ALIMENTO DIARIO SEMANA 1 - JUEVES
El Ministerio que Seguimos y Practicamos
Semana 1 – El Ministerio Neotestamentario (Ap 5: 1-5)
Jueves -- Lectura Bíblica -- (Mt 3:1-3; Jn 1:6-9, 19-23).
Leer con oración:
“Voz del que clama en el desierto; Preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas. Todo Valle se rellenará, y se bajará todo monte y collado; los caminos torcidos serán enderezados, y los caminos ásperos allanado; y verá toda carne la salvación de Dios” (Lc 3:4-6).
EL MINISTERIO NEOTESTAMENTARIO Y EL ARREPENTIMIENTO
Aunque el Señor es el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, que venció para abrir el libro y desatar los siete sellos en Apocalipsis 5, Él también es un hombre, que nació de María y, según la carne, es descendiente de David (Mt 1:1; Ro 1:3). El Señor necesitó nacer de María para convertirse en un hombre, tener la experiencia del vivir humano y ser tentado en todas las cosas a nuestra semejanza, pero sin pecado, a fin de llegar ser el sumo sacerdote que puede compadecerse de nuestras debilidades (He 4:15).
Jesús nació en Belén, en un establo, y fue puesto en un pesebre (Lc 2:6-7). Más tarde, cuando el rey Herodes Lo quería matar, José fue advertido por Dios mediante sueños para que huyera a Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes (Mt 2:13-15). Al regresar de Egipto, ellos se fueron a vivir a Nazaret, una ciudad despreciada de Galilea (vs. 22-23). El Señor pasó por varios tipos de sufrimientos en Su vivir humano. Él conoce la naturaleza humana y sabe que es ser hombre. Así, hoy puede compadecerse de nuestras debilidades y tener misericordia de nosotros. Él sabe que muchas veces pecamos, no porque queramos, sino porque nuestra naturaleza es caída. Él es longánime y espera que nos arrepintamos. Cuando nos arrepentimos, obtenemos un poco más de la vida divina.
Antes que el Señor comenzara su ministerio terrenal, hubo una obra de preparación. Necesitamos recordar, como vimos en la lectura de ayer, que el ministerio está relacionado a la unción, a la comisión. En el Antiguo Testamento, la unción era el derramamiento del ungüento sobre la persona que sería comisionada. En el Nuevo Testamento, la unción es el derramamiento del Espíritu sobre alguien a quién es dado un ministerio, una comisión. En la biblia, vemos que el Señor Jesús fue ungido para poder comenzar Su ministerio, por el hecho de que el Espíritu, en forma de paloma descendió sobre Él después de haber sido bautizado por Juan el Bautista. Éste fue el precursor que preparó el camino del Señor. Él apareció predicando el arrepentimiento en el desierto, y bautizaba a las personas en el agua (Mt 3:1-2, 5-6). Este bautismo para el arrepentimiento tenía como fin tratar con la vida del alma y terminar así con el pasado. Representaba una preparación para Aquel que vendría a bautizar en Espíritu Santo y fuego.
Ser el precursor del Señor Jesús fue la parte que le correspondió realizar a Juan el Bautista en el ministerio Neotestamentario. Esa era su comisión y ministerio. Como hijo de sacerdote, Juan podía continuar la obra del sacerdocio del Antiguo Testamento, el ministerio sacerdotal. Pero él no hizo eso, sino que fue escogido por Dios para preparar el camino del Señor, el camino que introduciría el ministerio del Nuevo Testamento.
En su ministerio precursor, Juan el Bautista predicaba el arrepentimiento para que viniera el reino de los cielos (Mt 3:1:2). En aquella época, los judíos esperaban la venida de un reino terrenal, que los libertara de la tiranía del gobierno romano. Sin embargo, Juan no se refería al reino terrenal, sino al reino de los cielos. Podemos aplicar esto a nosotros y a los hermanos que contactamos y de quienes cuidamos, diciéndoles: “Dios desea entregar el mundo venidero para que ustedes lo gobiernen. ¿Ustedes están preparados? ¿Pueden gobernar el mundo venidero? Si hoy vivimos dominados por nuestra vida natural, no podremos gobernar en el futuro”. Por eso, hoy, así como Juan el Bautista, debemos hacer la obra de preparación para la venida de la manifestación del reino y predicar: “El reino de los cielos se ha acercado, ¡arrepiéntase!”
Punto Clave: Hoy es el tiempo de prepararnos
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Qué relación hay entre el arrepentimiento y reinar con Cristo en el mundo venidero?