La vida del alma es expuesta (semana 2)

La vida del alma es expuesta (semana 2)
La revelación de la realidad de la vida de la iglesia
La vida del alma es expuesta
Lunes --- Leer con oración: Mt 16:25-27; 1 P 4:17
“Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras” (Mt 16:27)
COMPARECER ANTE EL TRIBUNAL DE CRISTO
El Señor nos ha revelado Su voluntad: Él desea que todos Sus hijos crezcan en vida. Para lograr hacerla, el Señor reveló Su iglesia en el capítulo 16 del Evangelio de Mateo. Él también mostró que, para que la vida de Dios crezca en nosotros, necesitamos ver cuán terrible es la vida del alma y cuánto necesitamos negarla (vs. 18, 24). Después de revelar Su iglesia y mostrar la importancia de negarnos a nosotros mismos, el Señor dijo que volvería con Sus ángeles y pagaría a cada uno conforme a sus obras (vs. 26-27). Esto indica que todos nosotros compareceremos ante el tribunal de Cristo (2 Co 5:10).
En el pasado se nos enseñó que en el tribunal de Cristo tendríamos que dar cuentas de nuestros pecados. No obstante, el verdadero énfasis durante este tribunal no será el asunto del pecado, porque una vez que creímos en Su nombre, ya recibimos al Señor Jesús y nuestros pecados fueron perdonados por Él (Hch 10:43). Incluso, hoy sabemos que los pecados cometidos después de creer en el Señor, si los confesamos, la sangre de Jesús nos limpia de todos ellos (1 Jn 1:7, 9). No importa el tamaño del pecado, la sangre del Hijo de Dios es eficaz para redimirnos. Por lo tanto, el tema del pecado no debe ser un gran problema para los hijos de Dios.
Ahora, como ya fuimos regenerados, debemos vivir la vida de la iglesia para que la vida divina crezca. La Palabra nos lleva a tener claridad de que la manera para que la vida de Dios crezca es por medio de vivir negando la vida del alma continuamente. El Señor trabaja de muchas maneras, y utiiza diversas situaciones en el vivir cotidiano, para que nuestra vida del alma sea expuesta. Entonces, cuando confesamos la condición que tenemos y nos negamos a nosotros mismos, permitimos que la vida divina sea añadida.
Lo antes mencionado nos demuestra que la vida de la iglesia es la oportunidad dada por Dios para negarnos a nosotros mismos y para que la vida divina crezca en nosotros, a fin de que seamos aprobados en el tribunal de Cristo. Si hoy aprovechamos esta oportunidad y negamos la vida del alma, en el futuro recibiremos alabanza, gloria y honra (1 P 1:7).
Punto Clave: Negar la vida del alma para ser aprobado.
Su punto clave es:
Pregunta: ¿Qué necesitamos hacer para que la vida de Dios crezca en nosotros?
 
La revelación de la realidad de la vida de la iglesia
Semana 2 --- La vida del alma es expuesta
Martes --- Leer con oración: Mt 16:16-23; 17:1-5
“Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd” (Mt 17:5)
OÍR AL SEÑOR Y ARREPENTIRSE
Alabamos al Señor por Su palabra. Por la revelación recibida en estos últimos años, hemos buscado negarnos a nosotros mismos. Sin embargo, muchas cosas de nuestra vida del alma aún no han sido expuestas. Es por ello que, frecuentemente, el Señor levanta diversas situaciones para exponer nuestra vida natural, así como las usó para transformar a Pedro.
A Pedro le gustaba liderar, ser cabeza. Aunque recibió la revelación de que el Señor era el Cristo, el Hijo del Dios viviente (Mt 16:16), inmediatamente después su opinión fue utiizada por Satanás. Él reprobó al Señor Jesús cuando dijo que Le era necesario ir a Jerusalén y sufrir en manos de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día (vs. 21-22). El Señor aprovechó esa circunstancia para exponer lo que había en el alma de Pedro. Esto también nos sirve de lección.
Muchas veces, cuando nuestra vida del alma se manifiesta, en lugar de reconocer nuestros problemas y negarnos a nosotros mismos, no aceptamos tal exposición e intentamos justificarnos. Esto es una señal de que nuestra vida natural es fuerte y no quiere ceder. Por eso, en la vida de la iglesia, el Señor expone constantemente nuestra alma y nos advierte, así como lo hizo con Pedro en Mateo 16, que si queremos seguirlo, necesitamos negar la vida del alma para que la vida divina crezca.
En Mateo 17, el Señor tomó Consigo a Pedro, Jacobo y Juan y los llevó a un monte alto, donde se transfiguró delante de ellos. Inmediatamente después, aparecieron Moisés y Elías (vs. 1-3). Moisés era muy respetado por los judíos, por ser representante de Dios y haber sido usado por Él para sacar a los israelitas de Egipto. Elías simboliza a los profetas, es decir, a aquellos que hablan por Dios. Por eso, en el corazón de los judíos, Moisés y Elías tienen una posición elevada, privilegiada.
Pedro, en su condición de judío, al ver al Señor Jesús transfigurado, y junto a Él, a Moisés y Elías, quiso hacer tres tiendas, una para cada uno de ellos (v. 4). Su actitud muestra que, según la opinión de su alma, Moisés y Elías estaban en la misma posición del Señor Jesús. Entonces vino una voz del cielo que dijo: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd” (v. 5). Al hablar así, el Padre quiso mostrar que Moisés y Elías formaban parte del pasado, y que Pedro debía oír sólo a una persona: Jesucristo, el Hijo de Dios.
En esa situación, nuevamente, el ser natural de Pedro fue expuesto, pues había actuado por sí mismo, en su vida del alma. El Señor ya se lo había advertido pero la vida del alma de Pedro aún no había sido totalmente negada. Aunque Pedro no estaba conciente de ello, el Señor sabía que dentro de él había una naturaleza fuerte, con una opinión fuerte, y por eso aprovechaba cada situación para exponer su vida del alma.
Al oír la voz, Pedro probablemente se arrepintió. De la misma manera, nosotros debemos arrepentirnos y orar: “Señor, Tu me dijiste que en la vida de la iglesia, debía negar la vida del alma. Quiero pedirte perdón por no practicar las muchas verdades recibidas. Quiero agradecerte porque expusiste una vez más mi vida del alma. Señor, ayúdame a negarme más a mi mismo”. Esto es algo muy espontaneo de alguien que recibe la luz del Señor. ¡Gracias a Dios! ¡Que esta sea nuestra experiencia también!
Punto Clave: Arrepentirse al ser iluminado.
Su punto clave es:
Pregunta: ¿Cómo podemos aplicar la experiencia de vida de Pedro en nuestro vivir?
 
La revelación de la realidad de la vida de la iglesia
Semana 2 --- La vida del alma es expuesta
Miércoles --- Leer con oración: Mt 16:25-26; 17:24-27
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno” (Sal 139:23-24)
OTRAS LECCIONES CON EL APÓSTOL PEDRO
Ayer vimos que la opinión de Pedro fue expuesta por Dios en el monte de la transfiguración (Mt 17:1-5). Después de eso, surgió otra situación en la que él se precipitó; en esta oportunidad, el discípulo se apresuró al expresar su parecer sobre el asunto de los impuestos.
La ley determinaba que todo judío tenía que pagar el impuesto del templo. Los que cobraban el impuesto, a sabiendas de que Pedro era discípulo del Señor Jesús, le preguntaron: “¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?” (v. 24). Pedro, en sí mismo, inmediatamente respondió: “Sí” (v. 25a). ¿Por qué Pedro contestó así? Porque era una determinación de la ley. Él debió haber consultado al Señor pero no lo hizo; su respuesta tuvo origen en sí mismo, en su impulso natural y en su conocimiento de la ley. Sin embargo, como no tenía dinero, fue a hablar con el Señor.
El Señor se anticipó y le preguntó: “¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraños?” (v. 25b). A lo que Pedro respondió: “De los extraños” (v. 26). Puesto que el Señor Jesús es el Hijo de Dios, Él no necesitaba pagar este impuesto.
Nuevamente, Pedro se encontró con su vida del alma, con su opinión precipitada. Probablemente percibió el problema que le causó el afirmar que su maestro pagaba el impuesto, y no sabía cómo solucionarlo. Entonces, el Señor le dijo: “Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti” (v. 27). En otras palabras, mandó a Pedro a que fuera a pescar para que reflexionara sobre sus acciones y se arrepintiera.
En realidad, las experiencias de Pedro muestran cómo somos nosotros. Muchas veces nos encontramos con situaciones en las cuales nuestra opinión y punto de vista afloran de nuestra vida del alma. Por eso el Señor dijo que, para obtener la salvación completa y comparecer irreprensibles ante la presencia de Dios, necesitamos negar la vida del alma (1 Ts 5:23; 1 P 1:9).
Creemos que Pedro se arrepintió cabalmente; por eso, mientras pescaba, sacó el pez que tenía en la boca la moneda con el valor suficiente para pagar el impuesto de los dos.
Por otra parte, hay otra experiencia de Pedro con la cual podemos aprender lecciones. Durante el arresto del Señor Jesús, Pedro sacó su espada y cortó la oreja del siervo del sacerdote (Mt 26:50-51). Una vez más, su vida del alma quedó expuesta.
Por la misericordia de Dios, Él siempre expone nuestra vida del alma y nos da la oportunidad de arrepentirnos en Su presencia. Incluso, aunque hayamos servido al Señor por mucho tiempo en la vida de la iglesia, tenemos que percibir que necesitamos negarnos a nosotros mismos y reprender todo aquello que proviene de nuestro ego caído. Quien vive la vida de la iglesia en la realidad, en el espíritu, percibe esto rápidamente. Si nuestra vida del alma todavía esta muy activa, significa que no la hemos negado lo suficiente. Pero, para que la vida de Dios opere en nosotros, necesitamos vencer nuestra alma. Dios sabe cuán fuertes somos en nuestra alma, por eso Él siempre viene a exponer nuestra situación.
Punto Clave: Aprender de la experiencia de Pedro.
Su punto clave es:
Pregunta: ¿Cuál es el objetivo del Señor al exponer nuestra vida del alma mediante las circunstancias?
 
La revelación de la realidad de la vida de la iglesia
Semana 2 --- La vida del alma es expuesta
Jueves --- Leer con oración: Jn 20:1-10; 21:1-19
“Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios (Lc 9:62).Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas” (Jn 10:11)
APACENTAR A LAS OVEJAS
El último capítulo del Evangelio de Juan también presenta algunas situaciones en las cuales la vida del alma de Pedro debió ser expuesta.
Después de la muerte de Jesús, quizá Pedro haya pensado qué haría de allí en adelante, ya que su maestro no estaba más entre ellos. Era una oportunidad propicia para que la vida del alma de Pedro hiciera planes. Y como era un pescador profesional, decidió volver a su antigua vida, es decir, a pescar. Los otros, que también eran pescadores, fueron con él (21:3a).
Ellos eran muy capaces, pescadores habilidosos. Era lo que mejor sabían hacer, por lo cual podían identificar los lugares buenos o malos para la pesca. Sabían donde había peces. Pero aquella noche en la que decidieron ir a pescar, todas sus técnicas no les sirvieron de nada. Trabajaron toda la noche y no pescaron nada. ¿Por qué? Porque no obedecieron al Señor (v. 3b).
En realidad, ellos perdieron la visión de lo que es ser un discípulo, el significado de serlo. El Señor les había encomendado predicar: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”. Igualmente, les había anunciado que moriría y resucitaría. Por eso, Pedro y los demás discípulos no debían haberse desanimado, sino que tenían que continuar haciendo la obra del Señor. Pero en lugar de eso ¡se fueron a pescar!
Ya que no tuvieron éxito, el Señor Jesús, que los estaba esperando en la playa, les dijo que lanzaran la red a la derecha del barco. Fue allí que recogieron una gran cantidad de peces. Sólo entonces percibieron que era el Señor Jesús. Cuando Pedro Lo reconoció, se lanzó al agua, y los otros discípulos vinieron en la barca arrastrando la red con los peces. Al llegar a tierra, el Señor ya había preparado todas las cosas para alimentarlos. Él les proveyó todo (Jn 21:4-13).
Después de comer, el Señor le preguntó tres veces a Pedro si Lo amaba. En las tres oportunidades él dijo que sí, a lo que el Señor respondió diciendo: “Apacienta mis corderos”, “Pastorea mis ovejas” y “Apacienta mis ovejas” (vs. 15-17). Cuando fue consultado por tercera vez, Pedro se entristeció y probablemente sintió que no era digno de confianza. Él no había cumplido su comisión como discípulo; antes bien, había vuelto a su oficio natural. Esto sucedió porque vivía en su vida del alma. Entonces, él debe haber reconocido que, por no dar valor a la vida divina que había recibido, volvió a su antiguo camino, preocupándose por su subsistencia.
Inmediatamente, el Señor Jesús añadió: “De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras” (v. 18). Esto indicaba que llegaría el día cuando Pedro no tendría más la libertad de actuar por su alma, sino que necesitaría la ayuda, la cooperación de otros. ¡Alabado sea el Señor! Desde entonces, Pedro se sometió.
Punto Clave: Permanecer en el camino del Señor para hacer Su voluntad.
Su punto clave es:
Pregunta: ¿Cuál es la principal característica de un discípulo del Señor?
 
La revelación de la realidad de la vida de la iglesia
Semana 2 --- La vida del alma es expuesta
Viernes --- Leer con oración: Ef 4:11-13; 1 P 4:12-13
“En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo” (1 P 1:6-7)
EL FUEGO DEL ESPÍRITU
Hemos recibido del Señor la comisión de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio y para el desempeño de su servicio (Ef 4:12). No obstante, si queremos ser perfeccionados, tenemos que negar la vida del alma.
¿Por qué hay problemas entre los hijos de Dios? Porque todos tenemos una vida del alma muy activa. Si aprovechamos las situaciones en la vida de la iglesia para volvernos al Señor, seremos iluminados. Bajo de esta luz, el Espíritu expondrá nuestra vida del alma. Al verla, debemos decir: “Oh Señor, quiero negarme a mí mismo. No quiero vivir como en el pasado, cuando negaba mi vida del alma sólo en los momentos de sufrimiento y después ella aparecía nuevamente”.
En la época de Pedro, el Señor estaba presente para exponer sus actitudes. Mediante Su muerte y resurrección, Él se hizo el Espíritu (1 Co 6:17; 2 Co 3:17a). Hoy, Él está en nosotros como el Espíritu, para darnos vida y para exponer nuestra condición interior.
Así como en la experiencia de Pedro su fe fue refinada y depurada por el sufrimiento interior, que vino como fuego en su espíritu, y esta fe llegó a ser más preciosa que el oro perecedero (1 P 1:7), del mismo modo, nuestra vida del alma necesita ser lanzada en el fuego del espíritu para ser quemada.
Según lo que el mismo Pedro escribió, el resultado seráque en el tribunal de Cristo recibiremos alabanza, gloria y honra. Alabanza significa ser elogiado, alabado delante de todos; gloria se refiere a entrar en el reino y honra es poder reinar con el Señor por mil años. ¡Alabado sea el Señor! Esta es nuestra meta.
El apóstol Pablo describió los muchos sufrimientos por los cuales pasó, consecuencia de las situaciones que le sobrevinieron en sus jornadas. Sufrimientos exteriores como estos no necesariamente cambian a una persona en su interior, porque después de un accidente o una enfermedad, cuando la persona se recupera, la vida del alma puede continuar siendo muy fuerte. Pero el sufrimiento por el cual el apóstol Pedro pasó es como un fuego en su interior, que quemó las impurezas de su alma. Este tipo de sufrimiento produce una transformación interior.
Es por ello que en la iglesia debemos aprovechar cada oportunidad para negar la vida del alma. Por ejemplo, en la predicación del evangelio debemos salir con los hermanos a evangelizar en las plazas y en las casas, dejando de lado los viejos conceptos. Debemos llevar los libros que presentan el evangelio del reino a las personas. ¡Aleluya!
Punto Clave: Aceptar el quemar del Espíritu en nosotros.
Su punto clave es:
Pregunta: ¿Qué necesita quemar el fuego del Espíritu en su vivir?
 
La revelación de la realidad de la vida de la iglesia
Semana 2 --- La vida del alma es expuesta
Sábado --- Leer con oración: Mt 10:7; 28:18-20; Mr 1:38; Hch 1:8
“Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra” (Ap 5:9-10)
EXPANDIR EL EVANGELIO DEL REINO POR TODA LA TIERRA
Alabado sea el Señor porque Su obra se ha expandido. Inicialmente, ésta se concentraba en América del Sur, principalmente en Brasil y los países de habla hispana. Después, por causa de la necesidad en otros continentes, el Señor nos bendijo y nos encargó la predicación el evangelio del reino y el desarrollo de Su obra en otros países, con otras lenguas y culturas (2 Co 5:18, 20a).
En Kenia, por ejemplo, hubo una conferencia con cerca de 1200 hermanos. Entre ellos, habían muchos pastores con el deseo de conocer este nuevo camino que el Señor nos ha revelado: por un lado, ser perfeccionados como sumo-sacerdotes, llevando el Urim y Tumim, es decir, los libros que explican la Biblia y le dan una dirección a las personas que desean hacer la voluntad de Dios; y por otro, ser perfeccionados en las reuniones.
Además, ha habido mucha comunión sobre la obra en América del Sur y América Central. Podemos decir que en estos últimos tres meses, las puertas de América Central fueron abiertas, y en Brasil hay muchos hermanos que están recibiendo el encargo de ayudar a nuestros hermanos allí.
Recientemente oímos la noticia de que el presidente de los Estados Unidos facilitará los trámites para la obtención de la visa americana a los brasileños. Cuando supimos que la puerta de América del Norte se estaba abriendo a nosotros, simultáneamente, dos hermanos nuestros que estaban en Miami encontraron un lugar para abrir un bookafé.
Esta noticia nos hizo sentir que el Señor quiere dar a los hermanos de Miami la oportunidad de tener un nuevo comienzo en esa ciudad. Nosotros estamos llevando el evangelio del reino a América del Norte, y Miami es nuestra puerta de entrada. Nuestro deseo es abrir muchos Bookafés en aquel país, y enviar a varios colportores a predicar el evangelio del reino a las personas.
Puesto que hemos procurado practicar aquello que el Señor nos reveló, Dios nos abrió América del Norte. Los dos hermanos que estaban en Miami, por el hecho de haber vuelto su corazón al Espíritu, no buscaron un establecimiento conforme a su propio punto de vista, sino que oraron y dependieron del Señor. Como resultado, fueron conducidos por el Espíritu a un hermano brasileño, dueño de un restaurante chino, quien los ayudó a encontrar el lugar que necesitábamos para abrir un Bookafé.
Muchos misioneros vinieron de Europa y de los Estados Unidos, y trajeron el evangelio de la gracia a nosotros. La predicación de ellos hizo que muchas personas creyeran en el Señor y se convirtieran. Ahora queremos retribuir este beneficio, llevándoles el evangelio del reino. ¡Gloria a Dios!.
Punto Clave: Llevar el encargo del Señor a otros países.
Su punto clave es:
Pregunta: ¿Cuáles son los dos puntos principales del nuevo camino que el Señor nos ha revelado?
 
La revelación de la realidad de la vida de la iglesia
Semana 2 --- La vida del alma es expuesta
Domingo --- Leer con oración: Ro 15:24, 28; 2 Co 8:1-5
“Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo, para que como estuvisteis prontos a querer, así también lo estéis en cumplir conforme a lo que tengáis. Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene” (2 Co 8:11-12)
PARTICIPAR DEL MOVER DEL SEÑOR EN OTROS CONTINENTES
Ayer vimos que las puertas de América del Norte se nos están abriendo. El Señor nos dio esta gran responsabilidad de estar aquí en América del Sur. Al entrar a estos países, nuestro encargo es predicar el evangelio del reino. Por lo tanto, la obra que comenzaremos en Miami consistirá en ayudar a los hijos de Dios que ya recibieron el evangelio de la gracia, para que practiquen la palabra del reino.
En los países árabes predomina la religión musulmana. No obstante, en los países como los Estados Unidos, el evangelio de la gracia ya está presente. Ellos recibieron la salvación pero necesitan avanzar: deben saber que el evangelio de la gracia es para el evangelio del reino. Ellos pueden estar satisfechos con lo que alcanzaron; sin embargo, Dios no lo está. Dios creó al hombre para que gobierne en el mundo venidero. Por esta razón, es urgente crecer en la vida divina por medio de negar la vida del alma y vivir en el espíritu.
Muchos brasileños que están en los Estados Unidos viven aislados y luchan diariamente para subsistir y satisfacer sus necesidades básicas; pero gracias a Dios que ellos desean recibir nuestra ayuda. Por eso estamos enviando colportores para allá, y los alentamos a encontrar un lugar para el Bookafé. Anteriormente, dábamos énfasis al local de reuniones pero hoy buscamos atender la necesidad de todos los hijos de Dios, y el Bookafé es un lugar donde todos pueden tener comunión. Esperamos que los hermanos de allá, por medio de estas experiencias, crezcan en vida, sean perfeccionados y hagan la obra del ministerio (Ef 4:12).
Puesto que tenemos una gran responsabiidad, estamos poniendo todo lo que está a nuestro alcance para alcanzar esta meta. Muchos hermanos, en muchos lugares, están reaccionando a este enorme desafío. Con la comunión sobre la necesidad de la obra en América del Norte, esperamos que muchos participen ofrendando para poder sustentar la obra allí. La ofrenda es una gracia (2 Co 8:1-3). Por eso, los animamos a participar, para que reciban más gracia.
Aparte del inicio de la obra en América del Norte, tenemos que proseguir con la obra del Señor en otros continentes. ¡Alabado sea el Señor! La obra en África está avanzando muy bien, y las ofrendas han sido suficientes para la manutención de los hermanos. Europa está en crisis económica, y necesitamos ayudar a algunos que están sirviendo en la predicación del evangelio del reino allá. Esperamos que muchos, ante este escenario, renueven sus votos.
A pesar de todo, si no negamos nuestra vida del alma, no podremos llevar adelante este ministerio, pues sólo pensaremos en la necesidad de nuestra alma. Esperamos que muchos puedan reaccionar positivamente y orar por la obra del Señor en estos continentes. Asimismo, si no podemos viajar a estos sitios para evangelizar, nuestras ofrendas pueden llegar hasta allá. ¡Que todos participemos del mover de Dios en la tierra!
Punto Clave: Ofrendar para el avance de la obra del Señor en otros lugares.
Su punto clave es:
Pregunta: Con relación a las ofrendas ¿Ha puesto la necesidad del Señor en primer lugar?
Dong Yu Lan