hgo1939 Moderador
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| Tema: CRISTO, EN NOSOTROS, EL FIN DE LA LEY Cont… Lun Jun 06, 2011 9:04 pm | |
| CRISTO, EN NOSOTROS, EL FIN DE LA LEY Cont… UNA ILUSTRACIÓN AL CASO En cierto tiempo estaba parando en determinado lugar con unos veinte hermanos más. Había inadecuada provisión para bañarnos en el lugar donde estábamos, así que íbamos para tomar una zambullida diaria en el río. En una ocasión un hermano sintió calambres en una pierna y estaba hundiéndose: así que llamé la atención de otro hermano, que era un experto nadador, para que acudiera a su rescate, Pero no hizo movimiento alguno. Desesperado, grité: “¿No se da cuenta que el hermano se está ahogando?” Y los otros hermanos, tan agitados como yo, también gritaron vigorosamente. Pero nuestro buen nadador continuó en su inactividad. Con calma y serenidad, se quedó donde estaba. Mientras tanto la voz del pobre hermano que se ahogaba era más apagada, y sus esfuerzos, más débiles. En mi corazón dije: “¡Odio a aquel hombre! ¡Pensar que él dejara ahogar a un hermano ante sus propios ojos sin acudir a su rescate!” Pero, cuando el hombre estaba ya hundiéndose, con algunas rápidas brazadas, el nadador se puso a su lado, y pronto ambos estaban en tierra. Cuando me vino una oportunidad, expresé mis opiniones. “Nunca he visto a cristiano alguno que amara su vida tanto como usted”, dije yo. “Piense de la angustia que habría ahorrado a ese hermano si usted se hubiera considerado a usted mismo menos y a él un poco más”. Pero el nadador conocía la cosa mejor que yo. Dijo: “Si hubiera acudido antes, me habría agarrado tan fuertemente que ambos nos hubiéramos hundido. Un hombre que se está ahogando no puede ser salvado hasta que está absolutamente exhausto y cesa de hacer el menor esfuerzo para salvarse”. ¿Lo ves tú? Cuando nosotros abandonamos el caso, entonces entra Dios. Él está esperando hasta que lleguemos al fin de nuestros recursos y no podamos hacer nada más para nosotros mismos. Dios ha condenado todo lo que es de la antigua creación y lo ha consignado a la Cruz. “La carne para nada aprovecha” (Jn. 6:63). Si tratamos de hacer algo nosotros mismos, estamos prácticamente repudiando la Cruz de Cristo. Dios nos ha declarado aptos sólo para muerte. Cuando verdaderamente creemos esto, entonces confirmamos el fallo divino al abandonar todos nuestros propios esfuerzos para agradarle. Cada esfuerzo nuestro de hacer su voluntad es una negación de su declaración en la Cruz acerca de nuestra absoluta inutilidad. Nuestros continuados esfuerzos son señal de que hemos entendido mal las demandas divinas por un lado, y la fuente de provisión por otro. Contemplamos la ley y pensamos que debemos cumplir sus demandas pero necesitamos recordar que, aunque la ley en sí misma está bien, estaría mal aplicarla a la persona a quien no corresponde. El “miserable hombre” de Romanos 7 trató de afrontar él mismo las demandas divinas, y eso fue la causa de angustia. El repetido uso de la primera persona (el yo) da la clave del fracaso. “El querer el bien está en mí, pero no el hacerla” (Ro. 7: 18). Había un concepto erróneo fundamental en la mente de ese hombre. Él pensaba que Dios le pedía a él guardar la ley, y así por consiguiente estaba tratando de guardarla. Pero Dios no requería ninguna cosa de É1. ¿Cuál fue el resultado? Lejos de hacer lo que agradaba a Dios, se hallaba haciendo lo que le desagradaba. En sus mismos esfuerzos de hacerla, hizo exactamente lo opuesto de lo que él sabía ser la voluntad divina. Tomado de: “La Vida cristiana normal” W. Nee Ningún verdadero siervo del Señor debe permitir que sus pensamientos y emociones actúen independientemente. Cuando su hombre interior requiera liberación, el hombre exterior deberá proporcionarle un canal por el cual el espíritu pueda salir y llegar a otros. Si no hemos aprendido esta lección, nuestra efectividad en la obra del Señor será muy limitada. “Señor, por el bien de la iglesia, por el avance del evangelio, para que Tu tengas libertad de actuar y para que yo mismo pueda avanzar espiritualmente, me entrego a Ti total e incondicionalmente. Señor, con gusto y humildemente me pongo en Tus manos. Estoy dispuesto a que te expreses libremente por medio de mí”. “Señor, doblega a la iglesia para que salves al mundo” Evan Roberts ¡Jesús es el Señor! - Jesus is Lord - Jesus ist der Herr - Yeshua adonai - Gesù è il Signore - Jésus est Seigneur - Ιησους ειναι ο Λορδος - Иисус – Господь - يسوع هو الرب - 耶稣是主 - 主イエスは - Jesus é o Senhor - Jesus är Herre Literatura disponible en: corpocri@yahoo.com laiglesiaenarmenia@yahoo.com
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