DIFERENTES CLASES DE SALVACION Cont…
4. Salvos de la tribulación
Existe otra clase de salvación mediante la cual Dios nos libra de la tribulación. Pablo dijo: “El cual nos libró de tan gran muerte, y nos libra; y en quien esperamos que aún nos librará” (2 Co. 1:10). La liberación que se menciona aquí no se refiere a la salvación eterna, ya que es la continuación de los versículos anteriores. En los versículos 8 y 9 Pablo dice que tanto él como los colaboradores que estaban en Asia, habían tenido problemas, pues habían sido abrumados sobremanera, más allá de sus fuerzas; a tal grado que hasta habían perdido la esperanza de vivir y habían sentido cerca la muerte; pero el Señor los había librado de aquellos problemas y aun de la muerte. Los había librado antes, los seguía librando, y ellos confiaban que los libraría en el futuro. Dios los libraría de todo problema en cualquier circunstancia.
“El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende” (Sal. 34:7). Dios enviará a Su ángel a acampar alrededor de quienes le temen para librarlos de los problemas que los abruman.
“Porque sé que por vuestra petición y la abundante suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi salvación” (Fi. 1:19). “Y fui librado de la boca del león, y el Señor me librará de toda obra mala” (2 Ti. 4:17-18). Estos dos pasajes se refieren a la salvación en tiempos de tribulación; a saber: el Señor nos libra de las circunstancias difíciles y de obras malas.
5. La salvación del cuerpo
Cuando el Señor venga, redimirá nuestro cuerpo, lo transformará para que sea conformado a Su cuerpo glorioso (Fil. 3:21). La Biblia también llama a esto salvación; en este caso, la del cuerpo. “Y no sólo esto, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, aguardando con anhelo la plena filiación, la redención de nuestro cuerpo” (Ro. 8:23); y el versículo 24 añade: “Porque en esperanza fuimos salvos”. La palabra “salvos” se refiere a la redención de nuestro cuerpo, la cual se llevará a cabo sólo cuando el Señor regrese. Debemos aguardar con anhelo ese momento. En el instante en que creímos en el Señor, recibimos la salvación eterna y nuestro espíritu fue vivificado, pero nuestro cuerpo, que todavía es parte de la vieja creación, todavía gime y tiene dolores como de parto, sujeto a corrupción, por lo cual sufre enfermedades y vejez. Pero cuando el Señor venga, redimirá y transformará nuestro cuerpo, el cual ha estado sujeto en la vieja creación, y lo llevará a la libertad gloriosa de la nueva creación.
“Porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos” (Ro. 13:11). Esta es la salvación de nuestro cuerpo. Recibimos la salvación de nuestro espíritu cuando creímos, y nuestro cuerpo será salvo en el futuro; por lo tanto, después de que creemos, la salvación de nuestro cuerpo se acerca aún más. Cont… “La salvación del alma”
!Jesus es el Señor!