La razón por la cual servimos al Señor
Juan 21:16... “Sí, Señor, Tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea Mis ovejas”.
2 Corintios 5:14-15 “Porque el amor de Cristo nos constriñe... y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para Aquel que murió por ellos y fue resucitado.
He escuchado muchas veces que debemos hacer el bien y devolver la gracia de Dios. Esta palabra es muy contradictoria. Si hay devolución, no hay gracia. Y si hay gracia, no hay necesidad de devolver. Gracias al Señor que en todo el Nuevo Testamento nunca se habla de devolver algo. Es verdad que los cristianos debemos hacer buenas obras. ¿Pero por qué debemos tener buenas obras? ¿Por qué debemos sufrir por el Señor? ¿Por qué debemos soportar el vituperio? ¿Por qué servimos al Señor?
Así como el Señor ha tratado con nosotros en amor, así tratamos con el Señor en amor; pero aquí no hay ninguna idea de negociar. No es que Dios me da mucho y yo a cambio doy mucho. Por causa de que Él me ha amado, yo no puedo evitar amarlo; puesto que Él me amó, fue crucificado por mí; y puesto que yo lo amo, por Él llevo la cruz voluntariamente. Lo que Él me ha dado me lo ha dado gratuitamente, y lo que yo le doy también se lo doy gratuitamente. Si hoy obramos, servimos al Señor, sufrimos vituperio, o llevamos la cruz, no es porque queremos devolver Su gracia; es porque lo amamos. El amor con el cual nos amó nos ha agarrado, capturado nuestros corazones y constreñidos para servirle.
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Aguas refrescantes 21 de Enero
¿Cuánto más la sangre de Cristo... limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? Hebreos 9:14.
La forma en que la sangre de Cristo limpia nuestra con¬ciencia no puede afirmarse en términos literales. ¿Podría¬mos imaginar que un observador en el monte Calvario se adelantara para humedecer su mano en algunas gotas de la sangre caída del cuerpo del Señor para luego aplicarlas en su cuerpo (tal como se hacía simbólicamente con los sacrificios judaicos) y de esta manera descubrir que su conciencia era aliviada y limpiada? Por supuesto que no. Para nosotros el Espíritu Santo no procede solamente con símbolos, sino con realidades espirituales.
Cuando el Espíritu limpia nuestras conciencias apelando a la sangre de Jesús, El está aplicando a nuestras vidas la realidad de la muerte del Señor en la cruz. Aquellos que sólo viven en la esfera de símbolos, formas y ritos, se encontrarán ligados por su conciencia a obras' muertas. El Espíritu es vida. El es quien obra sobre la base de la reali-dad espiri1ual de la sangre derramada para conducirnos a una nueva y real relación con el Dios viviente W. Nee
Jesús es el Señor!
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