AGUAS REFRESCANTES 25 de NOVIEMBRE
“Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar”. Salmo 32:8.
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El caballo y el mulo pueden ser obligados a hacer lo que quiere su dueño, aunque para lograrlo tenga que emplear el cabestro y el freno (v.9) y aun a veces el látigo. Dios, sin embargo, nunca tuvo la intención de dirigir a sus hijos de esa manera. El caballo y el mulo son “sin entendimiento”, pero sus hijos pueden disfrutar una relación tan íntima con él que una sola insinuación de su deseo puede ser suficiente para lograr una respuesta de ellos.
El conocimiento de la voluntad de Dios no radica tanto en métodos correctos como en ser el hombre correcto. Si el hombre no está en la correcta relación con Dios, no habrá método que,le sirva para aclararle su voluntad. Si el hombre está bien con el Señor, el conocimiento de su voluntad será relativamente sencillo. Esto no significa que descartemos métodos, pero debemos resaltar que aunque tengamos el más cabal conocimiento de un método para conocer su voluntad, permaneceremos en la ignorancia si no estamos caminando en una quieta intimidad con El.
W. Nee
Jesús es el Señor!
La iglesia en Armenia