ALIMENTO DIARIO SEMANA 2 –LUNES Y MARTES

ALIMENTO DIARIO SEMANA 2 –LUNES Y MARTES
El Ministerio que Seguimos y Practicamos
Semana 2 – El Ministerio Neotestamentario (Ap 5: 1-5)
Lunes -- Lectura Bíblica -- (Mt 3:1-2; Lc 1:15; Ro 8:6, 10-11; Gá 4:19).
Leer con oración: “Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz” (Ro 8:6).
ARREPENTISRSE PARA CRECER Y MADURAR
Durante esta semana retendremos como tema central a Juan el Bautista. El fue el precursor del Señor Jesús, el que Le preparó el camino. El registro del libro de Mateo, la primera mención que se hace de Juan, dice que él apareció en el desierto predicando el arrepentimiento (Mt 3:1-2). Sin embargo, el evangelio de Lucas nos proporciona más detalles. Su padre Zacarías, era un sacerdote, y su madre Elisabet, era pariente de María, la madre de Jesús. Cuando María la saludó, Juan saltó en el vientre de su madre. Este hecho muestra que Juan, aquel que vendría a preparar el camino del Señor,“sería lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre” (v. 15).
Mas tarde, cuando ya era adulto, Juan el Bautista salió a predicar diciendo: “Arrepentíos porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mt 3:2). ¿Qué significa arrepentirse? quiere decir tener un cambio de mente y la mente es la parte principal del alma. Dios creó al hombre con tres partes: espíritu, alma y cuerpo (Cfr. Gn 2:7), 1 Tes 5:23.
Romanos 8 habla de la salvación de cada una de esas partes. Los versículos 10 y 11 muestran que cuando Cristo mora en nosotros, nuestro espíritu vive, y finalmente, incluso nuestro cuerpo mortal obtendrá vida por medio de este Espíritu. Además, en el versículo 6 dice:“Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”. La palabra ocuparse indica la inclinación o la tendencia de la mente. Esto quiere decir que si ponemos la mente en la carne, resultará en muerte espiritual, pero si inclinamos la mente al espíritu, tendremos vida y paz.
Aunque estos versículos de Romanos 8 no mencionan la palabra alma, si mencionan su parte principal: la mente.En esta porción de la Palabra, la mente representa el alma. Inclinar nuestra mente al espíritu es, por tanto, poner nuestra mente bajo el gobierno del espíritu. Esto significa que arrepentirse es negar la vida del alma, dejar que el espíritu lidere, abandonando nuestros conceptos y tradiciones, para que Dios nos revele cosas nuevas.
Hemos repetido esas palabras insistentemente porque el problema del pecado es más fácil de reconocer y solucionar, pero muchos no perciben que el alma del hombre tiene un gran problema, en el lado bueno de la vida del alma. El lado del alma es fácilmente detectado y rechazado; nadie lo quiere. No obstante, muchos valoran el lado bueno de la vida del alma y no quieren renunciar a él.
Antes de recibir la vida de Dios, nuestra alma estaba llena de la vida natural heredada de Adán, por lo cual vivíamos espontáneamente. Pero un día fuimos regenerados, nacimos de Dios (Jn 1:12; 1 P 1:3). Además de la vida humana que recibimos de nuestros padres, obtuvimos la vida de Dios, que entró en nuestro espíritu como una pequeña semilla y que ahora necesita crecer hasta madurar. Esto es semejante al bebé que está en el vientre materno: necesita desarrollarse para tener una forma. Este también era el encargo de Pablo para con los gálatas: él sufría dolores de parto hasta que Cristo fuera formado en ellos (Gá 4:19). Que el Señor crezca cada día en nosotros para que en Su venida estemos maduros para reinar con Él en la manifestación de Su reino.
Punto Clave. El espíritu es vida para el espíritu, el alma y el cuerpo
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Por qué la salvación del alma está relacionada al arrepentimiento?

El Ministerio que Seguimos y Practicamos
Semana 2 – El Ministerio Neotestamentario (Ap 5: 1-5)
Martes -- Lectura Bíblica -- (Mt 3:1-2; Lc 1:15; Ro 8:6, 10-11; Gá 4:19).
Leer con oración: “Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día a día” (2 Co 4:16).
LA IGLESIA COMO EDIFICACIÓN ESPIRITUAL
Cuando Creímos en el Señor, nacimos de nuevo (Jn 1:12); Como recién nacidos en Cristo, necesitamos crecer. Gálatas 4:1-2 nos muestra que mientras el heredero es niño, necesita ser llevado a un ambiente adecuado para crecer, bajo el cuidado de tutores y curadores, para que lo instruyan y lo cuiden. Así es nuestra experiencia en la vida de Dios. Nosotros solo teníamos la vida natural de Adán, pero un día nacimos de nuevo y recibimos la vida divina en nuestro espíritu. Ahora esta vida necesita expandirse hacia nuestra alma. Pero ¿Como la vida de Dios puede entrar en nuestra alma si estamos llenos de nosotros mismos? No hay espacio para ella. Por eso es necesario que nos vaciemos de nosotros mismos para que la vida divina crezca en nuestro interior. La vida de la iglesia es el lugar adecuado para lograr este objetivo.
La iglesia no es una organización ni un edificio físico. Quizá algunos entiendan que la iglesia es un lugar físico porque el Señor en Mateo 16 Habla de edificarla sobre la roca (V.18). Por tal razón, muchos tienen el concepto de que la iglesia se refiere a una construcción o aun templo o lugar donde los cristianos se reúnen. De hecho, la iglesia necesita ser edificada, pero no de una manera física.
Efesios 4:11:12 habla del perfeccionamiento de los santos para la obra del ministerio, con miras a la edificación del cuerpo de Cristo. Esta edificación no es material sino espiritual. El cuerpo de Cristo es edificado con la vida divina. La vida de la iglesia es el ambiente donde eso ocurre (16).
Refiriéndose a la vida de la iglesia en nuestro vivir, el mismo Señor Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese así mismo, y tome su cruz y sígame” (Mt 16:24). La expresión “a sí mismo” se refiere al yo, al ego caído. Estos términos equivalen a la vida del alma (v. 25), al viejo hombre (Ro 6:6; Ef 4:22; Col 3:9), o el hombre natural (1 Co 2:14). Esta es la razón por cual enfatizamos tanto la importancia que tiene renunciar a nuestra vida del alma, porque esto permitirá que la vida de Dios crezca en nosotros. Sí la vida de Dios continúa creciendo, seremos semejantes a Cristo (1 Jn 3:2). Así, la vida de Dios en nosotros tendrá una porción mayor a la vida del alma, y estaremos capacitados para entrar en la manifestación del reino de los cielos.
Punto clave: Vivir l Vida de La iglesia
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Por qué afirmamos que “edificar la iglesia” en Mateo 16 no se refiere a una construcción física?
Dong Yu Lan
!Jesus es el Senor!