AGUAS REFRESCANTES 7 de NOVIEMBRE
David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová; y estaba David vestido con un efod de lino. 2 Samuel 6: 14.
Mical, la hija de Saúl, vio a su esposo danzando, delante del arca de Dios y le menospreció en su corazón. Ella pensaba que David debía mantener su dignidad como rey, tal como lo había procurado su padre, pero David veía las cosas de manera diferente. En la presencia de Dios se veía a sí mismo indigno y vil, sin base alguna para su aceptación. En el trono era el rey de Israel pero delante del área de Dios estaba al mismo nivel que sus súbditos.
Aun después que Dios le había rechazado, el rey Saúl procuró mantener su dignidad pidiéndole al profeta Samuel que le honrara delante de la nación. Mical estaba ahora incurriendo en el mismo error. Habiendo nacido en el propio palacio real ella consideraba que David merecía la dignidad de rey en la presencia de Dios. Quizás, igual que su padre, ella también estaba pensando en su propia majestad. Este enfoque de la vida es negativo y no pro¬duce frutos. El que está investido de verdadera autori¬dad actúa de otra manera. No será altivo ni procurará aferrarse para preservar su posición sino que será manso y humilde delante de Dios, un modelo para su pueblo.
W. Nee
Jesús es el Señor!
La iglesia en Armenia