ALIMENTO DIARIO SEMANA 4 – JUEVES - DOMINGO

ALIMENTO DIARIO SEMANA 4 – JUEVES - DOMINGO
El Ministerio que Seguimos y Practicamos
Semana 4 – (Jesús recibe el ministerio Mt 8:1-3).
Jueves -- Lectura Bíblica -- (Gn 26:1-2; 37:1-2; 45:5-8; 46:1-4; Ex 1:6-11; 2:23-24).
Leer con oración: “Acuérdate de mí, oh Jehová, según tu benevolencia para con tu pueblo;
Visítame con tu salvación, Sal 106:4). Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (Ro 8:28).
TODO COOPERA PARA EL PROPOSITO DE DIOS
El mundo del sustento siempre es una prueba para todos. El Hijo de Abraham, Isaac, creció en la buena tierra de Canaán e igualmente paso por la prueba cuando hubo hambre en la tierra, y decidió tomar el mismo camino que su padre, es decir, descender a Egipto (Gn 26:1). Pero gracias al Señor, Dios lo guardo, se le apareció y le dijo que no descendiera a Egipto, sino que se quedara en la tierra que El le daría (v. 2). Esa fue la misericordia de Dios para con Isaac.
Isaac tuvo un hijo llamado Jacob, quien, por su parte, tuvo doce hijos, los cuales dieron origen a las doce tribus de Israel. La historia de Jacob esta mezclada con la de su hijo José (Gn 37:2ª). José era muy especial. Cuando era joven tuvo un sueno en el que vio los manojos de trigo de sus hermanos que se inclinaban delante del suyo, y otro sueno en el que vio el sol, y la luna y once estrellas inclinándose delante de el (vs. 5-10). Esos sueños indicaban que el ocuparía una posición de gobernante y hasta su familia se postraría delante de el.
Cuando José les conto ese sueño a sus hermanos, ellos se enojaron mucho y planearon deshacerse de el. Entonces hubo una oportunidad cuando apacentaban los rebaños de su padre, y al ver llegar a José, planearon quitarle la vida, pero Rubén, el mayor, intento disuadirlos para volver a José vivo a su padre (vs. 17b-22). Mas tarde, mientras pasaba cerca de ellos una caravana de ismaelitas que iban a Egipto, Judá propuso vender a José como esclavo y finalmente hicieron eso (vs. 25-28).
José tenia diecisiete anos cuando tuvo esos sueños, y estos solo se concretaron cuando el tenia treinta anos (41-46). En esos trece anos, el paso por muchas pruebas: fue vendido como esclavo a un oficial egipcio llamado Potifar (39:1-6), fue acusado injustamente por la mujer de su señor y puesto en prisión (vs. 7-23); y además de todo eso, fue olvidado en la prisión (40:1-23). Pero Dios no se olvido de el. Finalmente José se convirtió en el gobernador de Egipto, después de haber interpretado el sueno de Faraón, y almaceno alimentos en los anos de abundancia, para suplir a las personas en los anos de escasez (41:1-57). En todos esos anos, el Señor estuvo con José y lo hizo prosperar, pues tenia un propósito para con los hijos de Israel (39:2, 21).
Fue allí que los otros hijos de Jacob descendieron a Egipto a buscar provisiones, y uno de los sueños de José se cumplió. Sus hermanos se inclinaron ante el. Como el hambre en la tierra se había agravado, José mando llamar a su padre y a toda su familia para que se fueran a vivir a Egipto, a fin de sustentarlos para que no murieran. Todo esto fue el arreglo soberano del Señor (45:5-. Posteriormente Dios hizo de Israel una gran nación (46:3-4; Ex 1:7).
No obstante, la vida fácil en Egipto y la abundancia de alimento hicieron que los hijos de Israel se alejaran del Señor. Entonces se levanto otro Faraon que no conocía a José y por temor a que los israelitas quienes eran mas numerosos que los egipcios se unieran a los enemigos en una guerra y se volvieran en contra de Egipto, convirtió a los hijos de Israel en esclavos, poniéndolos bajo trabajos forzados (vs. 6-11). Una vez que comenzaron a sufrir la dura servidumbre, el pueblo se acordó de Dios, y después de cuatrocientos anos, clamaron a El, y Dios oyo ka voz del pueblo y les proveyó la salvación por medio de Moisés (2:23-25).
Cuando estamos cómodos, al igual que ellos, nos olvidamos de Dios. Un buen empleo, un ascenso en el trabajo, una vida cómoda y la independencia financiera nos apartan de Dios. Por amor a nosotros, Dios tal vez permita que pasemos por ciertas circunstancias que conlleven a sufrimientos, para que nos volvamos a El y lo invoquemos. ¡Gracias al Señor! Así como El envió a Moisés para liberarlos, también vendrá a socorrernos.
Punto clave: Dios cuida de los suyos.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Cómo describiría usted el cuidado y la providencia de Dios en la historia de Jacob y sus hijos?

ALIMENTO DIARIO SEMANA 4 – VIERNES
El Ministerio que Seguimos y Practicamos
Semana 4 – (Jesús recibe el ministerio Mt 8:1-3).
Viernes -- Lectura Bíblica -- (Ex 12:1-14; Mt 21:23, 45-46; 22:15-16, 22-23, 34-35, 46; 27:11-26).
Leer con oración: “Es la víctima de la pascua de Jehová, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró (Ex 12:27). Nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros (1 Co 5:7b).
LIBERADOS DE EGIPTO POR LA SANGRE DEL CORDERO PASCUAL
El Señor ya nos llamo para salir del mundo de la idolatría y podemos decir que ya no somos esclavos del mundo del pecado. Pero Satanás usa otro aspecto del mundo, aun más sutil: el mundo del sustento, de la supervivencia, que esclaviza a muchos cristianos. Este mundo es tan abundante y fértil que muchos se olvidan de Dios. Sin embargo, cuando vienen las dificultades, ellos se acuerdan del Señor y lo invocan: “!Oh Señor Jesús! ¡Te necesito! Estoy sufriendo; ¡ayúdame Señor!” Gracias al Señor, El oye nuestra oración y provee un medio para ayudarnos. ¡Aleluya!
Con el propósito de liberar al pueblo de Israel de Egipto, Dios uso a Moisés para juzgar aquella nación impia con la llegada de diez grandes plagas. Aun así, Faraón permaneció con un corazón duro. Fue solo cuando vino la decima plaga, con la muerte de todos los primogénitos de Egipto, que Faraón dejo partir al pueblo. Aquella noche Dios enviaría al exterminador, quien pasaría sobre todas las casas de Egipto para matar a los primogénitos. Para salvarse de la muerte, cada familia debía escoger un cordero de un ano, examinarlo por cuatro días, inmolarlo, pasar su sangre en los postes de las puertas, asarlo y comerlo dentro de la casa con panes sin levadura y hierbas amarga (Ex 12:1-. De esta manera, cuando el ángel llegara aquella casa y viera la sangre, pasaría por encima y no mataría a los primogénitos que hubieran allí (vs. 12-13). Por eso se llama la Pascua, que significa pasar por encima.
El cordero representa al Señor Jesús. Cuando se acercaba el momento de su muerte, Él fue a Jerusalén un lunes y fue examinado durante cuatro días por los fariseos, saduceos, escribas y herodianos. Tal como el cordero pascual que era examinado durante cuatro días para no encontrar defectos, el Señor Jesús también fue examinado, al punto de que Pilatos dijo: “Ningún delito hallo en este hombre (Lc 23:4). Pero, por la insistencia de los judíos, que clamaban que Jesús fuera crucificado, Pilatos mando traer agua, se lavo las manos y dijo: “Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros. (Mt 27:24).
El Señor es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn 1:29). Solo Él era digno de ser crucificado en nuestro lugar, porque no tenia pecado. Gracias al Señor, por medio de Su sangre preciosa y de alimentarnos con Su palabra, podemos experimentar hoy la realidad de la Pascua.
Punto clave: La sangre preciosa de Cristo nos salvo.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Cómo podemos aplicar a nosotros la experiencia que tuvieron los judíos durante la noche en que fueron liberados de Egipto?

ALIMENTO DIARIO SEMANA 4 – SABADO
El Ministerio que Seguimos y Practicamos
Semana 4 – (Jesús recibe el ministerio Mt 8:1-3).
Sabado -- Lectura Bíblica -- (Ex 14:15-31; 17:1-6; Nm 20:1-13; Dt 3:24-27).
Leer con oración: “Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día (2 Co 4:16).
EL BAUTISMO EN EL MAR Y LA PEREGRINACION EN EL DESIERTO
Después de la pascua, los israelitas dejaron Egipto y fueron liberados de la esclavitud opresora de Faraón. Al ver que habían huido, Faraón y sus ejércitos salieron a perseguirlos. Los israelitas estaban junto al Mar Rojo. Dios ordeno a Moisés que levantara su vara, extendiera la mano y el mar se abriría para que ellos cruzaran. Moisés obedeció, el mar se abrió y ellos pasaron a través de el. Los egipcios los siguieron mar adentro, pero una vez que el pueblo había cruzado, Dios le dijo a Moisés que nuevamente extendiera la mano para que el mae se cerrara sobre los egipcios. Moisés lo hizo, y las aguas del mar se cerraron, haciéndolos perecer.
El paso del pueblo por el Mar Rojo prefigura el bautismo (1 Co 10:2). Ella nos muestra claramente como abandonamos el mundo del sustento, de la subsistencia. Salir de Ur de los Caldeos prefigura salir del mundo de la idolatría; Salir de Harán representa salir del mundo del pecado y salir de Egipto simboliza salir del mundo del sustento. Ahora, después de pasar el Mar Rojo, dejamos atrás el mundo de la subsistencia, y el rey de ese mundo, el diablo, no puede controlarnos mas. ¡Aleluya!
Tras el paso del Mar Rojo, Moisés condujo al pueblo por el desierto durante cuarenta anos. Ellos debían haber entrado en la tierra de Canaán inmediatamente después de haber pasado el Mar rojo. Si observamos la geografía y los mapas, deducimos que solo eran suficientes diez o quince días para llegar hasta Canaán. No obstante, casi los dos millones personas que conformaban el pueblo de Israel no estaban aptas para servir a Dios, porque todavía estaban llenos de “Egipto”, es decir, llenos de su vida del alma; aun eran muy anímicos. Fue necesario que pasaran cuarenta anos para que los hombres anímicos, las personas llenas de la vida del alma y de insatisfacciones, cayeran en el desierto. Únicamente la nueva generación entro en la tierra de Canaán, pasando el rio Jordán. Esto representa la corrupción de nuestro exterior y la renovación de nuestro hombre interior (2 Co 4:6).
Tal vez algunos puedan pensar que pasados esos cuarenta anos, Moisés ya había sido totalmente transformado, que no tenia manifestaciones de su vida del alma, sin embargo el fue expuesto en cuanto a la vida del alma en una ocasión en la que el pueblo murmuro por falta de agua, y Dios le dijo que tomara la vara a e hiriera la pena para que saliera agua de ella (Ex 17:1-6). Herir la pena representa la muerte del Señor Jesús en la cruz El fue herido y de El no salió solo sangre, sino también agua, para que recibamos Su vida (Jn 19:34). Pasado algún tiempo de la peregrinación del pueblo por el desierto, falto agua nuevamente. Dios le dijo a Moisés que, junto con Aaron tomara la vara y le ordenara a la pena que de ella saliera agua. Moisés se airó por la murmuración del pueblo y en vez de ordenarle a la pena que diera agua, la hirió nuevamente. El agua fluyo, pero Moisés erro porque no obedecio a Dios, haciendo lo que El le había dicho. Por causa de este error, Moisés no pudo entrar en la buena tierra. El se arrepintió delante del Señor, pero eso no cambio lo que El ya había determinado (cfr Dt 3:24-27).
El que Moisés hiriera la pena la segunda vez evidencio lo que aun había en el de la vida del alma, y eso le impidió entrar en la tierra de Canaán. Podemos aplicar esto a nuestra experiencia. Si descuidamos el asunto de nuestra vida del alma, podemos ser dejados fuera de la manifestación del reino de los cielos. Que el Señor tenga misericordia de nosotros y nos de un corazón sensible y sumiso, que permita que Él nos transformen y nos haga crecer y madurar. De este modo seremos vencedores y reinaremos con cristo mil anos.
Punto clave: La peregrinación hace morir a nuestro viejo hombre.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Por qué el hecho de que Moisés hiriera la pena por segunda vez fue tan grave ante los ojos de Dios?

ALIMENTO DIARIO SEMANA 4 – DOMINGO
El Ministerio que Seguimos y Practicamos
Semana 4 – (Jesús recibe el ministerio Mt 8:1-3).
Domingo -- Lectura Bíblica -- (He 4:15; 9:14; 1 Jn 1:9).
Leer con oración: “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado (1 Jn 1:7).
LA SANGRE DE JESÚS, EL HIJO DE DIOS, NOS LIMPIA DE TODO PECADO
Adán comió del fruto de la ciencia del bien y del mal y el resultado de este acto fue la muerte. Las siguientes generaciones también fracasaron en cumplir la voluntad de Dios. Para solucionar ese problema, Dios mismo se encarno y tuvo un vivir humano perfecto en la tierra. Jesús experimento todos los aspectos de una vida normal y conocio la naturaleza humana con todas sus debilidades. Como consecuencia de eso, hoy tenemos un Sumo Sacerdote que puede compadecerse de nuestras debilidades, pues fue tentado en todas las cosas, como nosotros, pero sin pecado (He 4:15). El fue a la cruz y murió por nosotros. Su sacrificio fue aceptado por Dios, porque cumplió toda la justicia divina. Por eso lo resucito entre los muertos y lo hizo sentarse a Su diestra en las alturas (1:3). Hoy, cuando nos arrepentimos y aplicamos la sangre preciosa y eficaz del Señor Jesús, somos perdonados. Todo aquel que cree en la obra redentora del Señor en la cruz es salvo, es apto para ser bautizado y así, puede entrar en el reino de los cielos. ¡Alabado sea el Señor!
Aun vivimos en este mundo, todavía tenemos una naturaleza pecaminosa en nosotros que no ha sido eliminada, por eso continuamos pecando por doquier. Pero hoy tenemos la preciosa sangre del señor Jesús que es eficaz no solo para perdonarnos de los pecados cometidos en el pasado, sino de los que vamos a cometer en el futuro. Esa no es solo la sangre del Hombre Jesús, sino también la sangre del Hijo de Dios; ella es eternamente eficaz para siempre (He 9:14). No importa cuan grande y cuantos sean nuestros pecados, la sangre del Hijo de Dios puede cubrirlos ¡Tenemos la solución total para los pecados!
Cuan el señor Jesús fue bautizado, el cielo se abrió, el Espíritu descendió como paloma sobre El, y El Padre declaro: “Este es Mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.” (Mt 3:16-17). Él descender el Espíritu sobre El prefigura Su Uncion, indicando que El estaba apto para iniciar Su ministerio. Después de ser bautizado, El estaba apto para recibir y ejercer Su ministerio. Que también nosotros, los que creemos en el Señor y fuimos bautizados, recibamos Su comisión y obtengamos la gracia de ser fieles y cumplirla, sirviéndole.
Punto clave: La sangre de Jesús es eficaz y victoriosa.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Qué prefigura el descenso del Espíritu Santo sobre el Señor Jesús después de ser bautizado?
Lectura de apoyo:
Mi meta: gobernar con Cristo – cap. 4 – Dong Yu Lan
El Mayor sufrimiento de Jesús – cap. 1 – Dong Yu Lan
Siervos de Dios: buenos, fieles y prudentes – cap. 7 – Dong Yu Lan