NUESTRA ACTITUD PARA CON LAS VERDADES

NUESTRA ACTITUD PARA CON LAS VERDADES
EXTRAER VIDA DE LAS VERDADES
El ministerio que permanecerá hasta que el Señor venga (Jn 21:18-23).
Semana 14
JUEVES
Lectura Bíblica: (Jn 3:16; 1 Jn 4:8, 16)
Leer con oración:
“En esto hemos conocido el amor, en que Él puso Su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos (1 Jn 3:16).
EL MINISTERIO DE JUAN ES DE AMOR
La cuarta característica del ministerio del apóstol Juan es el amor. El apóstol Pablo habló acerca de andar en amor en su epístola a los Efesios (5:2). El apóstol Juan, sin embargo, después de salir del exilio de la isla de Patmos e ir a vivir a Éfeso, desarrolló ese asunto en su evangelio y en sus epístolas a fin de ayudar a practicar aquella epístola.
Mientras Pablo escribió sobre andar en amor, Juan reveló, en sus escritos, que Dios es amor (1 Jn 4:8, 16). Por ser amor, Él nos dejó un nuevo mandamiento: “Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros” (Jn 13:34). Por tener la vida de Dios, que ama, también podemos amar al prójimo. Hoy, con las herramientas que tenemos para realizar la obra del Señor, como el BooKafé, el BooKafé casero, el colportaje y los lugares de oración, todo tiene como esencia el amor, pues esta es el fluir de la vida de Dios.
Mientras más la vida de Dios crece en nosotros, más amor tenemos por las personas. Por eso podemos decir que el amor es la evidencia de que estamos creciendo en la vida divina: “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte” (1 Jn 3:14). Como ya vimos en la Segunda Epístola de Pedro, el amor de Dios es el nivel más alto de crecimiento de vida de un cristiano. Primero viene la fe, después se desarrolla la virtud, el conocimiento, el dominio propio, la paciencia, la piedad, el afecto fraternal y finalmente, se consuma el último peldaño, que es el amor ágape (:5-7).
El amor ágape es una característica del ministerio del apóstol Juan. Esto nos muestra que, el ministerio del apóstol Juan es un ministerio maduro, porque llegó al último peldaño, mayor que el amor entre los hermanos. Este amor es capaz de amar a nuestros enemigos y orar por aquellos que nos persiguen (Mt 5:44; Hch 7:60). Pero no debemos desanimarnos si ésta aun no es nuestra realidad; antes, esto debe iluminarnos y alentarnos a crecer más en la vida de Dios hasta llegar a ese elevado nivel.
Leamos también “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor” (1 Jn 4:7-. El amor no es teórico, sino practico. Por ejemplo, amar a los hermanos que están lejos de nosotros, es muy fácil. Pero no siempre tenemos esa disposición con los hermanos más cercanos a nosotros. Sin embargo, en el versículo anterior, amar a Dios equivale a amar a los hermanos.
En la experiencia de Pedro en Juan 21, el Señor le preguntó: “¿Me amas más que éstos?”. La expresión más que estos también puede ser traducida como estas otras cosas. Estas cosas se referían al barco, a la red, y a los peces, que eran las debilidades de Pedro. A él le gustaban mucho esas cosas, pues le encantaba pescar. Eran las cosas relacionadas a su sustento.
En nuestros días, en los tiempos modernos, “estas otras cosas” se pueden referir al iPad, al iPhone, a los Smartphones, entre otros aparatos electrónicos. Además de eso, también pueden estar relacionadas a nuestro trabajo, a la ropa, o cosas semejantes. Hoy el Señor también nos viene a preguntar si amamos más a esas cosas que a Él. Si amamos más al Señor, debemos apacentar y pastorear a Sus hijos (vs.15-17).
El enfoque actual de la vida de la iglesia es cuidar a las personas. El Señor nos ha perfeccionado para cuidar a las personas, pues en el reino eso será lo que haremos. En el pasado, pensábamos que en el reino estaríamos recostados en una espléndida mecedora. ¡no!. En el reino gobernaremos sobre las naciones, sobre las personas. Lo que hoy estamos haciendo aquí es sólo un perfeccionamiento para aquel día (Mt 25:21).
En el juicio, delante del Tribunal de Cristo, seremos evaluados en ese aspecto. Por un lado, seremos evaluados en cuanto al crecimiento en vida; por otro, en cuanto a la experiencia que tenemos en cuidar a las personas. No obstante, si hoy a alguien no le gusta tratar con las personas, debe aprenderlo desesperadamente, porque el Señor nos quiere usar en Su reino para cuidarlas a ellas.
Amar al Señor es la fuente para cuidar a las personas. Si amamos al Señor, cuidaremos lo que Él más ama. Pero, si aún nos cuesta cuidar a las personas, necesitamos orar al Señor: “Señor, dame amor por aquellos que Tu amas”. Esto incluye a los hermanos nuevos, a los corderos, y a los más antiguos, a las ovejas. Hay muchísimos hermanos que ya han sido salvos, pero hoy, están débiles, han caído y se han desviado. Ellos también necesitan nuestro cuidado para ser restaurados.
Por consiguiente, amara a las personas es amar al Señor, Cuando practicamos esto, experimentamos un amor vivo, diferente al teórico, que se limite a nuestras cuatro paredes. Nuestro amor debe ir desde nuestra familia hasta aquellos que son más lejanos a nosotros. O que serán alcanzados por nosotros. De esa forma, todos a nuestro alrededor también serán contagiados a hacer lo mismo, cuidar a las personas.
Punto clave: El amor no es teórico, sino práctico.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Cuál es la mayor demostración de amor al Señor?
¡Jesús es el Señor!