LA RELACION QUE EXISTE ENTRE EL ESPIRITU Y LA MENTE
Dios se comunica con nosotros por medio de nuestro espíritu y no por medio de nuestra alma ni de nuestro cuerpo. Por consiguiente, siempre debemos tener un espíritu abierto en la presencia de Dios, a fin de mantener una comunicación viva con El. Pero hoy quisiera que prestásemos atención a la relación existente entre el espíritu y la mente. Cada vez que la mente se cierra, el espíritu también se cierra, y en tal caso Dios no puede impartir su luz al espíritu, porque aun si lo hiciera, no habría ningún canal que expresara lo que el espíritu recibió. Si la mente de un creyente está enferma, su espíritu también lo estará; pero si su cuerpo está enfermo, su espíritu no será afectado. Muchos creyentes han estado postrados en cama por años, y aún pueden servir a Dios, obedecerlo y orar. Sin embargo, si la mente de un creyente no es recta, su espíritu no estará limpio debido a que el problema de su mente afectará directamente su espíritu.
Hay dos pasajes en la Biblia que nos dicen que la mente de los creyentes debe ser renovada. Si la mente de una persona no es renovada, le será muy difícil seguir adelante. Vayamos a las Escrituras.
INTERPRETACION
Leemos en Efesios 4:17-24: “Esto, pues, digo y testifico en el Señor: que ya no andéis como los gentiles, que todavía andan en la vanidad de su mente [gr. nous], teniendo el entendimiento [gr. dianoia] entenebrecido, ajenos a la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, y en El habéis sido enseñados, conforme a la realidad que está en Jesús, que en cuanto a la pasada manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se va corrompiendo conforme a las pasiones del engaño, y os renovéis en el espíritu de vuestra mente [gr. nous], y os vistáis del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la realidad”.
Notemos que en este pasaje se menciona la palabra nous dos veces.
El versículo 18 dice: “Teniendo el entendimiento entenebrecido”. Entendimiento es la traducción de la palabra griega dianoia, que tiene la misma raíz de la palabra nous que consta en el versículo 17. ¿Cuál es la diferencia entre la mente [nous] y el entendimiento [dianoia]? La mente es un órgano, mientras que el entendimiento es una especie de función. Es como decir que el ojo es un órgano y la vista es la función de dicho órgano. La mente es el órgano, y en el versículo 17 se habla de su naturaleza; mientras que el entendimiento, mencionado en el versículo 18, es la función de la mente.
El versículo 18 dice: “Ajenos a la vida de Dios, por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón”. El corazón al que alude este versículo es el verdadero yo, es decir el ser, o la personalidad de uno.
El versículo 19 dice: “Los cuales después que perdieron toda sensibilidad”. La palabra sensibilidad en el texto original significa: no sentir nada, estar entumecido. Este término es usado por los médicos. Un doctor sabe que una herida duele, pero cuando la herida llega a cierta gravedad, la persona deja de sentir dolor. Aunque la herida esté todavía abierta, el dolor desaparece. Este versículo indica que la persona pierde la sensibilidad y que su corazón se endurece a tal grado que se vuelve insensible.
El versículo 22 dice: “Que en cuanto a la pasada manera de vivir, os despojéis del viejo hombre”. Debido a que hemos oído y hemos sido enseñados por Jesús, conforme a la realidad que está en El, debemos despojarnos del viejo hombre haciendo lo que consta en los versículos 25-32.
“El viejo hombre, que se va corrompiendo conforme a las pasiones del engaño” (v. 22). El texto original indica que el viejo hombre es conducido a la corrupción por causa de las pasiones del engaño.
“Y os renovéis en el espíritu de vuestra mente [gr. nous]” (v. 23). Este versículo es la continuación de lo dicho en el anterior con respecto a la realidad que está en Jesús, la cual han recibido en Cristo los creyentes. No sólo debemos despojarnos del viejo hombre sino que también debemos renovar el espíritu de nuestra mente con frecuencia. El texto original hace referencia a ser renovado continuamente de la misma manera que el viejo hombre se corrompe continuamente.
Leemos en el versículo 24: “Y os vistáis del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la realidad”. “Os vistáis del nuevo hombre” también se podría traducir: “Habiéndoos vestido del nuevo hombre”, lo cual corresponde a lo dicho en el versículo 22. El versículo 24 también habla de hechos cumplidos. Los versículos 22-24 son hechos que ya tenemos en Cristo, basados en lo cual podemos cumplir lo que se nos ordena desde el versículos 25 en adelante.
En este pasaje vemos tres asuntos importantes: (1) nuestra vida espiritual, (2) nuestro corazón y (3) nuestra mente. El versículo 17 habla de la mente [nous], y el versículo 18, del entendimiento [dianoia], que es la función de la mente. El versículo 18 dice: “Ajenos a la vida de Dios”, lo cual da a entender que el espíritu se ha cerrado y no puede comunicarse con Dios. No sólo los gentiles están en esta condición, sino también los creyentes que han cerrado su corazón. “La dureza de su corazón” mencionada en el versículo 18 se refiere a la insensibilidad del mismo y a que está yerto, como figura en el versículo 19: “Perdieron toda sensibilidad”. En resumen, este pasaje menciona la condición de tres cosas: la mente, el espíritu y el corazón. Continua…
Tomado de: La renovación de la mente W. Nee