NUESTRA ACTITUD PARA CON LAS VERDADES
EXTRAER VIDA DE LAS VERDADES
El ministerio que permanecerá hasta que el Señor venga (Jn 21:18-23).
Semana 14
VIERNES
Lectura Bíblica: (Jn 3:21; 8:32)
Leer con oración:
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no anduviera en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Jn 8:12). Jesús le dijo: “Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi” (14:6).
EL MINISTERIO DE JUAN ES DE LUZ Y DE VERDAD
La quinta característica del ministerio del apóstol Juan es que su ministerio está lleno de luz. Vamos a leer cuatro versículos que comprueban que este ministerio es de luz: “En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres” (Jn 1:4). La luz proviene de la vida que está en la Palabra.
En Juan 8:12 también dice: “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá luz de la vida”. Por un lado, esta luz expone nuestra condición, es la luz del mundo, por otro, infunde vida en nosotros a fin de hacernos crecer y no pecar más.
Entonces, en su primera epístola, él refuerza: “Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en Él” (1 Jn 1:5). En la persona de Dios no hay tinieblas, sólo luz. Así, mientras más de Su naturaleza tenemos, más luz expresamos. Y si queremos saber si alguien está en luz, sólo debemos ver si tiene comunión con los otros: “Pero sí andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo Su Hijo nos limpia de todo pecado” (v.7).
La sexta característica del ministerio del apóstol Juan es que su ministerio es de realidad. La palabra verdad también, puede ser traducida como realidad. Al ser así, andar en la verdad es lo mismo que andar en la realidad. La verdad sólo tiene utilidad cuando llega a ser nuestra realidad. Para que eso suceda, debemos practicar la verdad. A medida que la practicamos, salimos del campo doctrinario, es decir, de la esfera del conocimiento, y ella se vuelve nuestra vida.
Esto es como la comida saludable: cuando está en los estantes, ella no tiene nada que ver con nosotros. Pero cuando la comemos, ella pasa a ser parte de nuestro organismo, nuestras células, nuestra realidad. Su expresión en nosotros se manifiesta cuando hace que nuestro rostro tenga colores, nuestra piel esté hidratada, la presión y todos los signos vitales estén normales.
La verdad en la Biblia debe convertirse en una realidad para nosotros. En Juan 1:14 y 17 vemos: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre) lleno de gracia y de verdad. (…) Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo”, Mientras que la ley fue dada, la gracia y la verdad vinieron. Sólo algo vivo puede venir. En este caso, vemos que todas las características del ministerio del apóstol Juan están relacionadas a la persona viva del Señor Jesús. Su ministerio es de Espíritu, vida, amor, luz y verdad. ¡Él es la realidad de todo!
Las epístolas del apóstol Juan constituyen una descripción de la salud de la iglesia en Éfeso después de su ayuda. Ella comenzó a practicar la verdad. Leamos Segunda de Juan 4: “Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre”. Por medio de este enfoque, podemos ser salvos de la esfera doctrinal, de la esfera del simple conocimiento, para tocar la esfera de la realidad, de la práctica, de andar en la verdad.
Por último Tercera de Juan 3-4 dice: “Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad. No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan el verdad”. Este texto nos muestra no sólo la mayor alegría del apóstol Juan, sino también la mayor alegría de Dios: ver que todos andamos en la verdad, es decir, que practicamos la verdad. ¡Alabado sea el Señor!
Punto clave: La evidencia de que andamos en la luz es que tenemos comunión los unos con los otros.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Por qué el andar en la verdad le producía tanta alegría al apóstol Juan?
¡Jesús es el Señor!