Aguas refrescantes 12 de diciembre
Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. Lucas 18:27.
Jesús acababa de decirles que si bien era absolutamente imposible que un camello pasara por el ojo de una a era aun más imposible que un hombre rico entrara en el reino de Dios. Nosotros los creyentes somos todos como camellos; ya sea grandes o pequeños, pero camellos al fin. De manera que cuando Pedro oyó esta declaración quedó muy preocupado. Si para obtener la vida eterna debemos realizar tan complejas contorsiones, entonces, ¿quién podrá ser salvo? ¿Tendremos todos la necesidad de empobrecernos para ser salvos?
El Señor Jesús respondió al problema de Pedro con una sola frase. “Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios”. Lo que estaba mal en el joven rico no era tanto su riqueza, sino el hecho de que se fue triste. ¿Por qué no pidió la gracia del Señor? ¿Por qué no le pidió a Dios que hiciera lo imposible con él? El fracaso del hombre no es debido a su debilidad, sino a su falta de voluntad para que Dios le libre.
W. Nee
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