SEPARADOS AL SEÑOR - EL DERECHO DEL SEÑOR A LOS SUYOS
¿Qué es la santidad? Muchos piensan que venimos a ser santos por la erradicación de alguna cosa mala interior. No, cualquier cosa puede llegar a ser santa por ser apartada para Dios. En los tiempos del Antiguo Testamento, si un hombre deseaba ser del todo del Señor, entonces era ungido con aceite y el Señor le santificaba. Después de esto, se lo consideraba como apartado al Señor. En la misma manera, un cordero o el oro en el templo podía ser santificado -no por la eliminación de toda maldad en ellos, sino por estar reservados exclusivamente para el Señor. La “santidad”, en el original, significa algo puesto aparte y toda verdadera santidad es '“santidad al Señor” (Ex. 28:36). Me entrego a Cristo; eso es santidad.
Presentarme a Dios quiere decir Me reconozco que soy enteramente suyo. Es cosa tan definida como contar. Debe venir un día en mi vida cuando paso de mis manos a las de Él, y desde ese día en adelante pertenezco a Él y ya no más a mi mismo. Eso no quiere decir que me consagro a ser un predicador o misionero. Entonces ¿a qué somos consagrados? No a la obra cristiana, sino a la voluntad de Dios; para ser y para hacer cualquier cosa que Él quiera.
David tuvo muchos hombres valientes, de los cuales algunos fueron generales, y otros porteros, según la tarea que les asignara el rey. Debemos estar dispuestos a ser generales o porteros según como Dios desea, y no a nuestro antojo. Si tú eres un cristiano, entonces Dios ha indicado una senda para ti, una “carrera” como dice Pablo (2 Ti. 4: 7). No sólo la senda para Pablo, sino la senda de cada cristiano ha sido claramente señalada por Dios, y es de suprema importancia que cada uno conozca y ande en la carrera propuesta por Dios; “Señor, me entrego a Ti con este solo deseo, de conocer y andar en la senda que Tú has ordenado”: eso es entrega verdadera. Si al fin de la vida, podemos decir con Pablo: “He acabado la carrera”, seremos verdaderamente bendecidos. No hay nada más trágico que llegar al fin de la vida y encontrar que hemos estado en una senda equivocada. Tenemos sólo una vida para vivir aquí en la tierra, y podemos hacer lo que queremos con ella: pero si buscamos nuestro propio placer, nuestra vida jamás glorificará a Dios. Un cristiano devoto dijo una vez: “No quiero nada para mí mismo: quiero todo para Dios”. ¿Deseas tú algo aparte de Dios o se centraliza todo tu deseo en su voluntad? ¿.Puedes verdaderamente decir que la voluntad de Dios es “buena y agradable y perfecta” para ti? (Ro. 12:2).
Tomado de: “La Vida cristiana normal”
W. Nee
Ningún verdadero siervo del Señor debe permitir que sus pensamientos y emociones actúen independientemente. Cuando su hombre interior requiera liberación, el hombre exterior deberá proporcionarle un canal por el cual el espíritu pueda salir y llegar a otros. Si no hemos aprendido esta lección, nuestra efectividad en la obra del Señor será muy limitada.
“Señor, por el bien de la iglesia, por el avance del evangelio, para que Tu tengas libertad de actuar y para que yo mismo pueda avanzar espiritualmente, me entrego a Ti total e incondicionalmente. Señor, con gusto y humildemente me pongo en Tus manos. Estoy dispuesto a que te expreses libremente por medio de mí”.
“Señor, doblega a la iglesia para que salves al mundo” Evan Roberts
¡Jesús es el Señor! - Jesus is Lord - Jesus ist der Herr - Yeshua adonai - Gesù è il Signore - Jésus est Seigneur - Ιησους ειναι ο Λορδος - Иисус – Господь - يسوع هو الرب - 耶稣是主 - 主イエスは - Jesus é o Senhor - Jesus är Herre
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