LA CENA DEL SEÑOR (12)
¿Cuál es el significado de la Cena del Señor, y por qué la celebramos semanalmente los Cristianos?
4. El momento y la manera en que se ha de celebrar la Cena del Señor
Sólo agregaré unas palabras acerca del momento y la manera en que se ha de celebrar la Cena del Señor, tal como lo enseñan las Escrituras.
Cuándo debe celebrarse
Aunque la Cena no fue instituida el primer día de la semana, el capítulo 24 de Lucas y el capítulo 20 de los Hechos son suficientes para demostrar, a una mente sumisa a la Palabra de Dios, que ése es el día en que debe ser celebrada. El Señor partió el pan con sus discípulos “el primer día de la semana” (Lucas 24:1, 30); y en los Hechos leemos: “El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan…” (Hechos 20:7). Estos pasajes son plenamente suficientes para demostrar que los discípulos no deben reunirse una vez al mes, cada tres meses o cada seis meses para partir el pan, sino al menos una vez a la semana y, además, el primer día de la semana. Uno comprende también fácilmente que hay una razón particular, moralmente conveniente, de celebrar la Cena el primer día de la semana: Es el día de la resurrección, el día de la Iglesia, en contraste con el séptimo día que era el día de Israel. En la institución de la Cena, el Señor apartó los pensamientos de sus discípulos de todas las cosas judías, diciéndoles que no bebería más del fruto de la vid -de la copa pascual- e introduciendo un nuevo orden de cosas; y así también nosotros, el día mismo en que la Cena debe ser celebrada, observamos el mismo contraste entre las cosas celestiales y las terrenales. Sólo en el poder de Su resurrección podemos anunciar la muerte del Señor de la manera que conviene. Cuando la batalla terminó, Melquisedec sacó pan y vino, y bendijo a Abraham en el nombre del Señor. Así también, nuestro Melquisedec, cuando la batalla llegó a su fin y la victoria fue ganada, se hizo presente en resurrección con pan y vino, para fortalecer y consolar los corazones de los suyos, y para alentarles con esa paz que tanto le costó obtener.
Si, pues, el primer día de la semana es el día en que los discípulos, como nos lo enseña la Escritura, se reunían para partir el pan, está claro que ninguna persona tiene el derecho de cambiar este día y de partir el pan una vez al mes, o cada seis meses. Un cristiano en cuyo corazón los sentimientos de amor por la persona del Señor son verdaderamente vivos y fervientes, no querrá más que anunciar la muerte del Señor tan a menudo como sea posible. Parecería, como lo vemos al principio del libro de los Hechos, que los discípulos partían el pan diariamente. Esto parece inferirse de la expresión: “Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas” (Hechos 2:46). Sin embargo, de lo que no caben dudas es de que el primer día de la semana es el día en que los discípulos se reunieron para partir el pan, tal como se nos enseña claramente en Hechos 20:7, y podemos ver también la belleza y la conveniencia moral de celebrar la Cena ese día. Cont…