EL DESEO DE DIOS
LA MANERA DE HABLAR EN LAS REUNIONES EN CASA
Lectura bíblica: Nm. 11:29; 1 Co. 12:13; 14:1, 31; Col. 3:16; 1 Ti. 6:3
En el mensaje anterior vimos que a fin de practicar las reuniones en casa, se debe dar mucho énfasis a la mutualidad y al hablar. En este mensaje veremos cómo hablar en las reuniones en casa. El asunto de hablar es maravilloso. Supongamos que entre los seres humanos, en la sociedad humana, no hubiera tal cosa como el hablar. ¿Cómo sería eso? Según la historia, la cultura humana principalmente depende del hablar. Sin el hablar no podría haber cultura. Sin el habla no existiría la posibilidad de ningún tipo de comunicación.
EL DESEO DE DIOS ES QUE TODO SU PUEBLO PROFETICE
Recientemente, descubrí que no sólo en el Nuevo Testamento, sino también en el Antiguo Testamento, Dios expresó Su deseo concerniente a Su pueblo. En Números 11 Moisés fue encargado con el cuidado del pueblo de Israel, el cual ascendía a casi dos millones. Dios le dijo a Moisés que llamara los setenta ancianos de sus campamentos y que los reuniera en Su tabernáculo. Cuando vinieron los ancianos, el Espíritu de Dios descendió sobre ellos, y todos empezaron a profetizar. Empezaron a ser profetas que hablaban por Dios (Nm. 11:25). Dos de ellos no estaban entre aquéllos alrededor del tabernáculo. Incluso ellos empezaron a hablar porque el Espíritu del Señor estaba también sobre ellos. Cuando Josué supo esto, se sintió descontento y dijo: “Señor mío Moisés, impídelos” (Nm. 11:28). No obstante, Moisés respondió: “¿Tienes tú celos por mí? Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos” (Nm. 11:29). Este versículo corresponde exactamente con las palabras de Pablo en 1 Corintios 14:31: “Porque podéis profetizar todos”.
Hablando de modo natural, cuando decimos la palabra profetizar, entendemos que esto significa predecir, pronosticar, decir algo antes de que suceda. Es verdad que profetizar sí lleva esta denotación. Pero en los dos idiomas bíblicos, el hebreo y el griego, la palabra profetizar no significa principalmente predecir, sino hablar por Dios. Si uno habla por sí mismo, esto no es profetizar. Pero si uno habla por Dios, esto es profetizar. No sólo eso, también significa emitir Dios. Eso significa que uno habla Dios desde adentro hacia afuera. En este hablar no sólo uno habla por Dios, sino que también en esta clase de hablar divino uno emite Dios dentro de los otros. Uno habla Dios a otros. Por supuesto, esta palabra profetizar también significa pronosticar tanto en el hebreo como en el griego, pero en los escritos de los profetas Isaías, Jeremías, y Ezequiel, hay muy poco pronóstico. En Isaías, un libro de sesenta y seis capítulos, todos los pronósticos, todas las predicciones, quizás puedan constituir el equivalente de un solo capítulo. Pero los otros sesenta y cinco capítulos sí que hablan por Dios y emiten Dios. Es igual con Jeremías. En los cincuenta y dos capítulos de Jeremías hay muy poco pronóstico o predicción. La mayor parte de Jeremías es un hablar por Dios y un emitir de Dios. Es igual con Ezequiel y aun con los profetas menores. El profeta más grande en el Antiguo Testamento fue Moisés. Moisés habló muchísimo en sus cinco libros del Antiguo Testamento, el Pentateuco. Aquí no hay muchas predicciones. Más bien, la mayor parte de lo que Moisés habló o escribió es un hablar por Dios y un emitir de Dios. Si ustedes han de conocer a Dios, tienen que leer estos cinco libros de Génesis a Deuteronomio. Cuando ustedes leen los cinco libros de Moisés, tienen el sentido de que estos libros emiten Dios dentro de ustedes. En términos actuales, estos libros dispensan dentro de nuestro ser al mismo Dios que ellos revelan. Esto no es solamente el hablar por Dios, sino también el emitir de Dios.
En unos movimientos cristianos hacen muchos pronósticos, pero nunca hay ningún cumplimiento. Las llamadas predicciones o pronósticos en esos movimientos de hoy, son en su mayor parte falsas. En la China, desde el año 1932, empecé a estudiar esos movimientos. Oí las profecías y vi lo que siguió, pero no vi ningún cumplimiento. Luego, hace veinticuatro años, vine a este país y me invitaron a algunas reuniones para hablar allí. Vi cómo predecían y cómo nada sucedía. Siempre empezaban su profecía con “Mi pueblo, el tiempo es corto”, y siempre la terminaban con “así dice Jehová”.
En sus profecías nunca citaban nada del Nuevo Testamento. Siempre citaban algunas frases o versículos del Antiguo Testamento, principalmente de Isaías. No obstante, en el Nuevo Testamento, cuando el Señor Jesús habló en los cuatro evangelios, nunca terminó Su hablar con “así dice Jehová”. Más aun, en ninguna de las catorce epístolas de Pablo él dijo: “Así dice Jehová”. Más bien, él dijo: “No tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer” (1 Co. 7:25). No dijo: “Así dice Jehová”, sino que escribió: “Doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel”. Luego al final de 1 Corintios dijo: “pienso que también tengo el Espíritu de Dios”. Esto significa: “aunque les dije mi opinión, sin embargo pienso que tengo el Espíritu de Dios”. No dijo: “Así dice el Espíritu Santo”. De esto se puede ver que esta clase de profecía nos lleva a todos hacia atrás, al Antiguo Testamento, olvidando lo que se revela en el Nuevo Testamento.
En el Nuevo Testamento, especialmente en los escritos de Pablo en 1 Corintios 12 y 14, no se usa la palabra profetizar, principalmente con el significado de predecir. Más bien, se usa fuertemente con el significado de hablar por Cristo y emitir Cristo. En 1 Corintios 12:3 Pablo dice: “Nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede decir, Señor Jesús, sino en el Espíritu Santo” (lit.). Decir “Señor Jesús” es profetizar. Se tiene que juntar el versículo 3 del capítulo doce con el versículo 1 del capítulo catorce. En el 14:1 Pablo dice: “Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis”. Profetizar es simplemente hablar el Señor Jesús, hablar por Jesús, o emitir Cristo. Esto es hablar en la denotación nuevotestamentaria.
No sólo en nuestras reuniones, sino aun en nuestra vida diaria, debemos ser personas que todo el tiempo hablan Cristo, todo el tiempo hablan por Cristo, y todo el tiempo emiten Cristo. Si vengo a ustedes y no hablo de Cristo en absoluto, sino que hablo sólo acerca de las escuelas, de la situación mundial, de Taiwán, de Hong Kong, de su ciudad, y de esto y aquello, estoy haciendo lo que hacen las personas mundanas. Cuando y dondequiera que abramos nuestras bocas, hablemos Cristo, hablemos por Cristo y emitamos Cristo. En Hechos 1:8 el Señor Jesús nos dijo claramente que todos somos Sus testigos. “Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros, y seréis Mis testigos”. Un testigo es uno que habla, uno que sólo habla cosas con respecto a la persona de la cual da testimonio. Somos Sus testigos y tenemos que hablarle, hablar por El y emitirle en cada oportunidad. Aun cuando los jóvenes van a visitar a sus abuelos, no deberían hablar tanto con respecto a otras cosas. Deberían hablar Cristo, hablar por Cristo y emitir Cristo. Esto es profetizar. No creo que todos podamos profetizar en el sentido de predecir; yo no puedo ni quisiera hacerlo. Pero todos podemos hablar; todos podemos profetizar en el sentido de hablar Cristo o hablar por Cristo. Por más de cincuenta años, he estado hablando por El y emitiéndole directamente a otros. Ustedes también pueden hacer esto. Pablo dice: “Podéis profetizar todos” (1 Co. 14:31). Todos ustedes pueden hablar por Cristo, emitir Cristo y hablar Cristo. Hablen Cristo todo el día. Seguramente si aman al Señor y tienen buena comunión con El cada día, entonces cada día en comunión con el Señor espontáneamente ustedes serán ungidos y llenados adentro. Son ungidos afuera y llenados adentro. Espontáneamente tienen mucho que decir, tienen mucho que hablar. ¿Hablar qué? Hablar Cristo, hablar por Cristo y emitir Cristo. Esta es una prueba fuerte de que nosotros los cristianos debemos ser esta clase de personas que hablan. Todos tenemos que darnos cuenta de que es el deseo de Dios que nosotros los cristianos seamos un pueblo que habla, y tenemos que hacer todo lo posible para cumplir Su deseo.
Witness Lee
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