LA EDIFICACIÓN DEL CUERPO DE CRISTO La Fe Semana 6

LA EDIFICACIÓN DEL CUERPO DE CRISTO
La Fe
Semana 6 - Las Epístolas De Pablo
Lunes
Leer con oración:
Hch 9:3-6, 8-19; 2 Co 12:1-4

“Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él.”(Ef 1:17)
Conocer Al Señor Y Recibir Revelación
Pablo no fue instruido directamente por Jesús, como los discípulos, pero tuvo un encuentro especial con Él en el camino a Damasco. Antes de eso, él servía a Dios de acuerdo con la tradición judía, pero no conocía al Señor Jesús.
Pablo tuvo un encuentro personal con el Señor al ver una gran luz (Hch 9:3). Él cayó en tierra y oyó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues (…). Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer” (vs. 4-6). Pablo debe haber pensado: “Yo nunca he perseguido a nadie llamado Jesús”. En esa ocasión, él percibió que, al perseguir a los cristianos, estaba persiguiendo al mismo Señor.
Leamos la porción que corresponde a ese relato: “Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió. Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista. Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre. El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre” (vs. 8-16). Luego Ananías fue, luego le transmitió las palabras del Señor y lo bautizó. Pablo permaneció en Damasco algunos días con los discípulos.
Era necesario que Pablo se bautizara para despojarse del viejo hombre y de las cosas antiguas, pues Dios tenía una gran comisión para él. Creemos que en ese periodo Pablo fue al desierto de Arabia y tuvo la visión que después describió en Segunda de Corintios 12:1-4. Allí, tal vez durante cuarenta días – como Moisés al recibir la revelación de la economía antiguo-testamentaria de Dios –, Pablo recibió la revelación de la economía neotestamentaria, el propósito eterno de Dios para el hombre. Las palabras que Pablo escribió en sus epístolas se basaron en esta visión y por medio de ellas hemos sido bendecidos con la revelación del plan eterno de Dios.
Punto Clave:
Obtener la revelación de parte de Dios.
Pregunta:
¿Qué transmiten las principales epístolas de Pablo?
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Semana 6 - Las Epístolas De Pablo
Martes
Leer con oración:
Hch 19:21; 21:4, 11-12, 17-31; 24:27

“Porque has librado mi alma de la muerte, y mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la luz de los que viven.”(Sal 56:13)
Preservado Por El Señor Para Serle Más Útil
Las seis primeras epístolas que Pablo escribió fueron Gálatas, Primera y Segunda de Tesalonicenses, Primera y Segunda de Corintios y Romanos. Estos libros fueron escritos después de que Pablo inició la obra entre los gentiles, pero el Señor tenía más para confiarle, porque aún no había completado el encargo de transmitir a las iglesias la revelación completa de la economía neotestamentaria.
Conforme a Hechos 19:21, Pablo decidió ir a Jerusalén e incluso al ser advertido por varios hermanos, movidos por el Espíritu, a no ir en aquel momento, él mantuvo su decisión (21:4, 11-12). Aunque fue bien recibido por los hermanos en Jerusalén, Pablo fue influenciado por el ambiente, cargado de prácticas judías, e incluso fue convencido a hacer el voto de nazareato, conforme a la costumbre de la ley del Antiguo Testamento (vs. 17-26).
No obstante, Dios, en Su soberanía, no permitió que él completara los siete días de la purificación. Entonces se levantó un alboroto por parte de los judíos provenientes de Asia, de manera que Pablo casi fue muerto por ellos (vs. 27-31). Como el Señor aún quería utilizar el ministerio de Pablo para completar el encargo de transmitir a las iglesias la economía neotestamentaria, le preservó la vida. Por eso Pablo fue apresado por los romanos y esperó el juicio durante dos años, encarcelado en Cesarea (24:27).
A partir de allí, el ministerio edificador de Pablo fue interrumpido, es decir, él no podía visitar con frecuencia a las iglesias, sino que sólo le enviaría cartas, en las cuales les escribiría sobre la revelación de la economía neotestamentaria. Dios tuvo misericordia de Pablo porque todavía deseaba utilizar su ministerio para completar la revelación de Su economía neotestamentaria, Su propósito eterno, y transmitirla a las iglesias en forma de epístolas. ¡Alabado sea el Señor por Su arreglo soberano!
Punto Clave:
Cumplir cabalmente el encargo de Dios.
Pregunta:
¿Por qué Dios le preservó la vida a Pablo en Jerusalén?
 
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Semana 6 - Las Epístolas De Pablo
Miércoles
Leer con oración:
Ef 1:22-23; Fil 2:13-14; Col 1:18-19; Flm 1, 10-17

“Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia; de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios.”(Col 1:24-25)
Completar La Revelación Divina
Después de ser sometido al juicio por el gobierno de Festo, Pablo fue llevado a Roma en una nave como prisionero, porque había apelado a César y además necesitaba esperar un nuevo juicio. La nave en la que estaba enfrentó una gran tempestad, pero el Señor le preservó la vida y la de todos los que estaban con él.
Pablo fue autorizado a vivir en Roma para esperar el juicio, permaneciendo, a partir de allí, en prisión domiciliaria. En la prisión en Roma, Pablo sintió que había un fuerte encargo de parte de Dios para que él escribiera detalladamente, completando la revelación de la economía neotestamentaria de Dios que había recibido en las regiones de Arabia (Col 1:24-25). Por causa de este encargo, él escribió cuatro de sus principales epístolas: Colosenses, Efesios, Filipenses y Filemón.
En el libro de Colosenses, tenemos la revelación del misterio de Dios, que es Cristo, en quien habita toda la plenitud de la deidad. Él es la cabeza del Cuerpo y debe tener la preeminencia en todas las cosas (1:18-19).
En el libro de Efesios, encontramos la revelación del dispensar del Dios Triuno, es decir, la obra del Padre que nos escogió y predestinó para la filiación; la obra del Hijo, quien nos redimió de los pecados por la gracia; y la obra del Espíritu Santo sellándonos. Asimismo, recibimos la revelación de que la iglesia es el Cuerpo de Cristo, producida por Él en la cruz (1:22-23).
En el libro de Filipenses vemos, entre otros temas, la experiencia de Pablo en engrandecer a Cristo por la vida o por la muerte, hacer todo por causa del evangelio y avanzar hacia la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús (3:13-14). El Señor nos llama de lo alto: “No te rindas; no mires a la derecha ni a la izquierda; prosigue hacia la meta, al premio”. ¡Este premio es el reino! ¡Aleluya!
En el libro de Filemón, encontramos un testimonio de Pablo sobre la vida práctica de la iglesia, en la cual experimentamos el amor fraternal, que es capaz de transformar a esclavos inútiles en hermanos útiles y preciosos para la iglesia y la obra del Señor. Incluso estando en prisión, Pablo fue fiel en dar testimonio del evangelio y conducir a las personas a la salvación (Fil 1:13). En la prisión domiciliaria, Pablo conoció a Onésimo, un esclavo fugitivo que le causó daño a Filemón, un hermano de la iglesia en Colosas. Onésimo experimentó la salvación en la prisión y se volvió útil tanto para Pablo como para Filemón. Pablo quería mantenerlo consigo, pero lo envió de vuelta y pidió que fuera recibido como él mismo lo sería (Flm 10-17). Que todos tengamos el mismo corazón de Pablo y que, por medio del evangelio, muchos “inútiles” sean transformados en “Onésimos1”, es decir, hermanos útiles y preciosos en el Señor.
1El nombre Onésimo significa útil en griego.
Punto Clave:
La revelación de la Palabra y la transformación de las personas.
Pregunta:
¿Cuál es el contenido principal de las cuatro principales epístolas de Pablo escritas en la prisión en Roma?
 
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Semana 6 - Las Epístolas De Pablo
Jueves
Leer con oración:
Ef 3:4-6; Fil 3:8, 12; Col 2:2; 4:9

“El cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil, el cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo (…) no ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado.”(Flm 11-12, 16a)
Volverse Útil Y Fiel A Dios
El libro de Gálatas, escrito durante el ministerio edificador de Pablo, presenta una visión general de la economía neotestamentaria de Dios. Si comparamos las epístolas de Pablo con la estructura de un avión, este libro sería el fuselaje de la aeronave (ver el diagrama). Para sustentar la aeronave en el aire, no es suficiente el fuselaje; también se necesitan dos alas. En este caso, las alas del avión son Efesios y Colosenses. Mientras Colosenses revela que el misterio de Dios es Cristo (2:2), Efesios revela que el misterio de Cristo es la iglesia (3:4-6). Por tanto, estos dos libros se complementan mutuamente y nos sustentan en nuestra jornada cristiana.
El destino del avión, o su meta, es mostrado en el libro de Filipenses, que nos alienta a proseguir a la meta, revelando que nuestra meta es Cristo. En este libro, el Señor nos llama al premio, al reino. Si deseamos alcanzar este premio, necesitamos ser como Pablo: olvidar lo que queda atrás y extendernos hacia la meta, al premio que está delante de nosotros (3:8, 12).
Para despegar en dirección a esa meta, necesitamos una pista de despegue, que es el camino trazado para levantar el vuelo. Esta pista es representada por el libro de Filemón, que retrata el amor fraternal que es practicado en la iglesia. El libro de Filemón está repleto de amor, pues en él vemos que Pablo recibió y apacentó a un esclavo fugitivo e inútil, Onésimo, quien llegó a ser útil después de su salvación y fue enviado de vuelta a Filemón, al cual posiblemente le causó daños y perjuicios. Onésimo no sólo fue salvo, sino que también fue perfeccionado por el apóstol, al punto de ser llamado amado y fiel hermano (Col 4:9).
Punto Clave:
Practicar el amor fraternal para alcanzar el reino.
Pregunta:
¿Qué lecciones aprendemos con los libros de Filipenses y Filemón?
 
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Semana 6 - Las Epístolas De Pablo
Viernes
Leer con oración:
1 Ti 1:3-4; Tit 1:5; 3:10

“Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos.”(1 Ti 1:18-19)
Volverse Al Espíritu Para Practicar La Revelación Divina
El Señor aún tenía una comisión para Pablo, por eso permitió que realizara pequeños viajes durante el periodo de dos años en los que esperaba el juicio en Roma (1 Ti 1:3; Tit 1:5; 3:10). Él tuvo la oportunidad de volver a visitar algunas iglesias y llevó consigo a algunos cooperadores, como Timoteo y Tito.
Al llegar a Éfeso, Pablo constató que la situación de la iglesia allí era negativa, pues ellos no habían practicado las palabras contenidas en la epístola que les había enviado. Los efesios estaban acostumbrados a debatir y discutir las doctrinas, de modo que permanecían ejercitando sólo la mente y no se volvían al espíritu, que los llevaría a practicar la palabra (1 Ti 1:4). Nosotros mismos, en el pasado, también teníamos el hábito de debatir las verdades bíblicas, pero hace algún tiempo el Señor ya nos ha conducido a practicar Su palabra y a no sólo analizarlas (Jn 13:17).
Como el mismo Pablo no podía permanecer en Éfeso para ayudar a la iglesia, dejó allí a su cooperador Timoteo, con la esperanza de que éste, por ser espiritual, ayudara a los hermanos a volverse al espíritu. Este era el encargo confiado a Timoteo: exhortar a los hermanos y ayudarlos a practicar la revelación contenida en la epístola escrita por Pablo.
La Epístola a los Efesios contiene revelaciones cruciales y está llena de verdades. Esas verdades deberían estar siendo practicadas, y no utilizadas como objeto de discusión. Era muy importante que los líderes de la iglesia dejaran de lado las doctrinas que no promueven la fe y recibieran la Palabra como espíritu y vida.
Lamentablemente, el joven Timoteo fracasó en esa misión, pero aún así Dios no desistió de la iglesia.
Punto Clave:
Recibir y practicar la revelación de Dios.
Pregunta:
¿Qué debemos hacer para ser conducidos a practicar la palabra de Dios?
 
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Semana 6 - Las Epístolas De Pablo
Sábado
Leer con oración:
1 Ti 5:23; 2 Ti 1:5-7; Ap 2:5

“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”(2 Ti 1:6-7)
Arrepentirse Y Volver A La Práctica
Puesto que Timoteo había recibido el encargo de ayudar a la iglesia en Éfeso a practicar la revelación contenida en la Epístola a los Efesios, Pablo intentó alentarlo, enviándole dos cartas: Primera y Segunda de Timoteo. En esas epístolas queda en evidencia que Timoteo enfrentaba grandes dificultades entre los hermanos, llegando al punto de desanimarse y hasta enfermarse físicamente.
Timoteo padeció aflicciones y, por esa razón, tuvo problemas estomacales (1 Ti 5:23). Antes él era un joven con una fe genuina y un espíritu fervoroso (2 Ti 1:5). Pese a ello, el liderazgo de la iglesia en Éfeso no tuvo ninguna reacción positiva a su actuación como cooperador de Pablo. Finalmente, la obra de Timoteo fracasó: su espíritu casi se apagó y la iglesia permaneció durante algún tiempo en la misma situación negativa (vs. 6-7).
Cuando permanecemos vinculados a las opiniones y puntos de vista tradicionales, perdemos el primer amor por el Señor. Con eso, la iglesia y los hermanos que están frente a nosotros, sirviendo, sufren perjuicio. Esta es una señal de vejez espiritual. En Apocalipsis 2, el Espíritu le advierte a la iglesia en Éfeso que se arrepienta, restaurando el primer amor y volviendo a hacer las primeras obras (v. 5). Debemos oír las palabras que el Espíritu dice a las iglesias y arrepentirnos, a fin de practicar la revelación que el Señor nos ha transmitido por medio de la enseñanza saludable de los apóstoles.
Punto Clave:
Arrepentirse y restaurar la práctica de la Palabra.
Pregunta:
¿Ha practicado la palabra revelada o sólo ha debatido con las verdades bíblicas?
 
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Semana 6 - Las Epístolas De Pablo
Domingo
Leer con oración:
2 Ti 4:1-8

“Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.”(2 Ti 4:5)
Cumplir Cabalmente El Ministerio
Mientras esperaba su juicio, Pablo pudo viajar y visitar algunas iglesias. Durante ese periodo, él además escribió cuatro epístolas: Primera y Segunda de Timoteo, Tito y Hebreos (consideramos que Hebreos también fue escrito por Pablo). Al escribir la Segunda Epístola a Timoteo, Pablo sintió que su carrera había terminado, pues dijo: “Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (4:6-7).
La segunda carta enviada a Timoteo es, igualmente, una advertencia para la iglesia en Éfeso, pues en ella Pablo describe la situación negativa existente en la época, conforme al siguiente trecho: “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio” (4:1-5).
En total, Pablo escribió probablemente 14 epístolas, pero, al final de su ministerio, aun no había logrado ayudar a la iglesia en Éfeso a practicar la Palabra. Posteriormente le correspondió a Juan ayudar a la iglesia a practicar la revelación, conforme al ministerio que desempeñó en su madurez, transmitiendo espíritu y vida a los hermanos. Debemos seguir y practicar el ministerio dejado por el apóstol Juan para extraer el máximo provecho de las ricas palabras escritas por Pablo en sus epístolas y hacerlas reales en nuestro vivir por medio del Espíritu.
Punto Clave:
Ser fiel al Señor hasta el fin.
Pregunta:
¿Qué debemos hacer para practicar con eficiencia las palabras que nos fueron transmitidas en las epístolas de Pablo?