¿Perdió Dios la esperanza en nosotros?
Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí...
Romanos 8:7 Por cuanto la mente puesta en la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede.
¿Cómo nos ve Dios a nosotros hoy? Él nos crucificó. ¿Por qué hizo esto? Él perdió todas las esperanzas en nosotros. Dios considera nuestro caso imposible y sin esperanza. La carne es completamente corrupta, y no existe otra solución que la muerte. Ni la obra del Señor Jesús, ni el poder de Dios pueden cambiar nuestra carne. ... Ni leer la Biblia ni orar pueden cambiar nuestra carne. Lo que es nacido de la carne, carne es [Juan 3:6]. No hay esperanza y la carne nunca puede cambiar. Dios ha juzgado que la muerte es el merecido destino de la carne.
Por esto, lo primero que Dios requiere de un cristiano después de que éste es salvo, es el bautismo. El bautismo es la declaración de que Dios ha abandonado toda esperanza en la persona y la ha crucificado. También es nuestra declaración de que merecemos morir y de que le pedimos a otros que nos quiten de en medio y nos entierren. ¿Han visto ustedes que el bautismo es la declaración de Dios y nuestro reconocimiento de nuestra propia muerte? Equivale a decir "Amén" a la evaluación que Dios hace de nosotros. Dios dice que merecemos morir y nosotros damos un paso adicional sepultándonos. Ya perdí toda esperanza en mí mismo. Sólo merezco morir y hoy estoy en pie sobre la base de la muerte.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. "Palabras del ministerio" proviene de La vida que vence, escrito por Watchman Nee, pág. 58. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA. Los versículos del Antiguo Testamento son tomados de la versión Reina Valera 1960.
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Aguas refrescantes 14 de Febrero
Contra mí son todas estas cosas. Génesis 42:36.
No pensemos que después de la experiencia de Peniel Jacob ya no" necesitaba de la disciplina del Señor. La requería y la recibió. Desde el tiempo en que Débora, la sierva de Rebeca, falleció experimentó toda suerte de problemas familiares. Perdió a su amada Raquel. Simeón y Leví trajeron una vergonzosa afrenta sobre la familia. Rubén, su hijo mayor, le afrentó penosamente. Luego también desapareció José, y Jacob tenía fundados motivos para pensar que estaba muerto. Pensó que él mismo bajaría a la tumba con la profunda tristeza de haberlo perdido. Sólo le quedaba el pequeño Benjamín, su último tesoro, pero ahora había llegado el momento en que él también debía partir. Todo parecía estar contra él.
La verdad es que Jacob recién estaba por entrar en el período más brillante de su vida. Sus últimos años no serían de declinación, sino que serían comparables a los de Pedro, Pablo o Juan. En algunos sentidos Abraham e Isaac palidecieron, mientras que Jacob, de una manera silenciosa, entró en un período de bendición fructífera.
W. Nee
Jesús es el Señor! - Jesus is Lord - Jesus ist der Herr - Yeshua adonai - Gesù è il Signore - Jésus est Seigneur - Ιησους ειναι ο Λορδος - Иисус – Господь - يسوع هو الرب - 耶稣是主 - 主イエスは - Jesus é o Senhor - Jesus är lorden
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