ALIMENTO DIARIO SEMANA 2 – Sabado y Domingo
El Ministerio que Seguimos y Practicamos
Semana 2 – El Ministerio Neotestamentario (Ap 5: 1-5)
Sábado -- Lectura Bíblica -- (Hch 9:20-25; 1 P 5: 1-4).
Leer con oración:
“Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey” (1 P 5:2-3).
EJEMPLOS QUE NOS SIRVE COMO ADVERTENCIA
Tener seguidores puede llevar a una persona a cambiar. Al ser apresado, Juan el Bautista esperaba que el Señor Jesús lo fuera a salvar. El señor podía hacerlo, pero si lo hubiera sacado de la prisión, es posible que Juan hubiera seguido compitiendo con Su obra. Al final, éste terminó muerto en la prisión.
Al igual que Juan el Bautista, Pablo también tenía discípulos. Después de ser salvo, permaneció en Damasco, en donde predicaba el evangelio con intrepidez (Hch 9:20-22). Por eso los judíos planearon quitarle la vida. Cuando supo de lo que maquinaban en su contra, él tuvo que huir de la ciudad. Puesto que las puertas estaban bajo vigilancia, sus discípulos lo pusieron en una canasta y lo bajaron por el muro (vs. 23-25). En estos versículos podemos ver que Pablo tenía sus propios discípulos. Pero, por amor a Pablo, el Señor no permitió que esa situación se prolongara, porque aún quería usarlo, y por ello levantó circunstancias en las que él tuvo que alejarse de sus discípulos.
Pablo no pasó por el entrenamiento personal del Señor Jesús durante Su ministerio terrenal. Como él era alguien que había aprendido la ley y era celoso de ella, no podía entender las cosas del nuevo testamento, a no ser por revelación. Las palabras de su predicación provenían de las revelaciones que Dios le dio cuando fue arrebatado al tercer cielo. En segunda de Corintios 12:1-4 leemos: “Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y revelaciones del Señor. Conozco un hombre en Cristo, que hace catorce años (…) fue arrebatado al cielo. Y conozco al tal hombre (…) que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no les dado al hombre expresar”.
De esta manera, él pudo entender la economía Neotestamentaria de Dios, conforme a lo que vemos en sus cartas, principalmente en el libo de Efesios. Y no produjo más discípulos para sí mismo.
Todos los que sirven en la iglesia necesitan prestar atención a esto. Muchas veces comienzan bien en la obra del Señor, son sumisos y humildes. Pero cuando obtienen un grupo de seguidores que los aprecian, pueden cambiar y dejar de oír al Señor. La historia de Juan el Bautista es una advertencia, un espejo para todos nosotros.
En la obra del Señor no debemos constituir un grupo cerrado para nosotros mismos. Ente nosotros no debe haber grupos. Somos un solo grupo, somos una sola iglesia. Tampoco mantengamos ningún grupo especial de seguidores. Somos miembros los unos de los otros y todos debemos tener el encargo de cuidarnos y alimentarnos los unos a los otros, con miras a la edificación del Cuerpo de Cristo.
Punto clave: Ser salvos de los peligros del éxito en la obra.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿De qué manera el Señor guardó a Pablo de tener sus propios seguidores?
El Ministerio que Seguimos y Practicamos
Semana 2 – El Ministerio Neotestamentario (Ap 5: 1-5)
Domingo -- Lectura Bíblica -- (Hch 9:20-25; 1 P 5: 1-4).
Leer con oración:
“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el debe de tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros” (Ro 12:3-5).
NO PRODUCIR GRUPOS PARA NOSTROS MISMOS EN LA IGLESIA
Estamos aquí para hacer la obra del Señor, y todo lo que somos y tenemos es para Él. En la obra puede haber personas que nos respeten, pero jamás debemos formar un grupo especial, particular, para nosotros mismos. La obra del Señor es nuestra. ¡Tengamos cuidado! Cuando hay seguidores, muchos determinan que son algo. No debemos tener un concepto más alto de nosotros mismos del que debemos tener. Aquel que sirve al Señor, hace la obra del Señor
Aquel que sirve al Señor, que hace la obra del Señor, debe preocuparse de predicar solo al Señor Jesús, y no a sí mismo (2 Co 4:5). No importa cuán bueno puede ser alguien, su obra no es para sí mismo. Siempre debemos tener cuidado con este asunto. Dios no quiere que haya divisiones en el Cuerpo de Cristo; Él no quiere que tengamos discípulos. Sólo el Señor Jesús debe tener discípulos. Resaltamos y repetimos tanto esto porque se trata de algo crucial.
No debemos constituir un grupo personal de discípulos. Esta es la lección que podemos extraer de las historias de Juan el Bautista y Pablo. Esta es la situación a la cual debemos de dar una atención especial en la vida de la iglesia. De lo contrario, dejaremos de ser útiles al Señor. Dios aún quería usar a Pablo, por eso lo salvó de aquella situación cuando los judíos planeaban quitarle la vida. Juan el Bautista ya había completado su ministerio (Hch 13:25), ya había hecho la obra como precursor del Señor, y sabía que aquel que había de venir era el Señor Jesús. Sin embargo, cuando el vino, Juan no salió del escenario de bautizar a Jesús; al contrario, él continuó con su obra particular. Finalmente, el Señor no lo salvó de la prisión. Juan el Bautista fue muy útil al Señor para introducirlo en Su ministerio. Fue él Quién bautizó al Señor con agua, y en ese momento el Espíritu de Dios descendió sobre el Señor Jesús como paloma y Lo ungió para el ministerio. No obstante, a partir de allí, Juan sólo debía seguir a Jesús.
Sólo Jesús es el Señor. Esta es la revelación que recibimos de la Biblia. Sólo el tenía el Ministerio del Nuevo Testamento. El Espíritu de Dios descendió sobre Él Lo ungió, y el padre lo confirmó, diciendo: “Este es mi Hijo amado, en Quién tengo complacencia” (Mt 3:17). ¡Aleluya! Dios le dio una comisión, y él fue fiel al cumplirla. En las siguientes semanas vamos a hablar mucho sobre el ministerio Neotestamentario y veremos cuál es el ministerio que seguimos y practicamos. Sólo un ministerio permanecerá hasta la venida del Señor Jesús.
Punto Clave: Ministros del ministerio del Señor Jesús
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Cuál es el peligro de alcanzar el éxito en la obra del Señor?
Dong Yu Lan
¡Jesus es el Senor!