DOS CLASES DE CREYENTES
En 1 Corintios 3:1, el apóstol clasificó a todos los creyentes en dos categorías: espirituales y carnales. Un cristiano espiritual es aquel en cuyo espíritu mora al Espíritu Santo y cuyo ser es gobernando por El. Entonces, ¿qué es ser carnal? En la Biblia, la carne se refiere a todo lo que pertenece a la naturaleza y vida del hombre no regenerado: todo el ser de un hombre no regenerado, todo lo que pertenezca a su espíritu, alma y cuerpo pecaminosos (Ro. 7:18). Por lo tanto, un cristiano carnal es uno que, habiendo nacido de nuevo y habiendo recibido la vida de Dios, no puede vencer su carne, y por el contrario, ésta lo vence. Ya vimos la condición del hombre caído: su espíritu está amortecido y es gobernado por su alma y su cuerpo. Un cristiano carnal, entonces, es aquel que obedece a su alma y a su cuerpo para pecar y para conducirse.
Si después de ser regenerado un hombre permanece por un largo período en la carne, la salvación no se perfeccionará en él, pues sólo cuando él crece en la gracia y llega a ser espiritual es perfeccionada la salvación en él. El camino de salvación que vemos en el Gólgota consiste en que Dios ya preparó Su salvación para que todo pecador sea regenerado y para que todo hombre regenerado llegue a la condición de un hombre espiritual capaz de vencer la vieja creación.
Tomado de “El hombre espiritual” de W. Nee ¡Jesús es el Señor!