá experimentar la buena, agradable y perfecta voluntad del Señor. i Cuánta ayuda recibimos por medio de las epístolas de Pablo! ¡Alabado sea el Señor!
Punto clave: Ser redimidos para obtener la vida de Dios y crecer en vida para reinar con Cristo.
Su punto clave:
Pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre el evangelio de la gracia y el evangelio del reino?
Lectura de apoyo:
"Siervos de Dios - buenos, fieles y prudentes" - cap. 5 ¬Dong Yu Lan.