La viuda
Esta viuda no tiene a nadie en quien confían La misma palabra "viuda" declara suficientemente su soledad. El esposo de quien ella dependía para poder vivir, ha muerto. Ella es ahora una viuda.
Verdaderamente ella sirve muy bien de ejemplo de lo que los creyentes somos en el mundo. Nuestro Señor Jesús ya ha ascendido al cielo; por lo tanto, hablando simplemente desde un punto de vista físico, los cristianos están tan desamparados como una viuda. Lo que Mateo enseña en el capítulo 5 revela nuestra penosa condición de cristianos. Hemos de ser los más mansos de todos, no ofrecer resistencia de ninguna clase; y por lo tanto, en todas partes sufrimos persecución y humillación. El Señor Jesús y sus apóstoles nunca instruyeron a los
creyentes que buscaran en este mundo poder y altos puestos; en su lugar, nos enseñan a ser modestos y humildes, y a aceptar el desprecio y la persecución de este mundo rehusando redamar lo que concede la ley y el derecho. Esta es la posición de los creyentes y el camino que el mismo Señor nos ha marcado. Si el Hijo de Dios debió morir en la cruz sin resistir ni protestar, ¿acaso podrán sus discípulos esperar del mundo un mejor trato? En vista de todo esto, la viuda es verdaderamente un buen ejemplo de nosotros los cristianos de esta época.