COMENZANDO EL VIAJE (Capitulo 3)
Comencemos ahora a practicar orando la Palabra de Dios, utilizando la oración del Señor en Mateo 6:9-13 como ejemplo:
"Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos: Santificado sea tu nombre, venga tu reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Amén."
Querido lector conoce esta verdad fundamental al empezar. Cuando Jesús ora para que venga el reino de Dios acuérdate que Él dijo que el reino de Dios está dentro de ti. Lucas 17:21:
"No dirán: "¡Mirad, aquí está!" o "¡Allí está!" Porque el reino de Dios está en medio de vosotros."
Antes de que hubiésemos invitado a Jesús a entrar en nuestro corazón éramos pecadores perdidos. La única promesa para nosotros era que la paga de nuestro pecado era la muerte, como nos lo dice Romanos 6:23:
"Porque la paga del pecado es muerte; pero el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro."
Pero ahora que nos hemos arrepentido de nuestro pecado, vueltos a Cristo para ser limpiados de nuestro pecado y le hemos invitado a que haga su tabernáculo dentro de nosotros. Él trajo consigo el reino de Dios con todos sus beneficios y promesas.
Déjeme decir algo ahora a aquellos que están en el clero, yo sé que muchos de vosotros decís a vuestros fieles lo que les espera al final de sus vidas terrenas. Sin embargo a menudo no dais una instrucción clara o suficiente de como obtenerla, haced que incluso los menos cultos de vuestra congregación entiendan los pasos a la salvación. Su atención debería estar en Jesucristo solamente, después enseñad a vuestro pueblo mediante un acto de profunda adoración delante de Dios como hallarle en la oración.
Decirles como introducirse dentro de sí mismos silenciosamente, como mantener sus mentes alejadas de la divagación, y como edificar su fe en Dios a través de meditar en Su Palabra.
Ahora echemos un vistazo junto a la oración del Señor, y ponderemos el significado de las palabras: "Padre nuestro". Dios ha tomado la iniciativa y te ha invitado a hacerte Su hijo, Él desea ser tu Padre.
Derrama el deseo de tu corazón delante de Él, ahora espera en silencio delante de Él, siempre deja un tiempo en silencio al orar. No sea que el Padre Celestial quiera revelarte su voluntad, ven al Padre como un hijo indefenso, herido por diversas caídas, destituido de la fortaleza para permanecer en pie o del poder para limpiarte a ti mismo; deja que el Padre vea tu confesión. Después entremezcla una palabra de amor o de dolor por los pecados pasados, y únete una vez mas en el silencio ante Él. Continúa con la oración del Señor de la misma manera.
Suplica al Rey de Gloria que reine en ti, abandónate a Dios para que Él haga una obra perfecta en ti. Reconoce Su derecho a gobernarte. Si sientes que deberías quedarte en paz y en silencio, en vez de continuar con la oración hazlo así.
Después cuando estés preparado continúa con la segunda petición:
"Venga tu reino hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo" Pide a Dios que cumpla dentro de ti esto, y a través de ti el hecho de que su voluntad sea hecha en la tierra, rinde tu libertad y tu voluntad a Sus designios para estar a Su disposición como a Él le plazca.
Cuando encuentres que es la voluntad de Dios para ti ser amoroso desearás amar, le buscarás primeramente por su amor, en el cual puedes amar a los demás.
No os carguéis a vosotros mismos con repetición frecuente de formas ya hechas u oraciones estudiadas. Cuando se medita en la oración del Señor solo una vez, y después se ora al Padre esto producirá mas fruto que palabras repetidas sin significado.
Cuando llegas al versículo "danos el pan nuestro de cada día". Colócate como una oveja delante de tu Pastor, búscale para tu comida.
¡Oh Divino Pastor! Alimenta a tu grey contigo mismo. Tu verdaderamente eres el pan nuestro de cada día. Cuéntale al Padre todas las necesidades de tu familia, pero hazlo acordándote del gran principio de fe que Dios está dentro de nosotros.
Al orar no te formes ninguna imagen de Dios en tu mente, todas nuestras imaginaciones de Dios no sirven para nada. Sin embargo quizás recuerdes a Jesucristo en su nacimiento o crucifixión, dando por hecho que siempre le buscas en su estado de resurrección.
Quizás en algunas ocasiones vengas a Él necesitando un médico entonces ven sin una angustia mental, porque Él tiene la virtud de sanar todas nuestras enfermedades, no tienes necesidad de extenderte en la oración simplemente ríndete a la operación de Dios dentro de ti hasta que Él complete su obra.
A medida que experimentas con la oración de esta manera disfrutarás de un caminar mas profundo con Dios que jamás hallas conocido antes. Anhelarás estos tiempos de reposo y descanso en Su presencia, esta es alcanzable para todos vosotros que con sinceridad buscáis a Dios. El único requisito es comenzar.
Madame Guyon
Aguas refrescantes 24 de septiembre
Atráeme; en pos de ti correremos. Cantares 1: 4
La energía espiritual que nos hace marchar en pos de Jesús es más que un impulso interior. Es el mismo Espíritu Santo quien la produce. Es el resultado de un poder que nos atrae a El y opera en la medida en que el Espíritu le hace más real y precioso a nuestro corazón, por medio de la Palabra. Así recibimos nuevas revela¬ciones de la hermosura y majestad de nuestro Señor, y como resultado somos atraídos por un deseo irresistible de vivir cada vez más cerca de El.
Notemos el efecto que tal devoción y seguimiento a Jesús producen en otros. La frase comienza en primera persona singular: "Atráeme", pero continúa en segunda persona plural: "Correremos". En otras palabras, hay algo que es contagioso e inspirador en una vida que es controlada por Cristo. ¡Qué privilegio el ser atraído por su amor, de tal manera que llegamos a influenciar a otros para que sigan al Señor en la búsqueda de un andar más íntimo con El!
Watchman Nee
Jesús es el Señor! - Jesus is Lord - Jesus ist der Herr - Yeshua adonai - Gesù è il Signore - Jésus est Seigneur - Ιησους ειναι ο Λορδος - Иисус – Господь - يسوع هو الرب - 耶稣是主 - 主イエスは - Jesus é o Senhor - Jesus är lorden
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