Aguas refrescantes 21 de diciembre
“Tengo contra ti, que has dejado tu primer amor”. Apocalipsis 2:4.
La expresión “primer amor” no sólo refiere a primacía en tiempo sino también en calidad. La historia del regreso del hijo pródigo al hogar relata que el padre ordenó sacar “el mejor vestido” para reemplazar los harapos del penitente. La palabra empleada es la misma y “el primer amor” es el “mejor” amor.
La tragedia de esta iglesia en Efeso es que había dejado, o se había apartado, de aquella devoción que le había dado al Señor el primer lugar en sus afectos. Sin embargo, había una esperanza. No siempre es posible recuperar lo que se pierde, pero siempre nos queda la posibilidad de regresar a la posición de la cual nos hemos extraviado.
El Señor llama a todos los que nos hemos extraviado a regresar a la experiencia de amarle por sobre todas las cosas; de regresar a nuestro primer amor.
****************************
La fe genuina es perdurable
Hebreos 4:2 “Pues, también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva lo mismo que ha ellos; pero no les aprovechó la palabra oída, por no ir mezclada con la fe en los que la oyeron. (3) Porque los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que Él dijo: "Como juré en Mi ira, ¡No entrarán en Mi reposo!" aunque Su obra creadora fue acabada desde la fundación del mundo”.
Veamos ahora la relación que existe entre la prueba de nuestra fe y la victoria. Dios desea poner a prueba nuestra fe para asegurarse de que sea una fe verdadera. La fe genuina perdura, pero la fe que no dura mucho no es fe en absoluto. La fe genuina siempre dura un largo tiempo. Seguirá creyendo después de tres días, un mes, un año, diez años o hasta cincuenta años. La fe genuina puede vencer uno, cinco o diez obstáculos, y seguirá creyendo aun después de ser probada una vez, cinco veces o siete veces. La fe que es efímera, que se derrumba o se desvanece después de una leve sacudida, no es fe en absoluto. La fe es perdurable.
En la Biblia podemos ver que vencer depende de creer en la Palabra de Dios. Dios dice que Su Hijo es nuestra vida, nuestra cabeza, nuestra victoria, nuestra santificación y nuestro poder. Sabemos que Él llevó nuestras cargas y se responsabilizó de todos nuestros asuntos. Sabemos que Él nos da perseverancia y mansedumbre, y que Él abastece nuestro interior de todo lo que necesitamos. Damos gracias y alabamos al Señor porque sabemos esto y lo creemos. Pero esta fe necesita pasar por la prueba.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. "Palabras del ministerio" proviene de La vida que vence, escrito por Watchman Nee, págs. 134-135. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA. Los versículos del Antiguo Testamento son tomados de la versión Reina Valera 1960.
W. Nee
Jesús es el Señor!
laiglesiaenarmenia@yahoo.com,
Tels: 7461843 – 312 2501173 – 315 6009339